Así se vendían los coches en la URSS

Choche

The dark side
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Hace ya tiempo publicamos una historia que recogía el periódico El Comercio sobre los problemas que había en España para comprar coche en los años 80 cuando uno iba a comprar un coche en un concesionario. Esto nos llevó a pensar en cómo sería comprarse un coche en un país comunista como la URSS, y de repente nos encontramos con la carta que un lector envió a la web Hooniverse: En ella contaba cómo su madre había comprado un coche nuevo de la marca Lada en una república soviética.
Para empezar, el tiempo de espera era bastante desesperante, en la mayoría de los casos unos diez o quince años. Las tiendas estaban vacías de productos, así que las personas con unos ingresos medios (en torno a los cien rublos por mes a mediados de los años 80) tenían dinero ahorrado. El problema era que no había suficientes coches nuevos para todos. De hecho, la producción de la industria automotriz soviética nunca se acercó siquiera a la cantidad que el mercado hubiera podido absorver.
Las cinco fábricas existentes debían producir para tres mercados: el interno, modelos (los mejores) de exportación para los países con divisas fuertes y coches para los países amigos comunistas como Cuba o Vietnam. El Comité Central de Planificación de Moscú tenía todos los datos de las fábricas.
Los coches para el mercado interno se asignaban allí a cada una de las quince repúblicas soviéticas, donde el Comité de Planificación Local dividía su número de coches entre los ministerios. En realidad todo el mundo trabajaba para el Estado, los ministerios eran como la multinacional de la que dependían las “empresas” (fábricas de zapatos, escuelas, granjas colectivas). Así, los jefes de esa “empresa” con, por ejemplo, cien trabajadores, recibían noticias de que les habían asignado dos Zaporozets, tres Moskwich, dos VAZ (nombre interno de Lada) para el año. Allí alguien a quién le correspondía un coche nuevo ese año.
Esa decisión crucial la tomaba la Unión de Trabajadores, la herramienta del Partido Comunista para controlar a la gente. Si alguien era buen comunista, tenía más oportunidades. El problema era que en la parte occidental de la URSS había muy poca gente que realmente creía en el comunismo. Los estados del Báltico, (de donde es la persona que envía la carta), eran países capitalistas independientes antes de la Segunda Guerra Mundial, tras la que fueron ocupados por la URSS. “Pero podíamos ver canales de TV de Finlandia y programas como El coche fantástico y Dallas… aunque el Ejército Rojo trataba de interferir la señal de vez en cuando”, relata.
La asignación de los coches no era totalmente justo, ya que algunos ministerios conseguían mas coches y mejores que en otros. “Así, por ejemplo, los agricultores conseguían por lo general un coche nuevo más fácilmente. Y como los Ladas (excepto el Niva) eran poco resistentes para caminos rurales sin asfaltar, les otorgaban mejores coches”. Luego eran los trabajadores sindicalizados quienes decidían sobre los coches, apartamentos, viajes al extranjero y todo lo que el Estado daba a su pueblo. Los trabajadores tenían que presentar las solicitudes de estos “premios”, aunque por lo general se regían por la antigüedad en la empresa para evitarse problemas.
“Mi madre consiguió el documento de asignación -el permiso para comprar un coche, como se le conocía-. Unos meses después recibió una carta, diciéndole que fuese a un concesionario Lada en una fecha determinada con el dinero y el pasaporte en la mano para obtener su nuevo coche. Consiguió que unos vecinos le prestasen algo de dinero y allí fuimos”.
En la vida soviética los contactos personales eran lo más importante. “Sólo había que conocer a la gente correcta si querías cosas como un televisor o un coche. Ella utilizó sus contactos y consiguió el mejor coche que había, de un color bonito (por lo general no se podía seleccionar), y con buenos ajustes interiores. Mi mamá podía haber vendido su nuevo Lada ganando un 100% justo después de comprarlo, pero ella quería el coche y todos sus amigos que la habían ayudado se habrían enfadado. Lo vendió siete años más tarde, a bajo precio a unos que los exportaban a Ucrania”.


10 o 15 años, tardan tres meses ahora y te cagas en "toas" sus muelas...
 

Gus

Tali-bahn
Administrador
Coordinador
Oño, pues como las pruebas diagnósticas aquí en un periquete biggrin
 

Carlos

Clan Leader
15 años para un coche de espera, más de lo que por lo general duraba una vez entregado en manos del propietario.
 

Carlos

Clan Leader
Choche5;11424636 dijo:
15 años hasta que te hacen la prueba o 15 años haciéndote la prueba :descojon::descojon::descojon::descojon:

Mi padre le daban esos plazos, se presentó allí montó un Cristo y lo colaron a las dos horas, hace unas semanas.....:descojon::descojon::descojon::descojon:
 

Hipno Sapo

Forista Legendario
Ostia, pues no me lo había planteado. Suena a película, verdad??

j*der, luego nos quejamos de cómo vivimos, si es queeeee...
 

racula

En Practicas
Pues no vallan tan lejos de historias, alguien recuerda al Magnate Onassis, tenia una hija que por reveldia se caso con Ruso y se fueron a vivir a Mosco pues la chica cuando se precentan en la tienda para compar todo la equipacion para su vivienda le dicen que se la entregan en 5 años, tiene que ver el documental se le queda la caro de como que estoy en una broma, en fin la historia de Rusia no es ninguna broma mi padre trabajo en una empres de Explotacion de mineral de hierro en Venezuela y conosio a varios Rusos y sus historia daban miedo de como se vivia alli
 

WIRZON

Forista Legendario
Miembro del Club
¿Alguien se ha fijado en la mano del hombre mayor de la 3ª foto? Da repeluco
 

Barbinski

Hybrid tester
Miembro del Club
Estaban entretenidos en fabricar armamento...había prioridades en la URSS, por favor.
 

FLYNN

Yes we Clann
Qué curioso, alguno podía heredar el coche de un familiar sin haberlo estrenado siquiera el dueño :descojon: :descojon: :descojon:
 

Rain Man

Forista
No es del todo cierto este artículo. Se nota que ha sido escrito por alguien que no tiene ni idea ni de aquel país, ni de sus realidades. Pero incluso así, el autor debería de curarse un poco más: el Ministerio de Defensa sito en Paseo de la Castellana de Madrid tiene una biblioteca fantástica con informes del CESID descalificados.

Ojeando aquella información se puede tener mejor idea de lo ocurrido en la URSS. Por ejemplo, que en realidad existía el mercado negro con tiempos inferiores a 48 horas para hacerse con cualquier coche nuevo, incluido las marcas occidentales. Doblando el precio oficial tenías cualquier coche de fabricación nacional. Los coches de lujo extranjeros era más difícil de conseguir, necesitabas un mes aproximadamente y los precios eran mucho más caros.

Así que las raíces de la mafia rusa son suficientemente viejas y largas…
 

LUBO

Forista Senior
Reihesechs;11425141 dijo:
Y seguramente para recibir un Trabant de dos tiempos y 30 CV =P~
Ese por lo menos no se oxidaba nunca.
El chiste decia,que cuando bajaban un Porsche de la cadena de montaje,enceraban un gato dentro.Al dia siguente el gato debia estar muerto por falta de oxigeno.En el trabant,hacian lo mismo,solo que lo daban por bueno si al dia siguiente el gato permanecia dentro.
Si habia conseguido escapar......hacian esto
Building East German Car - Trabant - YouTube
 

Fail

Forista
Espeluznante! Te lo pides con 50 años para que termine siendo como tu regalo cuando te jubiles con 65.
 

JOSEBAS

Forista Senior
Pasba algo similar en España en los años 60 sólo que la espera aquí podía ser máximo un año. Creo que lo vi en "Cuentame".
 

cutty sark

Forista
pues aqui muchos españoles no se compraron coche hasta el 75,con 35 años como mi padre,un seat 850 de segundamano.y hay gente que lleva 6 años esperando que le den el piso.
 

Gavira

Tr3s españoles, cu4tro opiniones.
Miembro del Club
Así se vendían los coches en la URSS (testimonio)

¿Puedes imaginar como era la vida en una república comunista? Recogemos una experiencia en primera persona de la compra de un coche en la URSS, toda una odisea.

Hace ya tiempo publicamos una historia que recogía el periódico El Comercio sobre los problemas que había en España para comprar coche en los años 80 cuando uno iba a comprar un coche en un concesionario. Esto nos llevó a pensar en cómo sería comprarse un coche en un país comunista como la URSS, y de repente nos encontramos con la carta que un lector envió a la web Hooniverse: En ella contaba cómo su madre había comprado un coche nuevo de la marca Lada en una república soviética.

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Para empezar, el tiempo de espera era bastante desesperante, en la mayoría de los casos unos diez o quince años. Las tiendas estaban vacías de productos, así que las personas con unos ingresos medios (en torno a los cien rublos por mes a mediados de los años 80) tenían dinero ahorrado. El problema era que no había suficientes coches nuevos para todos. De hecho, la producción de la industria automotriz soviética nunca se acercó siquiera a la cantidad que el mercado hubiera podido absorver.

Las cinco fábricas existentes debían producir para tres mercados: el interno, modelos (los mejores) de exportación para los países con divisas fuertes y coches para los países amigos comunistas como Cuba o Vietnam. El Comité Central de Planificación de Moscú tenía todos los datos de las fábricas.

Los coches para el mercado interno se asignaban allí a cada una de las quince repúblicas soviéticas, donde el Comité de Planificación Local dividía su número de coches entre los ministerios. En realidad todo el mundo trabajaba para el Estado, los ministerios eran como la multinacional de la que dependían las “empresas” (fábricas de zapatos, escuelas, granjas colectivas). Así, los jefes de esa “empresa” con, por ejemplo, cien trabajadores, recibían noticias de que les habían asignado dos Zaporozets, tres Moskwich, dos VAZ (nombre interno de Lada) para el año. Allí alguien a quién le correspondía un coche nuevo ese año.

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Esa decisión crucial la tomaba la Unión de Trabajadores, la herramienta del Partido Comunista para controlar a la gente. Si alguien era buen comunista, tenía más oportunidades. El problema era que en la parte occidental de la URSS había muy poca gente que realmente creía en el comunismo. Los estados del Báltico, (de donde es la persona que envía la carta), eran países capitalistas independientes antes de la Segunda Guerra Mundial, tras la que fueron ocupados por la URSS. “Pero podíamos ver canales de TV de Finlandia y programas como El coche fantástico y Dallas… aunque el Ejército Rojo trataba de interferir la señal de vez en cuando”, relata.

La asignación de los coches no era totalmente justo, ya que algunos ministerios conseguían mas coches y mejores que en otros. “Así, por ejemplo, los agricultores conseguían por lo general un coche nuevo más fácilmente. Y como los Ladas (excepto el Niva) eran poco resistentes para caminos rurales sin asfaltar, les otorgaban mejores coches”. Luego eran los trabajadores sindicalizados quienes decidían sobre los coches, apartamentos, viajes al extranjero y todo lo que el Estado daba a su pueblo. Los trabajadores tenían que presentar las solicitudes de estos “premios”, aunque por lo general se regían por la antigüedad en la empresa para evitarse problemas.

“Mi madre consiguió el documento de asignación -el permiso para comprar un coche, como se le conocía-. Unos meses después recibió una carta, diciéndole que fuese a un concesionario Lada en una fecha determinada con el dinero y el pasaporte en la mano para obtener su nuevo coche. Consiguió que unos vecinos le prestasen algo de dinero y allí fuimos”.

En la vida soviética los contactos personales eran lo más importante. “Sólo había que conocer a la gente correcta si querías cosas como un televisor o un coche. Ella utilizó sus contactos y consiguió el mejor coche que había, de un color bonito (por lo general no se podía seleccionar), y con buenos ajustes interiores. Mi mamá podía haber vendido su nuevo Lada ganando un 100% justo después de comprarlo, pero ella quería el coche y todos sus amigos que la habían ayudado se habrían enfadado. Lo vendió siete años más tarde, a bajo precio a unos que los exportaban a Ucrania”.

Buying a brand new car in the communist USSR | Hooniverse
 
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