Conducir de día en un viaje largo es desesperante, tienes que estar aguantando a la máquina de regañar que se pasa el tiempo mirando constantemente a la velocidad que vas, y recordándote lo mismo cada cinco minutos, como te pongan otra multa ya veras,y lo peor de todo no es eso, sí no,que hay que estar pendiente del Recaudador, el del aire y el de tierra.Esto te lleva a estar incómodo e ir despistado en la conducción,y para colmo ir a velocidad de 120/130 pues no acompaña.La noche,es mi aliada,mi compañera de viaje, es cuando más disfruto conduciendo.La maquina de regañar se queda dormida,el recaudador del aire ya no existe,el de tierra normalmente se pierden en las áreas de servicio.Entonces ahí es cuando uno se siente cómodo de verdad.Mi velocidad cómoda de crucero es,un Barcelona Valencia y tengo que parar a repostar.Entonces en ese momento se escucha una voz que dice (La máquina de regañar)¡Otra vez tienes que echar gasolina!)Conducir de noche,a velocidad cómoda,no tiene precio.Conducir de día es de Esmayao.