Hace ya veintipocos años llegaba yo a Madrid por la noche con mi coche como cada domingo, a la altura de Rivas me desperté mientras me sacaban del coche que estaba totalmente destrozado sin saber qué había pasado.
Según parece una furgoneta se había saltado la mediana (el único trozo que no había separadores de hormigón) y chocamos de frente. Yo poca cosa, un mes de baja, la pareja de portugueses de la furgoneta muertos. Según el periódico al día siguiente, podía haber sido por la moda de tirar piedras desde un puente peatonal que hay justo ahí. Nunca quise saber nada más del tema.
Cómo imaginaréis, por mi a esos les pueden encerrar años, esas piedrecitas no son una broma.