Probamos el Renault 4 E-Tech: el resucitado ‘cuatro latas’ es un SUV eléctrico más cómodo, más práctico y que gasta bastante menos que el Renault 5 E-Tech
Nota de Motorpasión *****
Hace unos años, Renault, con Luca de Meo al frente, trazó un plan para electrificarse y lo llamó
Renaulution. Parte de ese plan consiste en lanzar coches eléctricos atractivos, tanto por precio, como por diseño y comportamiento.
El primero en llegar fue el
Renault 5 E-Tech y ahora es el turno de su hermano mayor, el Renault 4 E-Tech, que también llega con un diseño neoretro inspirado en un icono de Renault, pero con una dosis mucho más grande de practicidad.
El Renault 4 E-Tech comparte plataforma con el Renault 5 E-Tech, pero es más grande
El Renault 5 E-Tech fue uno de los lanzamientos más importantes del año 2024, de hecho, se ha llevado el premio de ‘Coche del Año en Europa’ (compartido con su primo, el Alpine A290). Con este utilitario, la marca del rombo pretende marcar un punto de inflexión porque es su primer coche eléctrico dirigido al gran público, es decir, su primer eléctrico de gran volumen. Y lo cierto es que, aunque solo lleva unos meses a la venta,
el R5 no está funcionando nada mal a nivel comercial.
Buena parte de su éxito radica en un diseño neoretro inspirado en el primer Renault 5 y en el Renault Supercinco, dos modelos que fueron especialmente populares en los años 70 y 80. La compañía francesa es consciente de que la nostalgia vende, en general, pero, sobre todo, en la industria del automóvil.
La idea era combinar la última tecnología de la marca en materia de electrificación con un fuerte componente nostálgico y está quedando claro que funciona. Pero no es una apuesta única que se va a limitar al Renault 5 E-Tech, sino que esa estrategia se va utilizar para dar forma a una gama de coches eléctricos que se van a posicionar en diferentes segmentos (y rangos de precios).
Al Renault 5 E-Tech le van a acompañar los Renault 4 E-Tech y
Renault Twingo E-Tech. Para el lanzamiento de este último todavía hay que esperar unos meses, pero
el Renault 4 E-Tech ya está a la venta. Su planteamiento es muy parecido al del Renault 5 E-Tech, pero, en lugar de ser un utilitario, es un SUV urbano, por lo que es más grande. Evidentemente, rinde homenaje al Renault 4, conocido popularmente como ‘cuatro latas’,
otro icono de Renault del que se vendieron más de ocho millones de unidades en todo el mundo entre 1961 y 1994.
Para traer de vuelta el Renault 4, los del rombo han utilizado la misma plataforma AmpR Small del Renault 5 E-Tech (en realidad, ambos comparten el 68% de piezas), pero la distancia entre ejes del Renault 4 es 8 cm más larga que la del Renault 5. Gracias a ello, mide 4,14 metros de largo (es decir, 22 cm más que su hermano pequeño) y, como veremos luego, es más amplio por dentro.
La altura libre del Renault 4 E-Tech también se ha aumentado en 4 cm respecto a la del Renault 5 E-Tech, hasta llegar a los 18,1 cm; no es una distancia libre espectacular, pero sí es suficiente para pasar por pistas y caminos sencillos sin miedo a tocar con nada. El Renault 4 original tenía muy buena distancia libre al suelo, por eso, mucha gente lo utilizó (y lo sigue utilizando) para circular por el campo. Su sucesor eléctrico no está preparado para ser tan eficaz fuera del asfalto, pero ofrece más altura libre que la mayoría de SUV y, siendo sinceros, la mayoría de la gente no necesita más.
Lo bueno es que, con esta altura libre, el Renault 4 es un coche más versátil y da mucho juego, especialmente para la gente que tiene un estilo de vida activo y va a correr al monte, sale con la bici o practica surf. De hecho, para esto último viene de perlas que el respaldo de los asientos traseros y del asiento delantero del pasajero se pueda plegar porque se puede llevar una tabla de surf.
Renault 4 E-Tech: así es por dentro
La habitabilidad y el espacio interior no son los puntos fuertes del Renault 5 E-Tech, pero sí lo son en el Renault 4 E-Tech. Esa es una de las principales diferencias entre ambos modelos. El Renault 5 tiene unas plazas traseras muy justas, hasta el punto de que, con 1,83 metros de altura, no quepo detrás si coloco el asiento del conductor a mi gusto y el maletero, con 277 litros de capacidad, es solo correcto.
En el Renault 4 E-Tech quepo perfectamente en las plazas traseras y me sobra espacio para la cabeza. El acceso a esta parte del habitáculo también es bueno porque las puertas posteriores tienen un buen ángulo de apertura y hay hueco suficiente para entrar, salir y sentar a un niño en su sillita sin pasar calamidades. Eso sí, como cualquier coche del segmento B, no sirve para cinco porque la plaza central trasera es muy pequeña y, como mucho, puede hacer un apaño para niños o para una emergencia.
El maletero tiene 420 litros de capacidad, por lo que es bastante más grande que el del Renault 5 E-Tech. Más allá de su volumen, es muy aprovechable porque tiene un diseño muy limpio y regular, parecido al del Renault 4 original (que, por cierto, fue el primer cinco puertas de la historia).
El portón puede ser eléctrico (en el R5 no), la boca de carga es gigante y el suelo, que está casi enrasado con el umbral de carga, es muy bajo para facilitar lo máximo posible la carga. En caso de necesitar más espacio, plegando los respaldos de los asientos traseros pasa a tener 1.405 litros de capacidad, aunque con esa configuración tiene un inconveniente: el suelo no queda completamente plano.
Por lo demás, el interior es prácticamente idéntico al del Renault 5 E-Tech (también en términos de calidad, con plásticos duros, pero bien ajustados), aunque las tapicerías y las molduras son exclusivas del Renault 4 E-Tech.
También ofrece muchas opciones de personalización, incluso puede tener el portabaguettes que conocimos con el R5, pero no hace tantos guiños a su antepasado desde el punto de vista del diseño, como sí sucede con el R5. De alguna manera, lo que ha ganado en practicidad lo ha perdido en personalidad (insisto, solo por dentro), sencillamente porque no tiene un diseño exclusivo, pero eso no significa que no sea atractivo: lo es tanto como el R5.
La ergonomía es igual de buena y mantiene los prácticos botones físicos para el climatizador, así como la palanca del selector del cambio detrás del volante, un cuadro digital personalizable muy completo en información y fácil de leer, muchos huecos potaobjetos y uno de los puntos fuertes que tiene Renault actualmente: el multimedia openR Link con Google integrado (y con la app de inteligencia artificial ChatGPT integrada).
Además de tener un diseño agradable, es un sistema de infoentretenimiento intuitivo, funciona rápido y tiene muy buena conectividad; no solo es el mejor del segmento, sino uno de los mejores del mercado. Solo mejoraría una cosa: la calidad de la cámara trasera, pero no una cuestión del sistema multimedia, sino de la cámara que ha utilizado Renault.
Otra de las cosas que me ha gustado del interior es la posición de conducción. Te puedes sentar más alto que en el Renault 5, la visibilidad es mejor y los asientos son igual de cómodos, básicamente porque son idénticos.
Otra de las cosas que comparte con el Renault 5 (y con otros modelos de Renault y Dacia) es un botón situado en el salpicadero, a la izquierda del volante, que permite seleccionar un perfil preconfigurado para los modos de conducción; si en ese perfil se desactiva el molesto aviso sonoro que pita al superar los límites de velocidad, basta con pulsar el botón dos veces para desactivarlo. Es muy útil porque el aviso se reactiva cada vez que enciendes de nuevo el coche
para cumplir con la normativa europea; en otros coches es mucho más complicado desactivarlo. Renault llama a este botón “My Safety Switch”.
Es una solución sencilla, pero contribuye a que el coche sea más cómodo y tiene especial sentido en el Renault 4 porque lo que ha buscado Renault con este coche es que sea práctico y confortable. Ya hemos visto que cumple bien en términos de practicidad y basta con conducirlo unos pocos kilómetros para darse cuenta de que también es muy cómodo.
Así va el Renault 4 E-Tech
Esa es otra de las cuestiones que lo diferencian del Renault 5; no es que el R5 no sea cómodo, pero está más orientado al dinamismo, con una dirección más rápida y directa y una suspensión más firme. El Renault 4, en cambio, da prioridad al confort, con una dirección menos directa que resulta más cómoda, especialmente a la hora de callejear, y con una suspensión más blanda que se traga mejor los baches, filtra mejor en carreteras rotas y hace que el coche sea más confortable en carretera.
En casi todos los coches eléctricos, la suspensión es más bien dura y en muchos resulta algo seca. Tiene una explicación: son coches pesados y es necesario que la suspensión sea firme. Sin embargo, el Renault 4 E-Tech no es pesado, más bien lo contrario porque pesa 1.410 kg en su versión menos potente y 1.462 kg en la variante de mayor potencia y autonomía.
No es un peso pluma y, desde luego, queda muy lejos de los alrededor de 700 kg que pesaba el Renault 4 original, pero es una cifra muy razonable para un coche eléctrico y a Renault le ha permitido configurar la suspensión con una puesta a punto más blanda.
Para la primera prueba lo he conducido en Lisboa y en las carreteras de sus alrededores y me ha parecido siempre muy cómodo, incluso en las típicas calles adoquinadas de Portugal. Comparado con el Renault 5, es menos preciso y menos ágil, pero sigue siendo un coche muy agradable de conducir y con un punto divertido, al menos en la versión de 150 CV que probado porque se mueve muy bien (acelera de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos) y, a diferencia de otros eléctricos, transmite. No solo es la dirección, que está muy bien calibrada, sino otras cuestiones, como el tacto del freno, que es muy bueno.
También es muy fácil de conducir y tiene algo que permite que la conducción sea todavía más fácil: levas para regular la intensidad de la frenada regenerativa. El Renault 5 no tiene esta función (de momento, porque Renault ha confirmado que dentro de unos meses la tendrá) y es muy útil porque se puede “jugar” con las levas para que el coche retenga más o menos al levantar el pie del acelerador, hasta el punto de llegar a frenarse por completo en la posición de frenada regenerativa más intensa, denominada one pedal. Contando con el one pedal hay cuatro niveles de intensidad y en función del que se escoja se puede conducir sin tener que tocar el freno.
Otra de las mejoras del R4 respecto al R5 está en el consumo. Comparte baterías y motores, pero es más grande y más alto, por lo que debería gastar más, pero es lo contario. Gasta bastante menos que el R5: en lugar de moverse en el entorno de los 16-17 kWh/100 km, se conforma con medias de unos 13-14 kWh/100 km.
Hay dos versiones disponibles, una con batería de 40 kWh y un motor de 120 CV, y otra con batería de 52 kWh y un motor de 150 CV. La primera homologa una autonomía de 308 km en ciclo combinado WLTP y la segunda llega hasta los 409 km. Teniendo en cuenta que el consumo ronda los 14 kWh/100 km en la versión más potente, la autonomía real supera los 350 km.
Teniendo en cuenta que es un coche de planteamiento urbano, me parece una cifra razonable. Claro que, por calidad de rodadura, confort de marcha, potencia y espacio, el Renault 4 sirve perfectamente para viajar, al menos de vez en cuando, y en este escenario la autonomía si se antoja más escasa, pero puede cargar en corriente continua a 100 kW, por lo que planificando bien el viaje no debería haber ningún problema.
La versión de batería pequeña solo carga a 80 kW en corriente continua (ambas pueden cargarse a 11 kW en corriente alterna), pero no hay ninguna que no sea compatible con carga continua (el Renault 5 básico que todavía no está a la venta solo puede cargar en corriente alterna).
Precio del Renault 4 E-Tech
Falta hablar de precios. Hay dos variantes del Renault 4 disponibles, la de techo fijo y la de techo abierto eléctrico (Renault lo llama “plein sud”), con un techo de lona que recuerda al que podía tener el Renault 4 original, pero esta última variante todavía no está disponible. La versión con techo fijo tiene un precio de partida al contado de 28.752 euros con la batería de 40 kWh (autonomía urbana), el motor de 120 CV y el acabado evolution (el único disponible para esta versión).
versión
pvp
Renault 4 e-tech 40 kWh 120 CV evolution
28.752 euros
Renault 4 e-tech 52 kWh 150 CV evolution
31.632 euros
Renault 4 e-tech 52 kWh 150 CV techno
33.552 euros
Renault 4 e-tech 52 kWh 150 CV iconic
36.472 euros
Con la batería de 52 kWh (autonomía confort) y el motor de 150 CV, el precio base del Renault 4 E-Tech con techo fijo es de 31.632 euros. En este caso, hay tres acabados disponibles: evolution, techno e iconic. El modelo analizado en esta toma de contacto es el 52 kWh con 150 CV y la terminación iconic; el precio de partida de esta versión es de 36.472 euros. Con el acabado intermedio techno arranca en 33.552 euros.
El Renault 5 E-Tech con batería de 40 kWh y 120 CV parte desde los 26.832 euros, por lo que el Renault 4 E-Tech es 1.920 euros más caro. Con el Plan MOVES III, el precio pasa a ser mucho más interesante, pero, sin ayudas, es un coche más bien caro y está muy lejos del concepto de coche popular y barato del primer Renault 4, aunque también es mucho "más coche" que su antepasado, en todos los sentidos.
Imágenes | Renault y Motorpasión
https://www.motorpasion.com/pruebas-de-coches/prueba-renault-4-e-tech-2025