Acerca de Luis de la Fuente y la selección española de fútbol.
Cinco cosas para ser optimistas.
1-.
La afición está enganchada. Tres meses y medio y un cambio seleccionador han bastado para que la afición vuelva a estar al lado de una España que quedó muy tocada tras el inesperado fallo del Mundial ante
Marruecos. La presencia de
Luis de la Fuente y de algunos jugadores reclamados por gran parte de los seguidores al fútbol y que fueron olvidados por Luis Enrique, como
Nacho o Iago Aspas, ha servido de estímulo para olvidar de una manera rápida, el pasado reciente y para pensar que todavía se puede seguir soñando con un éxito de la selección.
2- Nacho, en su zona preferida. Nacho estuvo con
Luis Enrique en sus primeros partidos como seleccionador. Después desapareció hasta cinco años después y no se ha vuelto a dejar ver hasta la llegada De la Fuente. En su reestreno ha cumplido con nota. Ha dejado claro que el nivel ofrecido en los últimos meses en el
Real Madrid merecían esta oportunidad recibida. Sobrio, seguro y contundente. Cuando ha hecho falta, la vuelta del madridista ha sido una de las mejores noticias posibles para la selección. Después de mucho tiempo,
Nacho ha podido jugar en el sitio que más le gusta, que no es otro que central por la derecha. El entendimiento con
Laporte fue de 10. No estaba
Haaland en el campo, pero entre uno y otro se bastaron para frenar las acometidas de un conjunto como el noruego, que, pese a caer por tres goles a cero, demostró un buen nivel de juego. Viendo el rendimiento del central, parece mentira que haya estado cinco años 'castigado' sin poder acudir a la selección.
Un 3-0 en el fútbol actual es un resultado notable.
España arrancó la fase de clasificación para la Euro 2024 con una clara victoria ante
Noruega, un resultado que con el paso del tiempo parecerá indicar una plácida noche en Málaga. La realidad fue otra. La puesta en escena de
Luis de la Fuente como líder del proyecto posterior a la etapa camaleónica de
Luis Enrique deja sensaciones de contrastes, cosas positivas y en las que incidir y otras inquietantes en las que trabajar para evitar que se repitan.
Málaga no falló la cita y lo hizo llenando
La Rosaleda y animando desde el primer minuto del partido. Ni un mal gesto. Solo valía animar a los que vestían de Rojo y la afición lo hizo en todo momento. La comunión ha vuelto. Los dos goles de Joselu sirvieron para que las dudas desaparecieron y los seguidores pudieron disfrutar del triunfo español con mucha tranquilidad en los últimos minutos del partido.
3- Un gran Kepa. Ha vuelto y da la sensación que para quedarse una manera definitiva. El portero del Chelsea cuajó un partido ante la selección Noruega para enmarcar. No era sencillo. Eso de regresar a la selección tres años después, no debe ser fácil, pero el ex del Athletic, demostró estar muy por encima de todo lo que se ha dicho en sus años de ausencia de lla selección.
Realizó dos paradas de mérito, de esas que parecen gol cuando salen de la bota del enemigo. La seguridad que transmitió en todo momento fue decisiva para que España arrancara la fase de clasificación para la
Eurocopa de una manera positiva.
Kepa estaba llamado a ser una estrella en esto del fútbol y todavía está a tiempo de poder demostrarlo. En su vuelta a la selección ha dejado claro que no se le ha olvidado, que sabe estar a la altura y que con confianza es capaz de hacer grandes cosas. Justo la que le ha dado
De la Fuente
4. El resultado. Hasta
Luis de la Fuente lo reconoció al acabar el partido. "Hay gente muchas cosas que mejorar, pero empezar ganando ayuda y mucho a poder seguir trabajando con mucha tranquilidad". El tres a cero final fue exagerado por los méritos contraídas durante el partido, pero ayuda de manera manifiesta a que todo el mundo vuelva a ver a
España con una selección fiable, con capacidad para marcar y con solvencia en situaciones límite.
5. Los cambios funcionaron. El partido se encontraba en una fase en la que Noruega parecía acercarse al empate. Nunca fue un asedio, pero sí que es cierto que la salida de los jugadores del banquillo fue fundamental para darle solidez al triunfo español. Cada uno a su manera, pero todos ellos siendo eficaces al máximo. De las botas de
Yéremi Pino y Fabián, dos de los jugadores que no empezaron el partido como titulares, salieron los pases que
Joselu transformó en los goles que sentenciaron el partido.
Curiosamente,
Ceballos y Oyarzabal, los primeros en salir desde el banquillo, no tuvieron participación directa en la jugada de los goles, pero sí que dieron amplitud al equipo y fueron capaces de dar sentido al balón en todas las veces que lo tuvieron en sus pies.
Como es lógico,
Joselu ha sido el que se ha llevado todo el protagonismo.
Las cinco negativas.
1. El exceso de pases como costumbre. No se acercó a lo vivido en
Doha ante
Marruecos, espejo del drama de 2018 en
Rusia ante los anfitriones, pero hubo fases del partido ante
Noruega en los que la selección volvió a abusar de pases sin capacidad para romper líneas del equipo rival. Fueron fases, sobre todo hasta que entró
Ceballos, en las que la selección no era capaz de convertir la posesión en verticalidad. Ese un aspecto que se repite desde hace mucho y que los rivales saben que una manera de llevar a
España a un callejón que puede no tener salida.
2. Poco cambio de juego. Fue uno de los aspectos que señaló el seleccionador después del partido como elementos del juego que echó en falta. Los problemas para cambiar la orientación del juego facilitaron a
Noruega para ser sólida en defensa y recuperar pelotas en zonas para poner en riesgo el sistema defensivo español. No se previsible pasa por obligar al rival a salir de la idea de que España se asocia poco a poco para avanzar.
3- Pérdida de la iniciativa. A raíz del gol de Dani Olmo, la selección noruega se fue apoderando del partido. No le hizo falta tener la pelota de manera constante para generar la sensación de que estaba más cerca el empate que el segundo gol de
España. La selección española, a pesar de la ventaja en el marcador, dio la sensación de que la presión estaba toda de su lado. Entre el descanso y la salida de
Ceballos y Yeremy Pino se fue jugando cada vez más en el campo de España. Al equipo le costó controlar el juego, ser dominador del escenario aunque fuera sin tener tanto la pelota. La ruleta rusa en la que derivó el duelo sonrió esta vez a
España, pero...
4- Nuevos mecanismos. Es justo dar al seleccionador tiempo para adaptar al equipo a lo que quiere. La selección regresa al 1-4-2-3-1 después de mucho tiempo habituada al 4-3-3. Además, en la etapa de
Luis Enrique se desarrollaron mecanismos que ahora han de ser distintos. Esos van desde la manera de salir desde atrás con el portero como referencia indiscutible con el asturiano, a la manera de presionar arriba al equipo rival fuese el que fuese el resultado. España va a necesitar tiempo para ser la que
De la Fuente quiere y el 3-0 se lo da.
5. Ocasiones concedidas. El gran partido de
Kepa es una gran noticia para España, pero nunca es bueno que tu portero sea de los mejores del equipo. Más cuando juegas en casa y el equipo rival está sin su mejor delantero.
Noruega generó al menos cuatro ocasiones de gol muy claras sin tener que desplegar un gran juego ni arrinconar a España. En el ambiente queda una duda que jamás se podrá resolver, saber qué rumbo habría adquirido el partido en el caso de estar
Erling Haaland en la delantera nórdica. Era la reflexión que quedó flotando en
La Rosaleda, interrogante que explica a las claras la sensación que dejaron las llegadas sin éxito de los de
Solbakken al área de
Kepa.
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