Artículo principal:
Historia de Gibraltar
Véase también:
Disputa territorial de Gibraltar
Antigüedad y Edad Media
Torre del homenaje del castillo
mariní de Gibraltar.
La península y el peñón de Gibraltar, debido a su situación privilegiada en una de las orillas del
estrecho homónimo, han sido conocidos desde la antigüedad, como demuestran los yacimientos prehistóricos de las cuevas de Gorham's y Vanguard (40 000 años).
13 Fenicios y
griegos visitaron Gibraltar y la mitología griega identificó el peñón como una de las
Columnas de Hércules, denominada Calpe.
Gibraltar siguió el devenir de la costa meridional de la península ibérica, pasando del dominio
romano al
vándalo, posteriormente al
visigodo, para ser parte del
Imperio bizantino después, volver de nuevo a manos visigodas, pasando finalmente en 711 a
manos musulmanas, junto con el resto del reino visigodo. Hasta entonces no se tiene constancia de ningún asentamiento estable en el territorio. No obstante, la conquista del reino visigodo por los musulmanes conllevó un hecho significativo: la atribución de un nombre que, con algunas variaciones, ha sobrevivido hasta hoy: جبل طارق (
Ŷabal Tāriq, 'Monte de Táriq') en honor del caudillo musulmán
Táriq Ibn Ziyad.
El primer asentamiento permanente data de la época
almohade. En 1160 el sultán almohade
Abd al-Mumin ordenó la construcción de una fortificación en el territorio, cuyos restos aún forman parte del castillo de esta época. Este pasaría posteriormente a manos del reino
taifa de Granada, el cual lo conservaría hasta 1309, fecha en que es tomado por tropas
castellanas. En 1333 es conquistado por los meriníes (los tradicionales
benimerines), que habían invadido la España musulmana, quienes lo ceden al reino nazarí de Granada en 1374. Finalmente, en 1462, es vuelto a ocupar, esta vez definitivamente, por las tropas del
I duque de Medina Sidonia, a cuyo sucesor se le concedió en 1488 el
marquesado de Gibraltar, que en 1502 se reincorporó al dominio real. Un año después, los
Reyes Católicos le concedieron
su propio escudo de armas.
Ocupación y cesión al Reino Unido
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Asedio anglo-holandés de Gibraltar
Invasión de Gibraltar en 1704.
I Asedio, huida de la población civil a las poblaciones colindantes e invasión angloholandesa.
II Fracaso del capitán Villadarias de reconquistarlo
III A pesar de llegar los nuevos refuerzos,
Felipe V decide rendirse.
En el contexto de la
guerra de sucesión española, una flota del bando en favor del pretendiente
archiduque Carlos, formada por navíos ingleses y holandeses, atacó en el verano de 1704 varias localidades de la costa sur española hasta llegar a la bahía de Algeciras el 4 de agosto de 1704, donde tomaron posiciones para el ataque a Gibraltar. Las fuerzas borbónicas defensoras contaban con 80 soldados y 120 cañones, de los que un tercio estaban inservibles, junto con 300 milicianos con escasa o nula instrucción militar, lo que revelará ser insuficiente para hacer frente a la fuerza asaltante que totalizaba 12 000 hombres y 1500 cañones, y el apoyo de infantes de marina. Entre ellos se encuentra un
batallón de 350 soldados
catalanes que protagonizarían el asalto terrestre, desembarcando en la playa de La Caleta, que pasó a ser conocida desde entonces como
Catalan Bay.
Tras cinco horas de bombardeos, los marinos ingleses secuestraron a un grupo de civiles entre los que había mujeres y niños, utilizándolos como escudos humanos y notificándolo por carta a los sitiados.
14 Los defensores accedieron a negociar su capitulación haciendo entrega de la plaza al
príncipe de Hesse-Darmstadt.
El último de Gibraltar, cuadro de
Augusto Ferrer-Dalmau que retrata a
Diego de Salinas, último gobernador español del peñón.
La ocupación de Gibraltar supuso el desplazamiento de la mayor parte de su población. El 5 de agosto, el cabildo de Gibraltar presidido por
Cayo Prieto Laso de la Vega junto con el gobernador militar de Gibraltar, el general de artillería
Diego de Salinas, deciden abandonar Gibraltar al no desear prestar juramento de fidelidad al archiduque. Se vota por aclamación popular (en voz alta) pero se deja voluntad al vecindario para marcharse o quedarse. Al día siguiente, 6 de agosto, se inicia el éxodo, con los atributos identificativos de la ciudad: pendones, archivos, sellos, documentos, imágenes religiosas, libros de registros parroquiales con actas de nacimientos, defunciones y bodas, etc., encabezando la marcha el regidor
Bartolomé Ruiz Varela hacia la ermita de San Roque, origen del actual
San Roque y en
Algeciras, despoblada y en ruinas hasta entonces. A finales de ese mismo año de 1704 tropas hispanofrancesas ponen sitio a la ciudad pretendiendo sin éxito tomarla por las armas. La posesión británica sería reconocida en el
Tratado de Utrecht en 1713, que puso fin a la guerra. Por este tratado, España cedía a perpetuidad el peñón a Gran Bretaña sin jurisdicción alguna, estableciéndose, no obstante, una cláusula por la cual si el territorio dejaba de ser británico, España tendría la opción de recuperarlo. Técnicamente, Gibraltar fue una Colonia anglo-holandesa desde 1704 hasta 1707 y una colonia holandesa y británica desde el 1 de mayo de 1707 (fecha del
nacimiento del Reino Unido hasta el 13 de julio de 1713 (fecha de la firma del Tratado de Utrecht). Desde el 13 de julio de 1713, Gibraltar sería solamente posesión británica según los términos del tratado y Holanda retiraró su bandera y sus tropas.
El mencionado
Tratado de Utrecht puso fin a las hostilidades con el Reino Unido, y el reconocimiento del pretendiente
Felipe V como rey de España por parte británica a cambio de la cesión de los territorios de Gibraltar y
Menorca.
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España hizo varios intentos para recuperar Gibraltar durante el siglo xviii: el
primero, ya nombrado unos meses después de la toma de la ciudad y un
segundo asedio unos años después del Tratado de Utrecht, en 1727. El más duradero y persistente tuvo lugar entre 1779 y 1783, conocido como
El Gran Asedio, pero fue igualmente infructuoso. Al margen de la guarnición británica, en el territorio se fue estableciendo población de origen diverso (fundamentalmente
genovesa, pero también
maltesa,
portuguesa,
judía y
norteafricana) y finalmente recibió en 1830 el estatus de colonia británica. Durante el siglo xviii, tras una terrible epidemia, la Corona Española acordó la cesión de una zona humanitaria en el
istmo entre el peñón y las fortificaciones españolas, cuya mitad más próxima a Gibraltar fue posteriormente ocupada ilegalmente por los británicos. La apertura del
canal de Suez (1869) subrayó la importancia estratégica de Gibraltar.