Los mejores motes de coches de la historia, del “Filete” al “Castillo”
La tradición de poner apodos a los automóviles se ha perdido en las últimas décadas, posiblemente porque el diseño se ha hecho más uniforme y menos arriesgado. Es decir, los coches cada vez tienen menos personalidad propia.
En esta ocasión, hemos reunido los mejores motes de coches de la historia, una recopilación que nos traslada en el tiempo, pues hoy en día es una costumbre que prácticamente ha desaparecido. Además, la ristra de apodos que vamos a enseñaros es también una muestra de la clásica guasa española, de forma que algunos servían para nombrar al coche, pero otros se referían incluso al dueño.
Si hablamos de apodos, el VW Tipo 1 se lleva la palma, tiene un mote diferente en cada país.
La costumbre de apodar a los coches se ha ido perdiendo, principalmente porque las marcas cada vez se arriesgan menos a la hora de diseñar los coches. Y es que ya no hay automóviles tan diferentes entre sí como en los años 60, 70 u 80, periodo que concentra la mayoría de los ejemplos que vamos a mostrar. Eso sí, ya en los albores del automóvil encontraremos algunos coches con su propio mote, hasta el punto de que, en el caso del
“Alfonso XIII”, pasó a servir para denominar al coche.
En muchas ocasiones, los sobrenombres elegidos servían para señalar características de diseño, como en el caso del “Ojos de rana”. En otras, no dejaban de reflejar cierta envidia -otro de los deportes nacionales- como en el caso de los
“Haiga” o del
“Castillo”. Sea como fuere, hemos reunido más de 30 de los mejores motes de coches de la historia, muchos de los cuales, seguro que os arrancan una sonrisa.
LOS “HAIGAS”
Era el sobrenombre que recibían automóviles de gran tamaño en las décadas de los 50 y de los 60. Se decía que el comprador había pedido en el concesionario “el coche más grande que
haiga”.
SEAT 600: EL PELOTILLA
El coche que motorizó nuestro país tuvo un sinfín de motes, pero el más recordado es éste que se refiere a su tamaño. También se le conoció como “Seílla” y como “ombligo”, pues fue tan popular que se decía que todo el mundo tenía uno.
RENAULT SUPERCINCO GT TURBO: EL SOPLILLO
Se le denominaba así por el sonido del soplo de su turbo, aunque como muchos de los GTI de la época, también arrastró cierta fama de “Matapijos”. Dicho mote acompañó también a la Yamaha RD350, por ejemplo.
AUDI SPORT QUATTRO S1 E2: EL QUITANIEVES
El Sport Quattro es uno de los coches de competición más impresionante de la historia. En su última evolución, contó con una aerodinámica muy sofisticada que incluía un enorme faldón delantero que a muchos les recordaba a una máquina “Quitanieves”.
MERCEDES-BENZ 300 SL: ALAS DE GAVIOTA
Hablamos del Mercedes más famoso de la historia, y mira que hay dónde elegir. Además de ser un coche extraordinario, parte de su popularidad reside en su peculiar apertura de puertas, imitada hasta la saciedad.
SIMCA 1000: EL FILETE
La publicidad de la época lo anunciaba como “el cinco plazas con nervio”, pero pronto se dijo con guasa que, si era “para cinco y con nervio”, era como el “Filete del pobre”. Posteriormente, el mote quedó como “Filete” a secas.
RENAULT 4CV: SEIS BIGOTES
Dicha denominación se empleó para diferenciar las primeras versiones, con seis lamas en el frontal, de las posteriores. En España, también se le llama 4/4, por los 4 caballos y las 4 puertas.
SEAT 1430: LA LOCA
En este caso, estamos ante una denominación que se sigue usando mucho entre los aficionados en la actualidad. Se le llama así por sus excelentes e inesperadas prestaciones, aunque hoy en día no pasaría los filtros de la corrección política.
FIAT MÚLTIPLA: EL PAPAMÓVIL
El peculiar modelo italiano es un fijo en los listados de los coches más feos de la historia, si bien su concepto es realmente práctico. Dado que el habitáculo parece una burbuja acristalada, se le apoda “papamóvil”, aunque la mayoría se conforma con decir que es simplemente feo.
HISPANO-SUIZA T20: LA SARDINA
Bastó una carrocería estrecha y alargada echa en aluminio para que a alguien esta versión de carreras le recodara a una sardina… Y ojo, que no sólo se usó en España, por lo visto, también se le conoce así en Francia.
BMW 3.0 CSL: EL BATMÓVIL
Seguimos con la lista de los mejores motes de coches de la historia con un automóvil que jamás estuvo en Gotham y tampoco lo condujo Batman. En todo caso, impresionante aerodinámica sirvió para que todo el mundo lo conozca como “Batmobile”.
RENAULT TWINGO: EL HUEVO
El simpático utilitario francés recibió dicha denominación por su pequeño tamaño y sus formas redondeadas. La popularidad del modelo galo fue tal, que la marca lo va a recuperar para el futuro.
CITROËN DS: EL TIBURÓN
Otro automóvil cuya popularidad le granjeó numerosos motes, inicialmente en de “La diosa”, pues en Francia los coches son femeninos. En España, su figura impresionó tanto que se le apodó “Tiburón”, mientras en otros sitios fue el “Sapo” por sus faros saltones.
RENAULT 4: EL CUATRO LATAS
La aparición de la versión 4L sirvió para que automáticamente el R4 pasase a ser conocido como el “Cuatro latas”. El apodo respondía a su sencillez, pues se decía que estaba hecho con cuatro latas.
ISETTA: EL HUEVO
Fabricado por Iso, pero también por BMW, la denominación de “Huevo” es más una descripción que un mote en sí mismo. En los años 90, muchos descubrieron el coche en manos del popular Steve Urkel en
Cosas de casa.