Precisamente en mi época gloriosa de prácticas en Barcelona, en 2011, no tenia un duro, me pagaban 150€ al mes, y luego mis padres me pagaban una habitacion en un piso compartido de estudiantes y me daban 200€, pues no se como coj*nes lo hacia pero me daba para salir viernes y sabados a los mejores garitos (en esa epoca entrabas gratis antes de la 01:00 si te apuntabas por facebook o si conocias al RRPP, hablo sitios rollo Opium, Sutton etc etc.
Pues todavia me sobraba pasta para apuntarme al gimnasio y para tabaco.
El caso es que un final de mes iba apuradillo, y al salir de la barceloneta a las tantas de la mañana yo solo no me quedaba pasta para el taxi, asi que me puse a andar para casa medio bolinga. ( vivia en plaza de españa, unos 50 minutos andando )
En una de esas calles a lo lejos divise algo raro que se acercaba a mi pero entre que iba tocado y que aquello era muy raro pues segui andando.
Cuando estaba ya a una distancia prudencial, vi que en el medio de lo que venia hacia mi, habia un, como decirlo, un ELLE gigante, o sea, no era El ni Ella, era un Elle, un travelo con una peluca como un camion de grande.
Ademas el Elle en cuestion era grande de por si, o sea parecia eso la reina de los carnavales de Tenerife en una carroza viniendo directo hacia mi.
Pero no solo eso, es que a su lado aparecieron 2, como llamarlos, mini elles, os lo juro, eran 2 enanitos travelos, uno por cada lado.
Y cuando ya estaban a mi altura, me hicieron una emboscada y vi al Elle gigante hacerles un gesto con la mano a los mini elles de envolverme.
Yo medio bolinga empecé a medio bailar con ellos mientras frotaban la cebolleta y sus pelucas me daban latigazos en las mejillas, hasta que note la mano de uno de ellos que se metia por mi bolsillo para levantarme la cartera.
Todo esto en medio del show para celebrar la integracion LGTB.
El caso es que cuando cai en la cuenta del lio que me querian hacer se me quitó la borrachera de golpe y me acojoné como dios manda, di un salto a un lado y eche a correr.
No se si los mini travelos iban detras de mi, pero claro, cada zancada mia era como 3 de las suyas.
Finalmente pude llegar a un taxi, y cuando le conte la historia flipó, de hecho creo que no me cobró por llevarme a casa.
Pues en resumen, esa es mi relacion con la delincuencia de Barcelona.