Los familiares de altas prestaciones son coto de caza privado de Audi. Tanto es así que varios de sus tradicionales rivales, como BMW, no se atreven a plantar cara al poderoso RS 6 Avant, que ha regresado al asfalto con el mismo V8 elevado a 600 CV (20 más que antes), un sistema de hibridación ligera que le otorga el distintivo ECO de la DGT y un interesante eje trasero direccional. Súbete con nosotros en esta prueba del nuevo Audi RS 6 Avant. ¿Porqué los Audi familiares brillan con tanta fuerza? Audi aros apellida Avant a sus modelos familiares, y su protagonismo es mayor que el de otra marcas por su historia: el primer RS de la firma de los aros fue un modelo familiar, el RS2 Avant de 1994, modelo que fabricó con la inestimable ayuda de Porsche. La guinda la ponía su motor de cinco cilindros y 310 CV, bloque que la firma había utilizado, al igual que el sistema de tracción Quattro que incluía el RS 2 Avant, en el Mundial de Rallyes. Nunca antes se había puesto sobre el asfalto un familiar con un tacto deportivo tan marcado, el público lo acogió con sorpresa y regocijo, y desde entonces las siglas RS y el apellido Avant son parte del ADN de Audi. Esto explica que muchos de sus RS únicamente se vendan como Avant, como es el caso de nuestro RS 6 2020, disponible solo con carrocería familiar. Por fuera Los nuevos RS 6, de la cuarta generación, han estrenado plataforma, aunque en cuanto te subes a ellos, como veremos, muestran una evolución conservadora, sin revoluciones o cambios bruscos. Estéticamente, la nueva versión parece más baja y pegada al suelo gracias a su parrilla, que ha ganado horizontalidad, a los laterales, ahora más esculpidos, y en general a líneas ligeramente menos redondeadas, que hacer parecer que el coche ha “adelgazado”. Mientras, nuestra versión RS 6 Avant es nada menos que 8 centímetros más ancha que los demás A6, y es que esos grandes pasos de rueda, lejos de ser un adorno, esconden ejes que han ganado prácticamente 4 centímetros de anchura tanto delante como detrás. Otros cambios para diferenciar a la bestia de sus hermanos diésel son elementos como la parrilla frontal, con entramado propio y mayores tomas de aire, los estribos laterales, las gigantes llantas de 21” ó 20 mm menos de altura libre al suelo, cifra que baja otro centímetro más a partir de los 120 km/h. Mientras, en la parte trasera encontramos un discreto alerón, y la defensa también es específica, con una doble salida de escape que finaliza con espectaculares embellecedores. Interior Al acceder al interior, el espectáculo continúa. La calidad es espectacular, y Audi ha encontrado en la fibra de carbono, ampliamente presente, un aliado para mostrar tanto elegancia y calidad como aspecto de carreras. El mismo equilibrio muestran los asientos, contundentes asientos tipo bacquet, o el volante, en piel vuelta. Los coches de carreras resultan mucho más sencillos, pero la fibra, los bacquets o la piel vuelta suelen ser cosa suya, y por eso la cabina del RS 6 Avant tiene un look interior tan de carreras sin perder un ápice de elegancia, alcanzando así un difícil equilibrio. Las grandes pantallas son las otras protagonistas, con sistemas táctiles de gran precisión y calidad, y a ellas se suman los relojes, totalmente digitales y capaces de cambiar su forma si quieres pilotas, conducir… o plantar frente a ti el mapa del GPS. En general, el diseño es recargado, a base de líneas muy rectas, y con todo orientado ligeramente hacia el conductor. La mecánica El motor que da vida al RS 6 es una verdadera bomba. De nada menos que ocho cilindros, con cuatro litros de cilindrada y sobrealimentado por dos turbos, entrega la friolera de 600 CV entre 6.000 y 6.250 rpm, con un brutal par motor de 800 Nm entre 2.050 y 4.500 rpm. La potencia llega a las cuatro ruedas mediante una caja de convertidor de par Tiptronic de 8 marchas, con un reparto de fuerzas del 40:60 delante/detrás en condiciones normales, y que puede llegar hasta un máximo del 85% detrás. Opcionalmente, el eje trasero cuenta con un diferencial autoblocante gestionado electrónicamente, al que se suma un sistema de dirección trasera: las ruedas de atrás girarán en la dirección opuesta al volante en giros cerrados a baja velocidad, para favorecer la maniobrabilidad -con poco volante el coche gira mucho-, y al contrario, las ruedas traseras girarán en la misma dirección que el volante en grandes curvas rápidas de autopista, de cara a que los giros sean más suaves y progresivos, y el coche avance con el eje trasero más aplomado. De cara a reducir el consumo, el motor es capaz de desconectar hasta 4 cilindros en momentos de baja solicitación de potencia, como llaneando por autopista, y además se ha instalado un sistema de 48 V de hibridación ligera capaz de recuperar energía y permitir que el motor pueda apagarse en marcha a velocidades entre 55 y 160 km/h. Quizá ahorres unas décimas en el consumo total, que se cifra como media en 12,4 litros a los cien -una cifra elevada pero bastante precisa en la práctica-, pero lo importante es que le otorga la etiqueta ECO de la DGT. Esto es como si le dan el premio Nobel de la Paz a Trump, -que aunque no te lo creas ha sido nominado-, pues este es un coche que emite 281 gr/km de CO2, cuando el máximo para que el fabricante no pague multas por ellos es de 95 gr/km. Audi tendrá que vender muchos e-tron para compensar los humos de los RS 6, lo que merece un aplauso por su valentía. De no ser por empeños así, los deportivos desaparecerán del mercado, así que bravo por la osadía de Audi, ¡y que nunca la pierda, por favor! Prueba del Audi RS 6 Avant: motor sin fin Una buena manera de meterte el primer chute del RS 6 Avant es realizar una salida utilizando el Launch Control. Se sientas, enciendes el coche pulsando el botón rojo, lo calientas, preparas el lanzamiento… ¡Y en 3,6 segundos estás rodando a 100 km/h desde parado! Avanzas de forma brutal, algo garantizado por la tracción total, las dos toneladas de peso del coche parecen desaparecer, y las mariposas te vuelan en el estómago como si estuvieras enamorado. ¡Es brutal! Brutal de verdad, de parque de atracciones. Y todo ello a pesar de que la insonorización y la perfecta entrega de la potencia hacen que nunca dejes de notarte en un coche de lujo, aunque bien jugoso de tacto deportivo. Por otro lado, aunque el sonido es espectacular, bronco y grave, claramente tratado, en versiones anteriores nos ha parecido más contundente. Seguimos avanzando, y las curvas llegan antes de lo previsto, porque el motor parece no tener fin. Los bajos son excelentes, tenemos todo el par muy pronto, la zona media es interminable, y hasta las 6.250 rpm no deja de crecer el empuje. A partir de ahí hasta el corte no sigue ascendiendo, ni falta que hace. Así que es un motor no solo muy poderoso y espectacular, también muy fácil de aprovechar. Los más adictos a las sensaciones podrían anhelar un poco más de patada del turbo, pues esta es brutal, pero llega tan ordenadamente que se echan en falta las rudezas de los coches más temperamentales. Caja, frenos y… en la cocina Lo mismo ocurre con la caja de cambios, de convertidor de par y ocho marchas, capaz de sacudirte el cuerpo con sus cambios, pero siempre dentro de una búsqueda de limar brusquedades que evita los radicalismos. Pero ojo, el RS 6 se queda justo detrás de la locura, su deportividad es excepcional, muy cercana a la de un BMW M5, que como te decíamos carece de versión familiar. Así, su rival más directo es el E 63 S Estate. Llega el momento de frenar, y aquí la cosa se pone peliaguda. El equipo de frenos funciona a la perfección, pero de nuevo el peso puede traernos problemas, detener una y otra vez 2.150 kilos puede incrementar mucho la temperatura cuando bajas un puerto. Para eso están los discos cerámicos opcionales, por la friolera de 11.000 euros. Solo te los recomendamos si de verdad usas tu RS 6 Avant en situaciones de máxima exigencia a menudo, como ese puerto o unas tandas en circuito. Una vez en los giros, el RS 6 Avant se mueve como pez en el agua. ¿Dos toneladas? Quién lo diría. Nuestro protagonista gira plano, sin balanceos de la carrocería gracias a su firme suspensión neumática con Dynamic Ride Control autonivelante, y te garantiza una seguridad total. Peca ligeramente de subvirador, la trasera no te va a poner en apuros ni soltando gas en curva bruscamente, y podrás acelerar bien pronto buscando la salida de los giros gracias a la tracción total, que por otra parte marca la fuerza atrás pero nunca atemoriza, nunca harás un trompo acelerando. ¿Pack RS sí o no? En este punto, a los más viciosos conductores les recomiendo el pack dinámico RS, que incluye los mencionados diferencia trasero y la dirección a las cuatro ruedas. Esta última es buena para todos, pues mejora el paso por curva, especialmente las más cerradas, con él parece que llevas un coche aún más pequeño y manejable. Mientras, el diferencial trasero mejora aun más la entrega de la potencia, pero podrías prescindir de él porque el RS 6 es al fin y al cabo 4×4 y en este apartado va sobrado. La clave es que los golosos ingenieros de Audi han sabido reglarlo para que, cuando entra en acción, el eje trasero cobre más protagonismo, notas más como el coche empuja de atrás, y hasta puede iniciar un ligero sobreviraje totalmente controlado ausente sin él. Así de fino hilan en la casa de los cuatro aros. La parte mala, amigo, es que esta perlita de diferencial y dirección trasera cuesta la friolera de 16.500 euros, que es el precio de otro coche. En la práctica, con el RS 6 pilotas con una confianza desde el primer minuto que por habitual en los Audi me sigue sorprendiendo. Además, su agilidad parece imposible en un coche de este tamaño y peso. Jamás te pondrá en apuros, perdona graves errores de conducción, y solo si eres un descerebrado y no sabes que 600 CV son 600 CV tendrás problemas. Esta cifra aporta unas sensaciones brutales, y el chasis, muy deportivo, no alcanza las sensaciones de los modelos más radicales, pero su sabor dinámico es pura maravilla. Vuelta a casa Cuando apagas los modos Sport, de serie en los RS 6 Avant, la amortiguación se hace bastante más suave, el sonido mengua, y todos aquellos límites que no han sido traspasados -entrega de la potencia contundente pero ordenada, tirones emocionantes pero no bruscos, etc…- permiten que cuando viajas con el RS 6 Avant todo sea una maravilla, todo suavidad. No es de esos coches que solo pueden usar a diario los petrolheads, no, cuando se peina la raya el este es un coche de lujo en el que viajas como un Pachá, y además con un espacio interior espectacular y un maletero de 565 litros de capacidad. Por algo es un Avant. Si buscas más opcionales, otros interesantes son el pack de fibra para el exterior (3.500 euros) las llantas de 22 pulgadas (3.000 euros), o los faros Matrix LED láser (3.300 euros). Esperamos que hayas disfrutado con nuestra prueba del Audi RS 6 Avant.
Luego leo la prueba...Es “El familiar”. Nano, si no indiscreción, quisiera saber si te dedicas al periodismo de motor profesionalmente y si escribes en algún medio. Gracias!
Bonito y potente frutero. No obstante no sería el que me compraría teniendo la posibilidad del M5 (aunque no sea ranchera) y del E63 4matic.
Me gusta mucho este avión. Bueno, los fruteros de Audi siempre me han gustado muchísimo más que las berlinas. Quitando las lunas tintadas y el tapizado (ahí no se puede hacer mucho) me parece perfecto. ¿Quién prefiere un Q7/Q8?
Es cuestión de dinero, no?? te va a la individualización y el tapizado te lo harán como te salga del pepino. Supongo porque está muy lejos de mis posibilidades actuales.....
Un comercial me dijo sobre un frutero de estos algo como 'si no vas con mucha cabeza, acabas en la cárcel o estrellado, te parece que el tráfico va a cámara lenta'.
Lejos, pero muy muy muy lejos de las mías. Me gustaría un tapizado mixto tela/cuero o Alcantara/tela, con menos bordado rojo, vamos, las costuras tradicionales y punto. Pero personalizar eso ya es nivel jeque árabe. Las llantas tampoco es que me entusiasmen, puestos a pedir.
Y no le quito razón, estás en velocidades de ir a la carcel sin ir buscándolo. Yo levanté el pié cuando ya iba varias decenas de kilómetros por hora por encima del límite del calabozo..... al ver pasar al coche de al lado fue cuando ya te das cuenta que vas muy pasado. Y la longitud era la de un carril de aceleración mas bien "cortito"...... Dándole apretones el chasis lo pasa mal algunas veces. Meneos que, con un poco de mala suerte, te hace comerte un árbol, una mediana, en un plis. Y a velocidades de una buena leche.
A mi las llantas últimamente me disgustan todas. Estuve configurando el nuevo 5 y j*der....... si cambio me quedo las mías que cosas mas feas.
Me parece precioso mire por donde se mire. Después de esta generación tan perfecta difícil va a ser que se superen en la siguiente, aun que en verdad, no se como lo hacen, pero siempre mejorar!
"Desgraciadamente", solo cato los BMW, aunque no me quejo. De las marcas "terrenales", es la que más me gusta.
El diseño de los avant es sublime , en ese campo Audi lleva tiempo siendo el mejor ,no me canso de decirlo . Sobra esa pantalla del clima en el interior pero bueno ..
Ains, Jaudi. Prestacionalmente siempre una generación detrás de BMW y Mercedes, pero en un envoltorio muy cuco. Menos mal que Mercedes no es rival tradicional con por ejemplo un E63 S familiar... 612 cv/850 Nm, 3.3 de 0 a 100, 2070 kilos... pero eso sí, ya lleva 5 años en el mercado Ah, que sí? Pues... qué queda por comparar? El Merchi pesa menos, acelera un pelín mejor, saca mejores tiempos en circüito, pero cuesta algo más (precio base RS6 Avant según Audi.es: 142'580€. E63s 4matic frutero: 148'525 €) Y me vendréis con que como tiene 5 años está desfasado al igual que un Audi que a los 5 años no supera su rival más cercano será la guinda
Correcto, me explicaba que llegaba estresado a casa durante la semana que lo tuvo entre manos. Yo, me arriesgaría a la experiencia, claro
No te lo compro...el e63 es mu mu feo...y más prestacional? Quizás si..pero inapreciable a esas alturas....el M5 si mola más ,pero no es frutero y hablamos de fruteros...