PRUEBA: BMW M240i xDrive Coupé (G42)
Tan solo un peldaño por debajo del M2
6 agosto, 2022
No todo
BMW tiene el pedigrí suficiente como para llevar la M en su nombre. El de la prueba, el BMW M240i xDrive (G42), a pesar de no pertenecer a la élite de la familia M -sí a la de M Performance-, está tan solo un peldaño por debajo. Y eso que por potencia, comportamiento e imagen podría estarlo.
Porque equipa un motor de seis cilindros y 3,0 litros colocado de forma longitudinal, como mandan los cánones históricos de la compañía bávara, y porque es capaz de rendir 374 CV, 34 más que su predecesor y 4 más que el M2 de la generación anterior.
En aceleración desde parado hasta los 100 km/h es igual de rápido -y solo una décima más lento que el
M2 CS-, y eso que equipa una caja en teoría más lenta, la Steptronic, de convertidor de par, en lugar de la DKG, de doble embrague, y lo que es más llamativo, con casi 200 kilogramos más en la bascula -1.765 frente a 1.595-, que se dice pronto.
Y para que veas su grandeza, el 240i mantiene el tipo con el todopoderoso
BMW M3 con cambio manual de la generación anterior, calcando el
0 a 100 con 57 CV menos.
Su imagen también es espectacular. No influye que la longitud haya aumentado en 105 milímetros, que la anchura lo haya hecho en 64 mm o que sea 28 mm más bajo. Pero sí pone una montaña de arena que la vías sean más anchas, 63 mm la delantera y 35 mm la trasera. ¡Qué trasera! Y su color ‘Thundernight Metallic‘ (1.077,50 euros); vamos, el violeta de toda la vida, muy parecido al ‘Techno Violet‘ del M3 E36 y que es el mejor envoltorio que este caramelo podría tener.
Y todo ello -obviamente, no lo de su gama cromática- ha sido posible porque se ha utilizado la plataforma CLAR, la del
BMW Serie 3 y Serie 4, por lo que su respuesta dinámica debería ser mejor.
Spoiler: lo es.
Equipa un paragolpes con unas tomas de refrigeración más amplias, unos retrovisores de estilo M y unas llantas de aleación ligera M de 19 pulgadas (893 M) que me recuerdan muy mucho a las del
BMW M5 de la última prueba y que le quedan como anillo al dedo.
Espectacular también le sientan los escapes trapezoidales, la joroba del capó -aunque esta viene desde la motorización más baja- y los proporcionados riñones, que en lugar de barras adopta láminas activas de entrada de aire dispuestas de forma vertical -se abren eléctricamente cuando el motor necesita una mayor cantidad de aire para refrigerarse-.
Sin olvidar el alerón que forma la tapa del maletero, que me recuerda muy mucho al del
BMW M3 CSL E46, además del spoiler M de pequeñas dimensiones que perfectamente podría rendir homenaje también al M3 E46, pero al de ‘acceso’; si es que se puede utilizar ese adjetivo con un M3.
Los grupos ópticos son de nueva factura. He de serte sincero. Cuando la firma alemana presentó el coche, lo que menos me sedujo fueron los pilotos y los faros. Pero en vivo, ambos ganan, y mucho. Los primeros son tridimensionales y los segundos portan una firma lumínica que recuerda a los faros del
BMW Serie 02, el primer deportivo compacto de dos puertas que fue creado hace ahora más de 50 años.
Continúo la prueba del BMW M240i xDrive Coupé echando un vistazo al maletero, que cúbica 390 litros. Es el mismo volumen que el de la generación anterior, pero su boca de carga es 35 mm más baja, por lo que introducir bultos es mucho más sencillo.
Abro la puerta, sin marco, como tiene que ser en un coupé, y me dejo caer en su asiento. Además de estar en una posición muy baja, son cómodos, agarran muy bien gracias a la regulación eléctrica de los costados y tienen una imagen muy deportiva. En el caso de M240i de la prueba, están tapizados en cuero Vernasca, aunque de serie combinan Alcantara y Sensatec.
El cuadro de instrumentos es digital, de 12,3 pulgadas y la pantalla del sistema de infoentretenimiento, de 10,25. Ésta incorpora el sistema operativo BMW ID7, que es rápido y muestra unos gráficos muy logrados, pero al tener tantas opciones, necesitas un periodo de adaptación.
Más fácil es, gracias a Dios, bueno, gracias a los diseñadores de la marca, apagar y encender el climatizador o el equipo de sonido porque equipa botones físicos. Bien,
BMW. Pero no te acostumbres, porque lo que viene, teniendo en cuenta el Serie 2 Tourer, es la ausencia de estos y realizar todo a través de la pantalla. No tan bien, BMW.
Lo que no cambia son los buenos ajustes y los materiales de calidad que han sido utilizados. Como novedad, los paneles de las puertas incorporan diseños trapezoidales que se retroiluminan en los colores que elija el conductor; incluso es posible hacer combinaciones como la de la unidad de
pruebas, que luce los colores de BMW M. Un puntazo.
Prueba del BMW M240i xDrive Coupé
Como te he comentado, por imagen y por potencia, podría ser un M. ¿Y por comportamiento?
Pulso el botón de encendido y su seis cilindros en línea comienza a girar. Qué bonito suena y qué pena que dentro de muy pocos años este tipo de propulsores vayan a ser sustituidos por unos de bobinas e imanes.
Ofrece una magnífica aceleración, puesto que desde solo 1.900 rpm entrega 500 Nm, par constante hasta las 5.000. 500 vueltas más tarde hacen acto de presencia sus 374 CV hasta las 6.500 rpm. Por este motivo, tiene fuerza en un rango muy amplio del cuentavueltas. Si encima está bien aprovechado gracias a su caja de cambios ZF, tan rápida y precisa que no echarás en falta la de doble embrague, ninguna pega se le puede poner. Bueno, sí, una, aunque no a la caja en concreto, sino a BMW: no existe la opción de una transmisión manual.
En el modo Sport Plus, el cambio te brinda leves tirones al subir de marcha, y no es raro que venga macerado con una o dos detonaciones que consiguen alégrate aún más la conducción.
Pero no solo de aceleración vive este coche. La suspensión deportiva M con amortiguadores adicionales en el eje delantero, el tren de rodaje M Sport y el diferencial M Sport en el trasero ponen la guinda. ¿El colofón? El aumento de la rigidez torsional en hasta un 12%, el reparto de pesos muy cercano al 50/50 -53,1 en la parte delantera y 46,9 en la parte trasera-, el incremento del ancho de vías que te he comentado al principio de esta prueba del BMW M240i y una distancia entre ejes 51 milímetros mayor.
Todo ello hace que este coupé tenga un paso por curva realmente rápido. Y sí, la chapa xDrive en el portón pone de manifiesto que se trata de una versión de tracción a las cuatro ruedas, pero el
logotipo de la hélice -en este caso el del 50 aniversario, que solo estará disponible en los modelos que se vendan este año- hace lo propio señalando que se trata de un BMW. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que normalmente BMW se ha asociado a vehículos de propulsión -estos últimos años, por suerte o por desgracia (más bien lo segundo), se ha abierto a la tracción delantera- y a pesar de ser un coche de tracción total, hasta el 100% de la fuerza puede ir destinado únicamente al eje trasero. Y sí, espera unas derrapadas de escándalo. ¿Y entonces la versión de propulsión del M240i? La verdad es que no me hago una idea.
Y de detenerlo se encargan unos frenos M Sport con discos de 348 mm con pinzas de cuatro pistones en el eje delantero que no te harán echar en falta unos carbocerámicos, por lo menos fuera de circuito.
Y siempre mantenido la carrocería firme, independiente del modo, y con una comodidad superior a la del M2. Por ese motivo también es una gran opción como coche de diario o para realizar largos viajes. Siempre y cuando viajen dos, porque las plazas traseras son muy justas y el acceso a ellas, a pesar de que los asientos delanteros se corren automáticamente, es incómodo.
Es buen
rutero, y más aún si se tiene en cuenta lo bien insonorizado que está el habitáculo y que a ritmo normal, en modo Ecopro y tratando el acelerador con suavidad puedes conseguir consumos de 7 litros… Y son seis cilindros y 374 CV.
Y después de probarlo puedo afirmar que merecería ser un M puesto que tiene todos los galones: es muy rápido, tiene un comportamiento ejemplar y su imagen es brutal. ¡Ah! Y el precio es alto.
Mientras cierro la puerta, me alejo y giro la cabeza, porque el coche lo merece, me hago una pregunta: ¿Qué ha dejado BMW para el nuevo M2?
A destacar A mejorar
Comportamiento Precio
Imagen Plazas traseras
Empuje de su
motor Acceso a
plazas traseras
Ficha técnica BMW M240i xDrive Coupé
Motor Cilindrada 2.998 cc
Cilindros 6 en línea
Potencia máxima 374 CV / 5.500 – 6.500 rpm
Par máximo 500 Nm / 1.850 – 5.000 rpm
Alimentación Tipo Inyección directa. Turbo.
Transmisión Caja de Cambios Automática, 8 velocidades
Convertidor de par
Tracción Total
Suspensión Delantera Tipo McPherson
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora
Trasera Paralelogramo deformable
Resorte helicoidal
Barra estabilizadora
Frenos Delanteros Discos ventilados
Traseros Discos ventilados
Dimensiones Longitud 4.548 mm
Anchura 1.838 mm
Altura 1.404 mm
Distancia entre ejes 2.741 mm
Maletero Volumen 390 litros
Peso Peso 1.765 kg
Prestaciones Velocidad máxima 250 km/h
Aceleración 0-100 Km/h 4,3 seg
Consumo Combinado 8,1 l/100 km
Velocidad baja n.d.
Velocidad media n.d.
Velocidad alta n.d.
Velocidad muy alta n.d.
Emisiones Emisiones de CO2 182 g/km Euro 6 – Etiqueta C
Precio Precio oficial Desde 71.200 euros