Motor 2.0 e-SKYACTIV-X 186 CV (disponible desde abril de 2021)
Casi dos años después de su lanzamiento al mercado, Mazda actualizó el motor SKYACTIV-X, que pasó a denominarse e-SKYACTIV-X (con una «e» al principio). Los cambios más importantes, que detallamos en
este artículo de técnica, se dan en la cabeza de los
pistones y en las
válvulas de admisión, pero también los hay en la gestión electrónica (tanto en la del propio motor como en la del
sistema de hibridación ligera). La potencia máxima asciende hasta los 186 CV y el par, hasta los 240 Nm (7 CV y 16 Nm más que antes;
ficha comparativa).
Mazda dice que con estas modificaciones, además de reducir el consumo de carburante, ha mejorado la respuesta del motor, y nuestras primeras impresiones tras conducir una unidad de Mazda3 con este motor así lo confirman. Su funcionamiento es idéntico al del SKYACTIV-X (a secas), es decir, es muy lineal en su entrega de potencia y no hay nada que evidencie que funciona sin necesidad de la chispa de la
bujía en determinadas condiciones. Ahora bien, el empuje que proporciona a medio régimen es algo más intenso y hace que la conducción sea un poco más relajada (ya no es necesario estar tan pendiente del cambio de marchas para realizar adelantamientos o para encarar pendientes pronunciadas).
Durante la presentación de este motor hicimos seis mediciones de aceleración entre 80 y 120 km/h, aunque en un lugar distinto a donde lo solemos hacer con todos los coches de pruebas. Es por ello que, aunque muy orientativos, los datos obtenidos no se deben tomar como definitivos (para ello tendremos que probarlo en el mismo sitio). La media de las seis mediciones dieron como resultado 5,5 segundos, un dato notablemente mejor que el obtenido en su día con el Mazda3 SKYACTIV-X de 179 CV (6,9 segundos en el mejor de los casos) y un poco más cercano al de modelos de potencia similar: un
Honda Civic 5p 1.5 Turbo de 182 CV necesitó 5,0 segundos en la misma medición, por ejemplo.
El consumo homologado es más bajo que el del extinto motor SKYACTIV-X de 179 CV, con una reducción de entre 0,3 y 0,5 l/100 km, en función de la versión (
ficha comparativa). Durante los casi 150 kilómetros que recorrimos en la presentación, no hicimos mediciones de consumo demasiado precisas y además practicamos una conducción muy poco homogénea (en ocasiones muy lentos, por ciudad y en otras a un ritmo vivo, por carreteras de montaña). No obstante, al final de la jornada, el ordenador de viaje indicaba un consumo medio de 7,4 l/100 km, que es un dato bueno. Cuando probemos el coche más detenidamente, haremos nuestro recorrido habitual y daremos una opinión más fundada sobre este asunto.