*NANO*
Clan Leader
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En 1980, Pontiac dotó a su Firebird Trans Am tope de gama de un motor V8 turboalimentado, de 4,9 litros de cilindrada, que rendía 210 CV. Sin duda, era una potencia decente para la época, pero ese V8 turbo era tan fiable como el tiempo en las montañas. Más o menos.
No sabemos si el curioso Firebird Trans Am clásico y turboalimentado que aparece en este vídeo tiene problemas de fiabilidad, pero con 1.000 CV bajo el capó, algo de respeto sí que nos impone.
Hablamos de un modelo de 1979, gloriosamente restaurado acorde a las especificaciones del Trans Am SE, lo que incluye el patrón dorado y negro o el gráfico 'Firebird' sobre el capó. Todo es acorde al modelo original... salvo unas llantas más grandes de lo normal o un mayor ancho de vías.
Sin embargo, al abrir el capó, se percibe una diferencia más notable. En lugar del conocido 6.6 V8 atmosférico, encontramos un 7.0 creado a medida, con dos turbos de 76 milímetros.
Gracias a su 'ayuda', se alcanzan los mencionados 1.000 CV de potencia, que con tan solo pulsar un botón, ascienden hasta la mágica cifra de 1.400 CV. Una 'vendaval' que se envía directamente a los neumáticos traseros, a través de una caja de cambios manual T56, de seis marchas. Por supuesto, como puede verse en el vídeo, el tema de la tracción es realmente un problema...
Curiosamente, el propietario afirma que usa el coche a diario y que, en realidad, es bastante apto para la calle si se dosifica la potencia. Incluso, la suspensión y el sistema de escape han sido configurados de la forma más 'civilizada' posible.
Por su parte, el interior también es en su mayoría original, salvo por los nuevos indicadores, el renovado equipo de música o la inclusión del aire acondicionado, esencial para mantener frescos a los ocupantes.
Como aclaración final, diremos que el Trans Am de segunda generación ya era un 'pony car' bastante querido en los años 70, antes de que el film Smokey and the Bandit (o Los Caraduras, en España) lo lanzara al estrellato. Pero... ¿os imagináis cómo hubiera sido la película, con esta versión de 1.400 CV en pantalla?
No sabemos si el curioso Firebird Trans Am clásico y turboalimentado que aparece en este vídeo tiene problemas de fiabilidad, pero con 1.000 CV bajo el capó, algo de respeto sí que nos impone.
Hablamos de un modelo de 1979, gloriosamente restaurado acorde a las especificaciones del Trans Am SE, lo que incluye el patrón dorado y negro o el gráfico 'Firebird' sobre el capó. Todo es acorde al modelo original... salvo unas llantas más grandes de lo normal o un mayor ancho de vías.
Sin embargo, al abrir el capó, se percibe una diferencia más notable. En lugar del conocido 6.6 V8 atmosférico, encontramos un 7.0 creado a medida, con dos turbos de 76 milímetros.
Gracias a su 'ayuda', se alcanzan los mencionados 1.000 CV de potencia, que con tan solo pulsar un botón, ascienden hasta la mágica cifra de 1.400 CV. Una 'vendaval' que se envía directamente a los neumáticos traseros, a través de una caja de cambios manual T56, de seis marchas. Por supuesto, como puede verse en el vídeo, el tema de la tracción es realmente un problema...
Curiosamente, el propietario afirma que usa el coche a diario y que, en realidad, es bastante apto para la calle si se dosifica la potencia. Incluso, la suspensión y el sistema de escape han sido configurados de la forma más 'civilizada' posible.
Por su parte, el interior también es en su mayoría original, salvo por los nuevos indicadores, el renovado equipo de música o la inclusión del aire acondicionado, esencial para mantener frescos a los ocupantes.
Como aclaración final, diremos que el Trans Am de segunda generación ya era un 'pony car' bastante querido en los años 70, antes de que el film Smokey and the Bandit (o Los Caraduras, en España) lo lanzara al estrellato. Pero... ¿os imagináis cómo hubiera sido la película, con esta versión de 1.400 CV en pantalla?
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