Wasp
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Este 9 de enero ha fallecido en Salamanca a los 95 años el mecenas de la cultura y promotor del Museo de Historia de Automoción, Demetrio Gómez Planche, Hijo Predilecto de la Ciudad de Salamanca por su contribución a la Capitalidad Cultural Europea del año 2002.
Nacido en 1922 en Salamanca, Demetrio Gómez Planche realizó estudios en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid obteniendo el título de Aparejador en 1950. A lo largo de su dilatada carrera profesional trabajó con destacados despachos de arquitectos (Francisco Gil, Amando Diego, etc), participó en las labores de rehabilitación y restauración de numerosas iglesias, conventos y destacados edificios, como fue el caso de la Universidad Pontificia; su prestigio profesional lo llevó a incorporarse a la Unidad Técnica del Ministerio de Educación; puede decirse que vivió en primera persona el desarrollo urbanístico de su Salamanca natal. En 1952 contrajo matrimonio con María Eulalia Casillas, con la que tuvo cuatro hijos (Rosa, Demetrio, Javier y Ricardo).
Su afición hacia los automóviles la vivió siempre, hecho al que contribuyeron los negocios familiares: su padre cuando Demetrio nació se dedicaba a importar chasis de Francia para carrozarlos y venderlos en el negocio familiar. Durante toda su juventud tuvo un gran interés por todo artefacto motorizado, aunque no adquirió su primer coche antiguo hasta 1963: los médicos le recetaron cultivar una afición para rebajar el elevado nivel de estrés que sufría debido a su intensa actividad profesional. Por ello, cuando se le puso a tiro un Salmson no lo dudó y lo compró; a este siguieron muchos más coches como un Amilcar o un Ford T… Muchos de estos vehículos no estaban considerados por sus propietarios como algo de valor, sino al revés, dándose el de que algunos de ellos fueran regalados. Otros se encontraban adulterados de una manera que hoy nos escandalizaría, caso del célebre Pegaso Z102 Spider Serra al que le habían montado un motor Diésel.
Demetrio, siguiendo una sistemática que practicó con todos sus automóviles, abrió una ficha en la que fue anotando todos los datos que iba averiguando sobre la vida del vehículo, sus especificaciones originales, datos siempre necesarios para poder restaurar del modo más fiel posible cada vehículo. Tal y como él mismo le explicaba al autor “la precisión de fechas y datos no se debe solamente a mi memoria, son fruto de haber llevado un diario en el que anoto tanto mis actividades profesionales, como los acontecimientos familiares y de interés”.
La implicación de Demetrio con el vehículo de colección le llevó a participar en la fundación del Automóvil Club de Salamanca en 1965. La incipiente colección llamó la atención de la prensa local, como fue el caso del reportaje que le dedicó el 21 de enero de 1971 “El Adelanto”, de Salamanca.
Con el paso de los años lo que empezó siendo un simple hobby se había convertido en una de las colecciones más destacadas de España, donde se encontraban vehículos de gran carisma, con interesantes ejemplos de las marcas Amilcar, Austin, Cadillac, Hispano Suiza, Jaguar, Mercedes, Pegaso, Rolls Royce, SEAT, Unimog, Volkswagen, etc.
Creador e impulsor del Museo de Historia de la Automoción de Salamanca, cuya base principal es la Colección Gómez Planche, formada por más de cien vehículos, miles de piezas, accesorios y objetos relacionados con el automóvil, así como otras aportaciones de particulares, empresas e instituciones. Así mismo cuenta con la cesión de una colección única de la Dirección General de Tráfico y un impresionante archivo bibliográfico.
Este Museo resulta altamente innovador en sus planteamientos, puesto que contra las corrientes más habituales, centra su interés en mostrar la evolución estética del automóvil. Así pues, una exposición permanente, con más de noventa vehículos en exhibición, permite al visitante seguir la evolución del diseño del automóvil desde los primeros intentos de mecanización en el Siglo I a.c. hasta la actualidad y, en ocasiones, hacia el futuro, gracias a la eventual presencia de prototipos.
Los más de doscientos vehículos que forman los fondos del Museo permiten una renovación rotativa de la exposición permanente, de modo que el visitante encuentra piezas diferentes en cada visita.
Descanse en paz.
Nacido en 1922 en Salamanca, Demetrio Gómez Planche realizó estudios en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid obteniendo el título de Aparejador en 1950. A lo largo de su dilatada carrera profesional trabajó con destacados despachos de arquitectos (Francisco Gil, Amando Diego, etc), participó en las labores de rehabilitación y restauración de numerosas iglesias, conventos y destacados edificios, como fue el caso de la Universidad Pontificia; su prestigio profesional lo llevó a incorporarse a la Unidad Técnica del Ministerio de Educación; puede decirse que vivió en primera persona el desarrollo urbanístico de su Salamanca natal. En 1952 contrajo matrimonio con María Eulalia Casillas, con la que tuvo cuatro hijos (Rosa, Demetrio, Javier y Ricardo).
Su afición hacia los automóviles la vivió siempre, hecho al que contribuyeron los negocios familiares: su padre cuando Demetrio nació se dedicaba a importar chasis de Francia para carrozarlos y venderlos en el negocio familiar. Durante toda su juventud tuvo un gran interés por todo artefacto motorizado, aunque no adquirió su primer coche antiguo hasta 1963: los médicos le recetaron cultivar una afición para rebajar el elevado nivel de estrés que sufría debido a su intensa actividad profesional. Por ello, cuando se le puso a tiro un Salmson no lo dudó y lo compró; a este siguieron muchos más coches como un Amilcar o un Ford T… Muchos de estos vehículos no estaban considerados por sus propietarios como algo de valor, sino al revés, dándose el de que algunos de ellos fueran regalados. Otros se encontraban adulterados de una manera que hoy nos escandalizaría, caso del célebre Pegaso Z102 Spider Serra al que le habían montado un motor Diésel.
Demetrio, siguiendo una sistemática que practicó con todos sus automóviles, abrió una ficha en la que fue anotando todos los datos que iba averiguando sobre la vida del vehículo, sus especificaciones originales, datos siempre necesarios para poder restaurar del modo más fiel posible cada vehículo. Tal y como él mismo le explicaba al autor “la precisión de fechas y datos no se debe solamente a mi memoria, son fruto de haber llevado un diario en el que anoto tanto mis actividades profesionales, como los acontecimientos familiares y de interés”.
La implicación de Demetrio con el vehículo de colección le llevó a participar en la fundación del Automóvil Club de Salamanca en 1965. La incipiente colección llamó la atención de la prensa local, como fue el caso del reportaje que le dedicó el 21 de enero de 1971 “El Adelanto”, de Salamanca.
Con el paso de los años lo que empezó siendo un simple hobby se había convertido en una de las colecciones más destacadas de España, donde se encontraban vehículos de gran carisma, con interesantes ejemplos de las marcas Amilcar, Austin, Cadillac, Hispano Suiza, Jaguar, Mercedes, Pegaso, Rolls Royce, SEAT, Unimog, Volkswagen, etc.
Creador e impulsor del Museo de Historia de la Automoción de Salamanca, cuya base principal es la Colección Gómez Planche, formada por más de cien vehículos, miles de piezas, accesorios y objetos relacionados con el automóvil, así como otras aportaciones de particulares, empresas e instituciones. Así mismo cuenta con la cesión de una colección única de la Dirección General de Tráfico y un impresionante archivo bibliográfico.
Este Museo resulta altamente innovador en sus planteamientos, puesto que contra las corrientes más habituales, centra su interés en mostrar la evolución estética del automóvil. Así pues, una exposición permanente, con más de noventa vehículos en exhibición, permite al visitante seguir la evolución del diseño del automóvil desde los primeros intentos de mecanización en el Siglo I a.c. hasta la actualidad y, en ocasiones, hacia el futuro, gracias a la eventual presencia de prototipos.
Los más de doscientos vehículos que forman los fondos del Museo permiten una renovación rotativa de la exposición permanente, de modo que el visitante encuentra piezas diferentes en cada visita.
Descanse en paz.
