Siempre he recomendado el cuero en los asientos, pues la tela en dos y cincuentayuno se convierte en un nido de ácaros amantes del polvo y cualquier líquido que absorban.
Es vinagre blanco, no de cocina. Huele pero se disipa rápido. Igual que el amoníaco: huele al prinicipio, luego no.
Eso depende mucho de la higiene del que los use. Unos asientos textiles bien mantenidos y limpiados regularmente no presentan ningún problema. Por supuesto los de piel son mejores en ese aspecto.