Bola8
Forista Senior
Pues ha llegado el momento de dar la noticia como Dios manda:
No había día que no me arrepintiera de haberlo vendido, y 8 años después ha sido posible localizarlo y re-comprarlo.
Tres dueños y 100.000 kilómetros después, mi E36, el calamar, el que un joven impulsivo se compró con su primer sueldo y le puso una bola de billar con el número 8 como pomo de la palanca del cambio, vuelve a casa.
Una acción completamente ilógica, irracional y solo tirada del corazón, soy consciente.
No quepo en mí de felicidad, como os podéis imaginar, por otro lado.
Allá 2013 me ví obligado a darlo a cambio de un vehículo más nuevo, un Dodge Avenger que bajo la fachada de coche americano musclecarizado, ni de lejos cumplió con las sonrisas que me sacaba el TDS. Un embrague para cambiar, unos discos de freno listos de papeles, y sobre todo, una mujer que deseaba algo más nuevo para hacer nuestros viajes juntos, tuvieron "la culpa" de que me lo acabase quitando.
Soñaba con él y con que lo conducía de nuevo casi todas las semanas. No podía evitar buscar su matrícula con la mirada cada vez que veía un E36 blanco, o incluso en varias ocasiones le seguía la pista através de páginas como Carfax, para ver, que precisamente no había caído en buenas manos:
Varios dueños, entre ellos, un "club" de carreras, me imaginaba mi coche destrozado y ya irrecuperable.
Sé que puedo estar sonando muy romántico, pero es difícil expresar con palabras cómo el estómago se me revolvía cada vez que pensaba en mi ex-E36. Sabía que necesitaba recuperar este coche.
En octubre de 2018 lo localicé en una conocida página de venta de coches de segunda mano en un estado relativamente aceptable (eso sí, lejos de cómo lo conservaba yo). En cuanto llamé al dueño, mi desilusión no se hizo esperar al contarme que estaba vendido.
Me olvidé del coche hasta que, hace un mes, contándole esta historia a mi nueva pareja (esta vez me la busqué un poco "petrolhead", como el servidor) me dijo que iba a intentar localizar el coche por todos los medios posibles.
Y vaya si lo hizo... El coche resulta que estaba guardado en un garaje a las afueras de mi ciudad, en posesión de un "conocido" suyo.
Lo habían comprado a un gitano, re-pintado en gris, y puesto un faldón ///M, entre "otras bondades".
Solamente me dió esta información, y que había hablado con el dueño y que se iba para Bilbao la semana que viene (estaba vendido ya). La simple idea de que estuviese tan cerca y a la vez para siempre tan lejos ya, me volvía loco.
Por segunda vez, mi gozo en un pozo.
Llegué a entender que el destino había querido que me olvidaste de ese coche, y era justo lo que tenía que hacer.
A la tarde siguiente, mi pareja me dijo que se iba a comprar con mi hermano, y que a una hora tenía que bajar a ayudarles a subir las bolsas. Es algo que hacemos muy a menudo, así que nada fuera de lo normal.
Cuando ví aparecer mi coche por la puerta de la urbanización, con ella y mi hermano, casi me caigo del susto...
Di un salto de alegría que llegué hasta el techo.
Ni siquiera el "estado actual" del coche disipó un apice mi felicidad. Lo habían preparado todo, y entre los dos me habían regalado y traído de vuelta mi BMW, mi primer coche, estaba recuperado y de nuevo en casa.
El curro que tiene por hacer ahora el coche es inconmensurable. Los interiores están desechos, las llantas en 18 las pienso vender antes que cante un gallo y ponerle las originales, por supuesto quiero volver a pintarlo en blanco... Por contra, el motor sigue cantando bastante bastante bien. A continuación intentaré enumerarlos todo, para no alargar mucho este primer post.
Intentaré en el hilo ir actualizando todo este proceso de reacondicionamiento, con fotos, datos, experiencias, etc.
Espero no haberos aburrido mucho

No había día que no me arrepintiera de haberlo vendido, y 8 años después ha sido posible localizarlo y re-comprarlo.
Tres dueños y 100.000 kilómetros después, mi E36, el calamar, el que un joven impulsivo se compró con su primer sueldo y le puso una bola de billar con el número 8 como pomo de la palanca del cambio, vuelve a casa.
Una acción completamente ilógica, irracional y solo tirada del corazón, soy consciente.
No quepo en mí de felicidad, como os podéis imaginar, por otro lado.
Allá 2013 me ví obligado a darlo a cambio de un vehículo más nuevo, un Dodge Avenger que bajo la fachada de coche americano musclecarizado, ni de lejos cumplió con las sonrisas que me sacaba el TDS. Un embrague para cambiar, unos discos de freno listos de papeles, y sobre todo, una mujer que deseaba algo más nuevo para hacer nuestros viajes juntos, tuvieron "la culpa" de que me lo acabase quitando.
Soñaba con él y con que lo conducía de nuevo casi todas las semanas. No podía evitar buscar su matrícula con la mirada cada vez que veía un E36 blanco, o incluso en varias ocasiones le seguía la pista através de páginas como Carfax, para ver, que precisamente no había caído en buenas manos:
Varios dueños, entre ellos, un "club" de carreras, me imaginaba mi coche destrozado y ya irrecuperable.
Sé que puedo estar sonando muy romántico, pero es difícil expresar con palabras cómo el estómago se me revolvía cada vez que pensaba en mi ex-E36. Sabía que necesitaba recuperar este coche.
En octubre de 2018 lo localicé en una conocida página de venta de coches de segunda mano en un estado relativamente aceptable (eso sí, lejos de cómo lo conservaba yo). En cuanto llamé al dueño, mi desilusión no se hizo esperar al contarme que estaba vendido.
Me olvidé del coche hasta que, hace un mes, contándole esta historia a mi nueva pareja (esta vez me la busqué un poco "petrolhead", como el servidor) me dijo que iba a intentar localizar el coche por todos los medios posibles.
Y vaya si lo hizo... El coche resulta que estaba guardado en un garaje a las afueras de mi ciudad, en posesión de un "conocido" suyo.
Lo habían comprado a un gitano, re-pintado en gris, y puesto un faldón ///M, entre "otras bondades".
Solamente me dió esta información, y que había hablado con el dueño y que se iba para Bilbao la semana que viene (estaba vendido ya). La simple idea de que estuviese tan cerca y a la vez para siempre tan lejos ya, me volvía loco.
Por segunda vez, mi gozo en un pozo.
Llegué a entender que el destino había querido que me olvidaste de ese coche, y era justo lo que tenía que hacer.
A la tarde siguiente, mi pareja me dijo que se iba a comprar con mi hermano, y que a una hora tenía que bajar a ayudarles a subir las bolsas. Es algo que hacemos muy a menudo, así que nada fuera de lo normal.
Cuando ví aparecer mi coche por la puerta de la urbanización, con ella y mi hermano, casi me caigo del susto...
Di un salto de alegría que llegué hasta el techo.
Ni siquiera el "estado actual" del coche disipó un apice mi felicidad. Lo habían preparado todo, y entre los dos me habían regalado y traído de vuelta mi BMW, mi primer coche, estaba recuperado y de nuevo en casa.

El curro que tiene por hacer ahora el coche es inconmensurable. Los interiores están desechos, las llantas en 18 las pienso vender antes que cante un gallo y ponerle las originales, por supuesto quiero volver a pintarlo en blanco... Por contra, el motor sigue cantando bastante bastante bien. A continuación intentaré enumerarlos todo, para no alargar mucho este primer post.
Intentaré en el hilo ir actualizando todo este proceso de reacondicionamiento, con fotos, datos, experiencias, etc.
Espero no haberos aburrido mucho


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