Bueno, pues la bomba ya esta cambiada y el coche vuelve a funcionar correctamente. Ahora he dedicado un tiempo a "diseccionar" la bomba gripada y la anterior que tenia guardada, para aclarar el misterio de estas averias.
Vayamos por partes : estas bombas están hechas para sustituirlas completas, y no se pueden desmontar ni reparar. En teoría, no es mas que una bomba; una carcasa que sostiene un eje girando en un par de rodamientos con un cierre mecánico que impide la salida del refrigerante, un rodete o impulsor en un extremo y un soporte para una polea al otro. Debería de ser tan simple como abrirla, sustituir rodamientos y cierre y a funcionar.
Por que no es así? Primero, el cierre mecanico es un tanto especial. Normalmente, los cierres mecánicos ciñen la goma al eje y giran con este, mientras que el tope encaja en la tapa y se queda fijo. Pero estos van al revés, y el cierre queda quieto con la carcasa y es el tope el que gira con el eje. Ademas, ambas piezas van como envueltas en unas carcasas de chapa. Estas chapas son las partes que se embuten en carcasa y eje. Obviamente, no hablamos de piezas de tipo comercial.
Luego están los rodamientos. No hay rodamientos, por lo menos no como tales. El eje se apoya en un conjunto de bolas por el lado del rodete y en otro conjunto de rodillos cilindricos por el lado de la polea; en lugar de pistas exteriores independientes, bolas y rodillos se retienen con una larga pieza cilíndrica única. No hay pista interior, el apoyo aquí es directo al eje, fabricado en el mismo acero templado de los rodamientos (las bolas encajan en una muesca, en el cilindro por un lado y en el eje por otro). Así que eje y rodamientos son un todo, y por supuesto no son comerciales.
Y que se rompe? Por que fallan? Bien, los rodamientos presentan holgura, sobre todo la parte de bolas, que es donde se controlan los desplazamientos longitudinales del eje. Aparte, la chapa del tope del cierre mecánico presenta desgaste, aparentemente por rozar con la del cierre, hasta el punto de haber terminado por partirse, dejando suelta la pista del tope.
Aparentemente, las bolas no soportan el esfuerzo al que se ven sometidas, se desgastan prematuramente y comienzan a permitir un juego longitudinal y axial. El cierre mecánico falla y se rompe por esas oscilaciones descontroladas, el refrigerante pasa a los rodamientos y ese es el principio del fin.