*NANO*
Clan Leader
- Modelo
- LFA,MC12,F1
- Registrado
- 27 Ene 2007
- Mensajes
- 145.943
- Reacciones
- 348.497
Este Bentley perteneció a una exótica familia real, pero no es apto para conductores tímidos o muy sensibles
Bentley construyó en 1992 una serie especial del Turbo R para la familia real de Brunei, pero solo esta unidad “escapó” de palacio para buscar una nueva vida y ahora un nuevo dueño.
Una más de las excentricidades de los años 90 y del “tuning” de la realeza, aunque los tuneados actuales de algunos preparadores sobre los nuevos Rolls-Royce tampoco son un ejemplo de buen gusto. Este Bentley Turbo R transformado en familiar o “shooting brake” que queda más británico y elegante, fue diseñado como una serie de 11 unidades encargada por la familia real de Brunei y que se denominaron Val D’Isère, en honor a la estación de esquí de los Alpes franceses, muy de moda en los 90.
This content is imported from youTube. You may be able to find the same content in another format, or you may be able to find more information, at their web site.

Seguramente la familia real no encontró un vehículo lo suficientemente lujoso y exclusivo para que cupiera todo el equipo de esquí y pidieron que les hicieran toda una serie a medida. Éste es el último de los Bentley Val D’Isère que se fabricaron, matriculado inicialmente en Reino Unido antes de viajar al sultanato, para volver de nuevo, años más tarde, a Inglaterra. No se sabe cómo salió de la antigua familia real de Brunei pero se cree que perteneció al príncipe Jefri Bolkiah, ya que en las viseras parasol, en el hueco del espejo de cortesía, se pueden ver fotos suyas durante alguna cacería.
Un Bentley familiar nada discreto
La conversión a familiar está realmente conseguida, siguiendo los patrones de la época, en los que mandaban las formas rectas y cuadradas en este tipo de carrocerías. Está pintado en un elegante color azul con llantas de aleación pulidas de 17 pulgadas y un extra de cromados aunque su carrocería mantiene la elegancia del Bentley original. Por dentro la cosa cambia y el tapizado en cuero bitono azul y amarillo, con alfombras en azul y el techo en cuero amarillo, junto con las incrustaciones de nogal, es algo demasiado estridente, incluso para los locos años 90.
El motor es el V8 de 6,75 litros movía originalmente un sistema de tracción total que ahora está desconectado, presuntamente para mejorar el diámetro de giro y siguiendo las recomendaciones de Ranmore Service & Engineering, según declara el actual propietario. El Bentley se encuentra en perfecto estado, ya que en su contador marca poco más de 13.660 millas, unos 22.000 km y ha recibido un trato exquisito en estos 33 años de vida.
La última revisión se le hizo en agosto de este mismo año, con 21.000 km, y ha aparecido últimamente en numerosas publicaciones en Reino Unido, la revista del Club de propietarios de Rolls-Royce y Bentley, canales de YouTube y redes sociales.
Sin duda una buena estrategia de su actual propietario para promocionarlo antes de sacarlo a subasta en Historics Auctioneers, donde ahora se puede pujar por él.
La estimación de precio que hace el subastador para este Bentley Val D’Isère es de entre 105.000 y 135.000 libras, es decir, entre 121.000 y 156.000 euros, un precio bastante bajo que seguramente se superara por lo exótico de su procedencia, a pesar de su estética demasiado “noventera” para los discretos gustos actuales. Seguro que habrá un orgulloso comprado sin complejos.