He encontrado estos datos de una prueba de motor 16, y he señalado en negrita los datos mas valiosos, como puedes ver es facil bajar de los 5 litros a nada que te lo propongas (por lo menos los probadores eso cuantan) y en las condiciones que anteriormente comentabas incluso baja de 4 litros y como ves son datos reales nada de datos oficiales.:-s
Habíamos probado versiones de bajo consumo de otras berlinas, pero ninguna gastó en la práctica tan poco como este 320d EfficientDynamics, el BMW menos sediento de la historia. Y lo mejor no es sólo que ahorre y que no pague impuesto de matriculación por sus bajas emisiones, sino que lo hace manteniendo un buen nivel de prestaciones gracias a sus 163 CV de potencia. Su peor enemigo, no obstante, es el 320d ‘normal’, que rinde 184 CV, cuesta sólo 687 euros más y también presume de economía.
No es eléctrico, ni híbrido, pero el 320d EfficientDynamics es uno de los vehículos más ecológicos a la venta en nuestro país en base a su consumo medio oficial de sólo 4,1 l/100 km, el más bajo del mundo entre las berlinas, y a unas emisiones de dióxido de carbono de 109 g/km, lo que le libra del impuesto de matriculación. Y lo que le hace verdaderamente especial es que semejantes valores se han logrado a partir de un motor de dos litros de cilindrada y con 163 CV. Audi, por ejemplo, también tiene un A4 de personalidad ‘verde’, el 2.0 TDI e, pero ofrece 136 CV, gasta 4,6 litros de media y emite 119 gramos, y Volkswagen se acerca con su inminente Passat BlueMotion a la economía de consumo del BMW –se anuncian 4,2 l/100 km y 109 gramos de CO2–, pero lo hace con un motor 1.6 TDI que rinde sólo 105 CV.
Es decir, que el compromiso del 320d ED entre fuerza y gasto –lo que normalmente se llama ‘eficiencia energética’– no tiene igual entre sus competidores. Y lo mejor del caso es que se logra, como explicamos en el cuadro de la página 24, sin radicales transformaciones que eleven el precio. Todo lo contrario: la versión EfficientDynamics de la Serie 3 cuesta unos 700 euros menos que el 320d del que deriva, aunque esa diferencia de precio apareja algunas concesiones, empezando por la pérdida de 21 caballos de potencia bajo el capó debido a la gestión electrónica específica en el propulsor del 320d EfficientDynamics. Pero el nuevo mapa de la centralita sacrifica caballos en favor de respuesta a bajo régimen, lo que se demuestra al comprobar que el par máximo no varía –38,8 mkg a partir de 1.750 rpm– o que esos 163 CV están disponibles de modo constante entre 3.250 y 4.200 vueltas, cuando los 184 CV del 320d ‘normal’ se anuncian a 4.000 revoluciones–.
Y ese trabajo de los ingenieros para que el motor empuje más a regímenes bajos y medios no es casual, pues se encamina a ‘camuflar’ el alargamiento de los desarrollos del cambio un 13 por ciento. Las seis marchas son más largas para que el motor funcione siempre a un régimen de giro más tranquilo, aunque eso resta agrado de conducción. Por ejemplo, la sexta es de 63,04 km/h por cada 1.000 rpm, frente a los 55,68 km/h del 320d convencional, y eso repercute en el reprís, porque para pasar de 80 a 120 km/h en la marcha final le hemos medido 13,2 segundos, que no es demasiado pero sí es más de lo que requiere el 320d de 184 CV en esa misma maniobra. En cuarta y quinta, marchas habituales para efectuar adelantamientos en carretera, también es más lento que el 320d normal, aunque seríamos injustos si lo tachásemos de lento, pues para pasar de 80 a 120 km/h en cuarta emplea sólo 6,4 segundos, y 8,6 en quinta.
En las marchas más bajas también se pierde agrado, lo que afecta sobre todo a la conducción en ciudad. Por ejemplo, al salir desde parado hay que cuidar más el juego embrague-acelerador, y si arrancamos desde una rampa no será difícil calar el motor. Otras situaciones frecuentes en las que los desarrollos pecan de largos es al circular por una rotonda de pequeño diámetro o al acelerar desde baja velocidad tras frenar en un ceda el paso: en un 320d convencional la tercera sería la marcha acertada, mientras que el 320d EfficientDynamics se encuentra más cómodo en segunda, pues la tercera deja el motor muy apagado.
Después de leer los dos últimos párrafos habrá quien se pregunté si compensa perder prestaciones para ahorrar unas décimas de litro de gasóleo cada 100 kilómetros –frente a los 4,1 litros anunciados por la versión probada, el 320d de 184 CV esgrime una media oficial de 4,7 l/100 km–, y reconoceremos que incluso nosotros nos hicimos esa pregunta al principio. Pero el EfficientDynamics justifica su existencia con un consumo real sorprendentemente bajo, incluso menor de lo que su ordenador de viaje indica. Porque a lo largo de nuestra prueba se ha conformado con un promedio de 4,6 l/100 km, en carreteras secundarias limitadas a 90 km/h le hemos medido menos de cuatro litros y en ciudad hemos clavado los cinco litros anunciados, lo que demuestra la eficacia práctica del ‘Auto Start Stop’, que apaga el motor al parar el coche. Y en tráfico urbano el 320d ED repite esa operación de ahorro con tal obstinación que acaba por molestar, pues cada vez que se enciende el motor genera un retemblor demasiado apreciable. En el Audi A4 2.0 TDI e el funcionamiento del sistema de parada y arranque automático resulta bastante más discreto.
Con lo visto hasta ahora ya podemos sacar una conclusión: nos gusta más este 320d EfficientDynamics en carretera y autopista que en ciudad. Además, será en largos viajes donde más agradezcamos la enorme autonomía de esta versión, pues los 61 litros del depósito parecen no agotarse nunca, y recorrer 1.100 ó 1.200 kilómetros entre repostajes parece una tarea sencilla. Además, estamos ante un rutero estupendo, porque a 120 km/h reales en sexta el motor gira a sólo 1.900 revoluciones por minuto, lo que limita bastante la sonoridad.