Hay una forma mucho mejor de demostrar que somos solventes.
Eliminando ministerios y ministros duplicados, ministerios y ministros que ni ellos saben cuál es su competencia, diputados a mansalva, senadores, asesores a porrillo, asesores de los asesores, secretarias de los asesores de los asesores, etc.
La figura del asesor debería estar prohibida, el ministro de turno está ahí por y para algo, y se supone que tiene que saber hacer si trabajo (si, señores ministros, ustedes están trabajando y deben ser competentes, no es un sueldo Nescafé).
Pero como en este país, un ministro de sanidad es filósofo, una ministra de igualdad es cajera de supermercado y otros no tienen ni un triste estudio, es imposible que sean competentes en su trabajo y necesitan asesores que hagan lo que ellos no saben.
Cuando mi jefe me mande a hacer algo, le voy a decir que necesito tres asesores, a ver qué me dice.
Fijate si ahorraríamos dinero, si podría ir mejor económicamente el pais y podríamos demostrar solvencia, con dos simples cosas, teniendo los gobernantes justos y necesarios, y que estos sean competentes y sepan que hacer.