Este sistema del semáforo en el carril de incorporación a las autovías lo usan mucho en EE.UU., y funciona muy bien: evita que se incorpore a la autovía, de golpe, una larga fila de coches, y con ello consiguen evitar que dichos coches que se incorporan colapsen el tráfico de la autovía.
En otras palabras: dosifica el número de vehículos que se incorporan a la autovía, evitando con ello que se paralice la autovía.
No consiste en que el semáforo se ponga en rojo durante un buen rato, sino que pasa de rojo a naranja intermitente constantemente, creando una distancia entre los coches que se incorporan. Si los conductores son cívicos el sistema funciona. Para forzar a ese civismo, han puesto la cámara de fotos (cosa que, personalmente, me parece muy apropiada, dada la conducta de determinados conductores en estas tierras).
Si el sistema funciona (allí funciona), creo que vamos a verlo en muchas incorporaciones.