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PRESIDENTE DE RENAULT
Ghosn afirma que Renault competirá con Mercedes y BMW
Ghosn advierte que la marca no está en crisis, pero que es vulnerable por la caída de márgenes.
Hasta 2009, la compañía francesa lanzará cinco nuevos modelos con un precio mínimo de 27.000 euros para entrar definitivamente en el selecto club de la gama alta (premium) y competir con Mercedes y BMW.Desde que Carlos Ghosn relevó a Louis Schweitzer en la presidencia de Renault, 160.000 empleados del grupo francés en todo el mundo han estado pendientes del momento en el que el ‘mata costes’ indicara sus propósitos respecto al futuro del fabricante de automóviles.
De forma sorprendente Ghosn descartó el jueves la temida reestructuración de la plantilla y centró todo su plan en mejorar el valor de Renault al lanzar 26 modelos, alcanzar un ratio de beneficios operativos del 6% -como los mejores fabricantes del mundo- y añadir 800.000 unidades a la cifra de ventas anuales. Todo ello en el plazo de cuatro años.
«No habrá despidos porque no estamos en crisis. Pero somos vulnerables, porque los márgenes en la venta de automóviles son muy ajustados», explicó el presidente de Renault. «Nuestro modelo es el de las compañías que son más rentables y, que aún así, siguen creciendo», añade.
Ghosn ha advertido que este plan para ponerse al nivel de Porsche y BMW no es una aspiración, sino un compromiso. «Si no alcanzamos nuestros objetivos, habrá consecuencias, porque entonces la situación sí será preocupante». Y ¿qué hará usted si falla? «No lo tomo en consideración, sólo pienso en poner el plan en marcha, en implicar a todos los empleados aclarando sus dudas, motivándolos Es lo que hice en Japón con Nissan y funcionó».
Lanzamiento del Laguna
En este año de transición, Renault preparará el lanzamiento de su berlina Laguna para situarla entre las tres mejores de su segmento en Europa. «Es sólo el primer peldaño», explica el ejecutivo. Hasta 2009, la compañía francesa lanzará cinco nuevos modelos con un precio mínimo de 27.000 euros para entrar definitivamente en el selecto club de la gama alta (premium) y competir con Mercedes y BMW.
En este sentido, Ghosn apunta que la verdadera piedra de toque será el primer todocamino de Renault. Desarrollado con Nissan, el modelo podría llegar en 2007. «Más vale tarde que nunca. Se ha demostrado su valor en Nissan con modelos como el Murano. Son un segmento que aún tiene mucho futuro y voy a impulsarlo dentro de la compañía», asegura.
En lo referido al resto de vehículos que sacará al mercado, Ghosn prefiere no desvelar su estrategia. Su mensaje es que Renault debe dejar de depender de modelos como el Mégane y que construirá coches para venderlos a sus clientes, no para justificar empleo en fábricas y oficinas.
Respecto al lugar del Modus, del que depende la actividad de la fábrica del grupo en Valladolid, el ejecutivo se muestra impreciso.«Quienes lo compran quedan satisfechos. Pero es un coche de nicho. El fallo estuvo en creer que los clientes que lo demandarían serían muchos más».
Falta de sintonía con la Bolsa
¿Será suficiente el plan de salvación para evitar que Renault caiga en una situación crítica? Según Carlos Ghosn, sí. Pero los inversores y analistas financieros tienen sus dudas.
La rentabilidad de la marca del rombo bajó un 37% el año pasado y aún seguirá cayendo éste para recuperarse posteriormente y alcanzar el 6% en 2009. El escepticismo se reflejó en la Bolsa parisina. La cotización de Renault bajó un 5% al conocerse el plan de Ghosn, aunque más tarde se equilibró.
A su vez, el presidente del grupo francés marca distancias con la lectura de los mercados financieros, «Si atendiera a las reacciones de los analistas, hubiera tirado a la basura mi plan de reflotamiento de Nissan nada más anunciarlo en 1999. Las acciones se desplomaron un 35% aquel día», explica Ghosn.
«La gestión de una empresa no puede basarse en las reacciones de los mercados a corto plazo. Años después de aquel anuncio, el valor de Nissan se había quintuplicado».
Las malas lenguas afirmaban que la reacción inicial del mercado de valores era la respuesta francesa al hecho de que Ghosn esté eliminando el francés como lengua oficial de Renault y lo esté sustituyendo por el lenguaje de los negocios: el inglés.
Ghosn afirma que Renault competirá con Mercedes y BMW
Ghosn advierte que la marca no está en crisis, pero que es vulnerable por la caída de márgenes.
Hasta 2009, la compañía francesa lanzará cinco nuevos modelos con un precio mínimo de 27.000 euros para entrar definitivamente en el selecto club de la gama alta (premium) y competir con Mercedes y BMW.Desde que Carlos Ghosn relevó a Louis Schweitzer en la presidencia de Renault, 160.000 empleados del grupo francés en todo el mundo han estado pendientes del momento en el que el ‘mata costes’ indicara sus propósitos respecto al futuro del fabricante de automóviles.
De forma sorprendente Ghosn descartó el jueves la temida reestructuración de la plantilla y centró todo su plan en mejorar el valor de Renault al lanzar 26 modelos, alcanzar un ratio de beneficios operativos del 6% -como los mejores fabricantes del mundo- y añadir 800.000 unidades a la cifra de ventas anuales. Todo ello en el plazo de cuatro años.
«No habrá despidos porque no estamos en crisis. Pero somos vulnerables, porque los márgenes en la venta de automóviles son muy ajustados», explicó el presidente de Renault. «Nuestro modelo es el de las compañías que son más rentables y, que aún así, siguen creciendo», añade.

Ghosn ha advertido que este plan para ponerse al nivel de Porsche y BMW no es una aspiración, sino un compromiso. «Si no alcanzamos nuestros objetivos, habrá consecuencias, porque entonces la situación sí será preocupante». Y ¿qué hará usted si falla? «No lo tomo en consideración, sólo pienso en poner el plan en marcha, en implicar a todos los empleados aclarando sus dudas, motivándolos Es lo que hice en Japón con Nissan y funcionó».
Lanzamiento del Laguna
En este año de transición, Renault preparará el lanzamiento de su berlina Laguna para situarla entre las tres mejores de su segmento en Europa. «Es sólo el primer peldaño», explica el ejecutivo. Hasta 2009, la compañía francesa lanzará cinco nuevos modelos con un precio mínimo de 27.000 euros para entrar definitivamente en el selecto club de la gama alta (premium) y competir con Mercedes y BMW.
En este sentido, Ghosn apunta que la verdadera piedra de toque será el primer todocamino de Renault. Desarrollado con Nissan, el modelo podría llegar en 2007. «Más vale tarde que nunca. Se ha demostrado su valor en Nissan con modelos como el Murano. Son un segmento que aún tiene mucho futuro y voy a impulsarlo dentro de la compañía», asegura.
En lo referido al resto de vehículos que sacará al mercado, Ghosn prefiere no desvelar su estrategia. Su mensaje es que Renault debe dejar de depender de modelos como el Mégane y que construirá coches para venderlos a sus clientes, no para justificar empleo en fábricas y oficinas.
Respecto al lugar del Modus, del que depende la actividad de la fábrica del grupo en Valladolid, el ejecutivo se muestra impreciso.«Quienes lo compran quedan satisfechos. Pero es un coche de nicho. El fallo estuvo en creer que los clientes que lo demandarían serían muchos más».
Falta de sintonía con la Bolsa
¿Será suficiente el plan de salvación para evitar que Renault caiga en una situación crítica? Según Carlos Ghosn, sí. Pero los inversores y analistas financieros tienen sus dudas.
La rentabilidad de la marca del rombo bajó un 37% el año pasado y aún seguirá cayendo éste para recuperarse posteriormente y alcanzar el 6% en 2009. El escepticismo se reflejó en la Bolsa parisina. La cotización de Renault bajó un 5% al conocerse el plan de Ghosn, aunque más tarde se equilibró.
A su vez, el presidente del grupo francés marca distancias con la lectura de los mercados financieros, «Si atendiera a las reacciones de los analistas, hubiera tirado a la basura mi plan de reflotamiento de Nissan nada más anunciarlo en 1999. Las acciones se desplomaron un 35% aquel día», explica Ghosn.
«La gestión de una empresa no puede basarse en las reacciones de los mercados a corto plazo. Años después de aquel anuncio, el valor de Nissan se había quintuplicado».
Las malas lenguas afirmaban que la reacción inicial del mercado de valores era la respuesta francesa al hecho de que Ghosn esté eliminando el francés como lengua oficial de Renault y lo esté sustituyendo por el lenguaje de los negocios: el inglés.