Peugeot se rinde al todo digital: su próximo SUV eléctrico tendrá una pantalla enorme, panorámica y curva 6 Junio 2023 Que las pantallas en los coches han ganado mucho protagonismo no se puede negar: cada vez son más grandes y ocupan más espacio del interior. Así, son varias las marcas que ofrecen ya paneles panorámicos y a esta moda ahora se suma Peugeot con un nuevo i-cockpit. Este enorme panel sustituirá a la instrumentación actual, que puede tener hasta efecto 3D y que ya era un santo y seña para la marca francesa. Pero también a la multimedia, pues aúna las dos pantallas. El primero en estrenarlo será el nuevo Peugeot 3008, cuya tercera generación se presentará en septiembre y que será 100 % eléctrico. Pero gracias a este adelanto ya conocemos cómo será su interior, donde manda esta nueva pantalla al estilo de la de modelos Kia o Hyundai, así como de marcas hermanas como Opel. Sólo Mazda parece desmarcarse de esta tendencia. Tres pantallas en un interior con muy pocos botones tradicionales Peugeot no es la primera marca de Stellantis que se apunta a lo de las pantallas panorámicas: Opel ya la lanzó hace tiempo y la puede equipar por ejemplo el nuevo Astra. Sea como fuere, la configuración es la misma que la de otros de estos paneles de este tipo: aúna en un mismo marco dos pantallas, la de la instrumentación y el display multimedia. Una pantalla flotante como centro de todo. Así, en el caso de este nuevo Peugeot i-cockpit hablamos asimismo de un panel ligeramente curvado y orientado a la vista del conductor. Firma las 21 pulgadas, por lo que es un poco más grande que el de Opel. Aunque Peugeot ha querido desmarcarse con un diseño diferente a los hasta ahora estrenados: en vez de integrarse en el frontal del salpicadero, flota encima del mismo. Lo hace mediante un pie trasero, que queda fuera de la vista del conductor. Y también ayuda a ese efecto flotante la iluminación LED del salpicadero. Es más, la integración de esta pantalla también ha supuesto redefinir el propio salpicadero y el túnel central, que ahora dispone de dos partes siendo una flotante y aunando unos pocos mandos físicos: algunos de climatización (aunque no los principales), el del volumen o el de apagado o encendido de la pantalla multimedia. Y es que básicamente la mayoría de parámetros del coche se manejan desde este display táctil: la climatización, sistemas multimedia, los modos de conducción etc. El tercer panel digital y táctil del nuevo Peugeot 3008, con los i-Toggles y bajo las rejillas de climatización centrales Una tercera pantalla con accesos directos, para evitar manejar el panorámico en marcha. Este panel panorámico se completa con un tercer panel digital táctil, que recoge varios accesos directos, denominados i-Toggles. Y se pueden configurar al gusto: por ejemplo los de climatización, el navegador, el reproductor de audio etc. Si bien no están en la pantalla propiamente, supondrá hacer varios clics para hacer ajustes. Sea como fuere aquí en España, con este tercer panel de accesos directos, se entiende consigue salvar los muebles respecto a la normativa de Tráfico. Y es que manejar el display multimedia en marcha está en teoría prohibido y se multa. Además de que resta puntos. Es cierto que la normativa se redactó cuando estas gigantescas pantallas no estaban en la ecuación. Pero también lo es que las pantallas provocan distracciones. De hecho la DGT tuvo la oportunidad hace poco de cambiar esto con la nueva Ley de Tráfico, pero mantuvo la prohibición en los mismos términos. Es más, endureció las sanciones para el móvil, pasando a distinguirlo de los display multimedia y los dispositivos en soporte como el GPS. Aún así, este panel panorámico de Peugeot, como el de Opel o Kia son mucho más comedidos que por ejemplo la estrenada en el Mercedes-Benz EQS y que ocupa todo el salpicadero. El selector del cambio se integra en el salpicadero, junto al volante Un nuevo volante con la palanca de cambios al lado. La configuración de este nuevo puesto de conducción de Peugeot se combina con el estreno de un volante rediseñado: sigue siendo achatado en la zona inferior y superior, pero se ha remodelado la almohadilla, que pasa a ser más pequeña y parece levitar dentro del aro al carecer de radios. Sus mandos son hápticos e integran accesos directos para algunos asistentes a la conducción así como el del acceso al asistente virtual inteligente de la firma o al sistema manos libres, entre otros. Y a la derecha de este nuevo volante encontramos la palanca de cambios, que no está en el túnel central sino integrada en el salpicadero. De hecho, no es un palanca si no un escueto selector, algo que ya estaba presente en los últimos estrenos de Peugeot y en no pocos coches.
Peugeot 3008 (2024) En septiembre de este año, Peugeot dará a conocer la tercera generación de su modelo 3008. Sustituirá al modelo homónimo que lleva a la venta desde finales de 2016, pero además, las proporciones de su carrocería serán distintas —pasará de ser un SUV compacto a un «SUV de tipo fastback»— e incluirá, al menos, una versión eléctrica. Por el momento la información que ha facilitado la marca es muy escasa y no hay imágenes del exterior del vehículo. Del interior, en cambio, sí que hay muchos detalles, algunos de ellos muy llamativos. Según Peugeot, este 3008 será el primer modelo en llevar la última versión de su famoso salpicadero i-Cockpit, llamado «i-Cockpit panorámico» (galería de imágenes). Conserva las mismas características generales vistas hasta la fecha (volante pequeño e instrumentación que se ve por encima del mismo), pero con algunos cambios más o menos importantes que le dan al salpicadero un aspecto más moderno y llamativo y, según la marca, también una mejor ergonomía. El más llamativo está en la parte superior del mismo, donde ahora hay una pantalla curva de alta definición y 21 pulgadas dividida en dos zonas diferenciadas: parte izquierda (para la instrumentación) y parte derecha (para manejar el sistema multimedia). Va sujeta al salpicadero mediante una fijación horizontal «que no se ve desde el habitáculo» (igual es una afirmación un poco exagerada, aquí sí se ve), dando la sensación de estar flotando. El propio volante también tiene un nuevo diseño. Sigue teniendo un diámetro muy pequeño y está achatado tanto por arriba como por abajo, pero los botones y mandos de sus brazos han sido sustituidos por superficies táctiles con función háptica (por nuestra experiencia con este tipo de mandos, su manejo en marcha es claramente peor). También son distintas las dos palancas que hay tras el volante y que sirven, entre otras cosas, para activar o desactivar luces, intermitentes y limpiaparabrisas. En la parte central del salpicadero hay otra superficie táctil con una serie de accesos directos personalizables a los que Peugeot llama «i-Toggles» (imagen). Es muy parecida a la que lleva el Peugeot 308 y resulta muy útil para acceder a las funciones más utilizadas sin tener que buscar en los menús del sistema multimedia. Se pueden programar hasta diez funciones distintas, que van desde una dirección concreta del navegador hasta una emisora de radio. La consola que hay entre los dos asientos delanteros tiene un aspecto mucho más despejado y sencillo que el del 3008 actual y, según Peugeot, más espacio para depositar objetos. Uno de los principales motivos para ello ha sido el cambio de ubicación del selector del cambio, que ha pasado de estar en la propia consola a estar en el salpicadero, en la parte derecha del volante y junto al botón de arranque. Peugeot también afirma haber mejorado los materiales de recubrimiento del habitáculo para que la sensación de calidad sea superior a la del modelo anterior.
Ya puestos a ir por ese camino, casi mejor quitarle la parte superior al volante como ha presentado Toyota. Que es la única manera de ver claramente la pantalla.
Muchas pantallitas o pantallazas, muchos colorines, pero no sé si se habrán acordado de detalles tan poco glamurosos como prescindir de esas fabulosas correas de distribución que se deshacen y causan el gripaje del motor o esos depósitos con canister integrado cuya reposición cuesta casi 2 mil pavels...
