“Mandó callar a los que pitaban a Marc Márquez. ¡Forza Tardozzi”

[KORANDO]

Más allá de una nueva victoria de Marc Márquez en el sprint del GP de Italia, la imagen del día se produjo en la ceremonia del podio, cuando Davide Tardozzi se encaró con parte de los tifosi que abucheaban a su piloto​

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Podcast desde Mugello: “Mandó callar a los que pitaban a Marc Márquez. ¡Forza Tardozzi”​

Más allá de una nueva victoria de Marc Márquez en el sprint del GP de Italia, la imagen del día se produjo en la ceremonia del podio, cuando Davide Tardozzi se encaró con parte de los tifosi que abucheaban a su piloto.​

MOTOCICLISMO

22 de junio de 2025 (11:27 CET)

Podcast desde Mugello: “Mandó callar a los que pitaban a Marc Márquez. ¡Forza Tardozzi”

No es nuevo que Marc Márquez tenga un recibimiento hostil en Mugello, aunque afortunadamente cada año los pitos bajan decibelios y se escuchan más aplausos. Este año, vestido de rojo oficial, podría haber llegado la reconciliación con los tifosi… pero no con todos como quedó demostrado tras su victoria al sprint.
Esta situación a la que está acostumbrada el propio piloto, no pasó desapercibida para Davide Tardozzi, que en plena recta de meta se enfrentó a la tribuna y mandó callar a quienes silbaban con una frase que pasará a los anales de la historia del motociclismo, “¡Es rojo!”, gritaba el jefe del equipo Ducati Lenovo mientras se señalaba el escudo de la fábrica de Borgo Panigale.


Una imagen que dejó en un segundo plano otro sábado de gloria para los hermanos Márquez, que lograron otro doblete y que volvieron a batir a un decepcionado Pecco Bagnaia, que acabó más preocupado en defender esa tercera posición frente a Maverick Viñales que de buscar la victoria.

 

[pUllastre]

Mañana, en Código MotoGP de DAZN, Amanda tratará el tema.

Han hecho varios cortes en los que desde el viernes están silbando a Marc cuando está sentado en el box. Es bastante patético que vayas a ver un espectáculo de motociclismo y estés abucheando un piloto que ni tan siquiera ha salido a pista. Bastante triste.

Y a mí, que no me gusta nada el fútbol, me recuerda al mismo comportamiento gorila de los futboleros