Yo también coincido en que los coches nunca son una inversión económica. El retorno viene en el disfrute. Lo que uno tiene que evaluar es lo que te cuesta tenerlo (no sólo comprarlo) y lo que disfrutas con él (el aporte de felicidad que te da al usarlo), y lo que salga de ese binomio determina si te merece la pena o no.