*NANO*
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Se cumplen 50 años de la inauguración del Jarama. Sí, ese circuito del que hay mucho quemado por aquí 
50, y esperemos que sean muchos más.
Fue el primer circuito permanente de España. Hasta entonces todas las carreras se habían llevado a cabo en trazados temporales y, a excepción del proyecto fallido de Terramar (Barcelona) en los años 20, pocos se habían atrevido siquiera a insinuar poner en marcha una instalación de estas características para mejorar la seguridad y dar un empujón a la competición.
Fue hasta que el Real Automóvil Club de España (RACE) puso en marcha un ambicioso proyecto, en la mitad de la década de los sesenta, fruto del empeño personal de Jesús Saiz y Guillermo Gil de Reboleño -los padres del Jarama-, que colocó a nuestro país durante años en la esfera de la primera división del automovilismo y del motociclismo.
De la construcción de la pista se hizo cargo el ingeniero de Caminos Sandro Rocci, que ya había trabajado en las obras de la autopista Madrid-Villalba, y su diseño cayó en manos de John Hugenholtz, un holandés que en aquel momento era el director de Zandvoort y ya contaba con el bagaje de haber dibujado dos trazados de enorme importancia como Suzuka en Japón (1962) y Zolder en Bélgica (1963).
El 1 de julio de 1967, a las siete de la tarde, Franco llegó al chalet social del RACE, ubicado en los terrenos de San Sebastián de los Reyes adquiridos por el club unos años antes, acompañado de su cohorte habitual y del por aquel entoncespríncipe Juan Carlos para inaugurar el Jarama. Allí estuvo el periodista Tomás Díaz-Valdés, testigo casi en solitario de aquel momento, que posteriormente vivió muy de cerca todas las hazañas de su amigo el 12+1, Ángel Nieto.
El día en el que Ángel Nieto Corrió en 500cc
Tomás, que ha conocido el circuito en todas sus facetas, porque también ha corrido allí, vale más por lo que calla que por lo que cuenta. Conoce mejor que nadie la intrahistoria del Jarama y podría hablar más que sus propias paredes de lo que allí ha ocurrido desde el día que se puso la primera piedra hasta hoy. Nos recuerda, por cierto, que "la única carrera en la que Ángel Nieto participó en 500 c.c. fue aquí, que eso lo sabe muy poca gente. Se subió a una Honda de Marco Lucchinelli (en 1982) y demostró que estaba al nivel de los grandes campeones. Y eso que no había hecho suficientes kilómetros".
La primera vuelta, para el Príncipe Juan Carlos
El príncipe don Juan Carlos, nieto del presidente de honor del RACE, Alfonso XIII, dio la vuelta a inaugural del circuito al volante de un Lamborghini Jarama, tal y como se reflejó en la crónica de MARCA al día siguiente. Con los años, el actual rey emérito se hizo asiduo del Jarama, de forma oficial para presidir carreras desde la tribuna, y extraoficial, para dar rienda suelta a una de sus aficiones favoritas: conducir coches deportivos y de competición.
El Jarama nació asociado a la Fórmula 1. Era la época de pilotos magistrales como Graham Hill, Jackie Stewart o Jacky Ickx. El primer gran premio (no puntuable para el Mundial) se celebró el mismo año de su inauguración, en noviembre. Jim Clark fue el vencedor indiscutible por delante de Graham Hill y Jack Brabham.
A Emilio de Villota se le recuerda como el primer español que abrió el camino en la categoría reina y, como el mismo dice, no es justo porque hay que mencionar a pilotos de la talla de Alex Soler-Roig o Jorge de Bragation, que fueron los primeros que inscribieron sus nombres en el trazado. De Villota, que debutó en el Jarama en 1976, todavía tiene grabado el momento en el que Emerson Fittipaldi le ayudó a salir del coche, después de quedarse atrapado tras una salida de pista.
James Hunt ganó con polémica en 1976
Fernando Falcó, marqués de Cubas, llegó a la presidencia del RACE en 1976 tras la dimisión del conde de los Andes. A él le tocó presentar batalla en varias ocasiones durante su mandato de casi un cuarto de siglo. Como el mismo año de su aterrizaje, cuando defendió a capa y espada a James Hunt -en contra de la opinión de casi todo el mundo-, que había ganado el GP de España, pero decían que la medida del alerón de su coche no cumplía. Al final, su triunfo fue legal.
O, quizá, el momento más conocido, cuando en 1980 tuvo que vivir en sus propias carnes la guerra entre la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) y la FOCA (Asociación de Constructores de Fórmula 1) por hacerse con los derechos de la Fórmula 1. Les tocó a él y a Carmelo Ezpeleta, que en ese momento era el director del Jarama. De aquello nació una relación muy cercana con Bernie Ecclestone que aún mantiene hasta hoy.
1998, Doohan contra Crivillé y ganó Carlos Checa
Los grandes premios de Fórmula 1 y de motociclismo han consolidado una época de oro en el Jarama pero son los turismos, las carreras de resistencia, las copas monomarca y de iniciación, los clásicos, los camiones, los rallies como el Shalymar, en definitiva, las competiciones nacionales y europeas en general... las que han marcado el ritmo de los últimos años. En 1998 se celebró el último evento mundial. Era de motos y sus protagonistas fueron Mick Doohan y Álex Crivillé, por la lucha que mantenían por liderar del campeonato, y Carlos Checa, que ganó la prueba madrileña. Fue una especie de canto del cisne. El público se volcó con la carrera y las gradas se abarrotaron. Pero no se trataba sólo de una cuestión de afición. Las dimensiones de la zona de boxes, por ejemplo, ya no pasaban el corte y después de aquello sus puertas se cerraron a competiciones de gran envergadura.
"Siempre surge la pregunta de si va a volver a celebrarse un gran premio, y yo creo que no hay necesidad de competir entre nosotros", señala Emilio de Villota, quien se reafirma en que "España tiene otras instalaciones que lo pueden acoger mejor".
El Jarama vive hoy una segunda juventud, con una primera fase de su remodelación completada, pero lejos de los focos del Gran Circo y MotoGP. Sobre lo que ocurra de aquí a los próximos 50 años, cuando cumpla un siglo, será el tiempo el que lo atestigüe.
Comienza la fase II del plan 2021
Tras la construcción de la nueva torre, el punto más emblemático del circuito, este mismo mes de julio se inicia la remodelación de la zona de boxes, inscrita en la segunda fase del plan 2021. "Las obras deberían estar acabadas a principios de septiembre porque tenemos compromisos de presentaciones a nivel internacional de marcas", cuenta a MARCA Carmelo Sanz de Barros, actual presidente del RACE. Se trata, en definitiva, de crear un espacio en el que se puedan complementar actividades deportivas y eventos de otro tipo con el fin de llevar a cabo un proyecto viable en términos económicos. "Lo que estamos intentando es que el circuito se convierta en un centro de eventos de referencia en Madrid. Tenemos la suerte de estar muy cerca de la capital de España (exactamente a 28 km). Los principales fabricantes tienen su sede central en Madrid y hay muchas actividades con todos ellos", señala Sanz de Barros.
Los más jóvenes también ocupan un puesto importante en la remodelación del circuito. La pista de karting está a punto de iniciar el proceso de homologación "para convertirse en un lugar de referencia", según Sanz de Barros. "Estamos pensando en eso y en cómo crear una escuela de pilotos".
"Ahora se está empezando a cuajar una época en la que puede ser un espacio perfecto para un circuito de club, sin perjuicio de que pueda haber algunas carreras internacionales, como ya de hecho las hay", señala Emilio de Villota.Carreras internacionales como el Jarama Classic, que este año ha celebrado su segunda edición, con un nivel de participación muy importante y que comparte calendario con trazados como Monza o Le Mans. También la recuperación de los premios RACE forman parte del proceso de recuperación del trazado madrileño. Todo ello con el objetivo de volver a dar luz a un circuito que poco a poco vuelve a recuperar el esplendor.
50, y esperemos que sean muchos más.Fue el primer circuito permanente de España. Hasta entonces todas las carreras se habían llevado a cabo en trazados temporales y, a excepción del proyecto fallido de Terramar (Barcelona) en los años 20, pocos se habían atrevido siquiera a insinuar poner en marcha una instalación de estas características para mejorar la seguridad y dar un empujón a la competición.
Fue hasta que el Real Automóvil Club de España (RACE) puso en marcha un ambicioso proyecto, en la mitad de la década de los sesenta, fruto del empeño personal de Jesús Saiz y Guillermo Gil de Reboleño -los padres del Jarama-, que colocó a nuestro país durante años en la esfera de la primera división del automovilismo y del motociclismo.
De la construcción de la pista se hizo cargo el ingeniero de Caminos Sandro Rocci, que ya había trabajado en las obras de la autopista Madrid-Villalba, y su diseño cayó en manos de John Hugenholtz, un holandés que en aquel momento era el director de Zandvoort y ya contaba con el bagaje de haber dibujado dos trazados de enorme importancia como Suzuka en Japón (1962) y Zolder en Bélgica (1963).
El 1 de julio de 1967, a las siete de la tarde, Franco llegó al chalet social del RACE, ubicado en los terrenos de San Sebastián de los Reyes adquiridos por el club unos años antes, acompañado de su cohorte habitual y del por aquel entoncespríncipe Juan Carlos para inaugurar el Jarama. Allí estuvo el periodista Tomás Díaz-Valdés, testigo casi en solitario de aquel momento, que posteriormente vivió muy de cerca todas las hazañas de su amigo el 12+1, Ángel Nieto.
El día en el que Ángel Nieto Corrió en 500cc
Tomás, que ha conocido el circuito en todas sus facetas, porque también ha corrido allí, vale más por lo que calla que por lo que cuenta. Conoce mejor que nadie la intrahistoria del Jarama y podría hablar más que sus propias paredes de lo que allí ha ocurrido desde el día que se puso la primera piedra hasta hoy. Nos recuerda, por cierto, que "la única carrera en la que Ángel Nieto participó en 500 c.c. fue aquí, que eso lo sabe muy poca gente. Se subió a una Honda de Marco Lucchinelli (en 1982) y demostró que estaba al nivel de los grandes campeones. Y eso que no había hecho suficientes kilómetros".
La primera vuelta, para el Príncipe Juan Carlos
El príncipe don Juan Carlos, nieto del presidente de honor del RACE, Alfonso XIII, dio la vuelta a inaugural del circuito al volante de un Lamborghini Jarama, tal y como se reflejó en la crónica de MARCA al día siguiente. Con los años, el actual rey emérito se hizo asiduo del Jarama, de forma oficial para presidir carreras desde la tribuna, y extraoficial, para dar rienda suelta a una de sus aficiones favoritas: conducir coches deportivos y de competición.
El Jarama nació asociado a la Fórmula 1. Era la época de pilotos magistrales como Graham Hill, Jackie Stewart o Jacky Ickx. El primer gran premio (no puntuable para el Mundial) se celebró el mismo año de su inauguración, en noviembre. Jim Clark fue el vencedor indiscutible por delante de Graham Hill y Jack Brabham.
A Emilio de Villota se le recuerda como el primer español que abrió el camino en la categoría reina y, como el mismo dice, no es justo porque hay que mencionar a pilotos de la talla de Alex Soler-Roig o Jorge de Bragation, que fueron los primeros que inscribieron sus nombres en el trazado. De Villota, que debutó en el Jarama en 1976, todavía tiene grabado el momento en el que Emerson Fittipaldi le ayudó a salir del coche, después de quedarse atrapado tras una salida de pista.
James Hunt ganó con polémica en 1976
Fernando Falcó, marqués de Cubas, llegó a la presidencia del RACE en 1976 tras la dimisión del conde de los Andes. A él le tocó presentar batalla en varias ocasiones durante su mandato de casi un cuarto de siglo. Como el mismo año de su aterrizaje, cuando defendió a capa y espada a James Hunt -en contra de la opinión de casi todo el mundo-, que había ganado el GP de España, pero decían que la medida del alerón de su coche no cumplía. Al final, su triunfo fue legal.
O, quizá, el momento más conocido, cuando en 1980 tuvo que vivir en sus propias carnes la guerra entre la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) y la FOCA (Asociación de Constructores de Fórmula 1) por hacerse con los derechos de la Fórmula 1. Les tocó a él y a Carmelo Ezpeleta, que en ese momento era el director del Jarama. De aquello nació una relación muy cercana con Bernie Ecclestone que aún mantiene hasta hoy.
1998, Doohan contra Crivillé y ganó Carlos Checa
Los grandes premios de Fórmula 1 y de motociclismo han consolidado una época de oro en el Jarama pero son los turismos, las carreras de resistencia, las copas monomarca y de iniciación, los clásicos, los camiones, los rallies como el Shalymar, en definitiva, las competiciones nacionales y europeas en general... las que han marcado el ritmo de los últimos años. En 1998 se celebró el último evento mundial. Era de motos y sus protagonistas fueron Mick Doohan y Álex Crivillé, por la lucha que mantenían por liderar del campeonato, y Carlos Checa, que ganó la prueba madrileña. Fue una especie de canto del cisne. El público se volcó con la carrera y las gradas se abarrotaron. Pero no se trataba sólo de una cuestión de afición. Las dimensiones de la zona de boxes, por ejemplo, ya no pasaban el corte y después de aquello sus puertas se cerraron a competiciones de gran envergadura.
"Siempre surge la pregunta de si va a volver a celebrarse un gran premio, y yo creo que no hay necesidad de competir entre nosotros", señala Emilio de Villota, quien se reafirma en que "España tiene otras instalaciones que lo pueden acoger mejor".
El Jarama vive hoy una segunda juventud, con una primera fase de su remodelación completada, pero lejos de los focos del Gran Circo y MotoGP. Sobre lo que ocurra de aquí a los próximos 50 años, cuando cumpla un siglo, será el tiempo el que lo atestigüe.
Comienza la fase II del plan 2021
Tras la construcción de la nueva torre, el punto más emblemático del circuito, este mismo mes de julio se inicia la remodelación de la zona de boxes, inscrita en la segunda fase del plan 2021. "Las obras deberían estar acabadas a principios de septiembre porque tenemos compromisos de presentaciones a nivel internacional de marcas", cuenta a MARCA Carmelo Sanz de Barros, actual presidente del RACE. Se trata, en definitiva, de crear un espacio en el que se puedan complementar actividades deportivas y eventos de otro tipo con el fin de llevar a cabo un proyecto viable en términos económicos. "Lo que estamos intentando es que el circuito se convierta en un centro de eventos de referencia en Madrid. Tenemos la suerte de estar muy cerca de la capital de España (exactamente a 28 km). Los principales fabricantes tienen su sede central en Madrid y hay muchas actividades con todos ellos", señala Sanz de Barros.
Los más jóvenes también ocupan un puesto importante en la remodelación del circuito. La pista de karting está a punto de iniciar el proceso de homologación "para convertirse en un lugar de referencia", según Sanz de Barros. "Estamos pensando en eso y en cómo crear una escuela de pilotos".
"Ahora se está empezando a cuajar una época en la que puede ser un espacio perfecto para un circuito de club, sin perjuicio de que pueda haber algunas carreras internacionales, como ya de hecho las hay", señala Emilio de Villota.Carreras internacionales como el Jarama Classic, que este año ha celebrado su segunda edición, con un nivel de participación muy importante y que comparte calendario con trazados como Monza o Le Mans. También la recuperación de los premios RACE forman parte del proceso de recuperación del trazado madrileño. Todo ello con el objetivo de volver a dar luz a un circuito que poco a poco vuelve a recuperar el esplendor.
Última edición:
) dejen un circuito todavía más impresionante que hasta ahora y vuelvan carreras míticas.
me parece un lujo tener algo así por tandas, quedadas y competiciones. Lo mismo si lo mejoran no dejan entrar a la plebe
