Pues ayer por la tarde, incorporándome a la Avenida de América desde Emilio Vargas, un eunuco mental con una moto, de estos que desconocen las normas de tráfico, me rozó la aleta trasera del coche con el carenado.
Su reacción, como no podía ser de otra forma tratándose de un eunuco mental, fue la de maniobrar y escaparse a toda leche por el arcén, no fuese a ser que dar un parte al seguro le supusiese perder 10 minutos de su excitante vida y una subida tan brutal de la prima para el próximo año que le costase la ruina económica.
Como buen eunuco mental no se dio cuenta que detrás, las motos, llevan una placa cuadrada con números y letras, que a poco que uno sea ágil, no cuesta memorizar.
Si bien es cierto que revisando el roce, creo que con pulimento lo puedo dejar más que aceptable.
Su reacción, como no podía ser de otra forma tratándose de un eunuco mental, fue la de maniobrar y escaparse a toda leche por el arcén, no fuese a ser que dar un parte al seguro le supusiese perder 10 minutos de su excitante vida y una subida tan brutal de la prima para el próximo año que le costase la ruina económica.
Como buen eunuco mental no se dio cuenta que detrás, las motos, llevan una placa cuadrada con números y letras, que a poco que uno sea ágil, no cuesta memorizar.
Si bien es cierto que revisando el roce, creo que con pulimento lo puedo dejar más que aceptable.