El ejemplo de Ferrari es bueno, lo mismo que es Lamborghini o Aston Martin. Empresas medianas con un producto exclusivo y que se vende a precios desorbitados.
Ahora imaginemos que tenemos una empresa pequeña/mediana y que queremos competir con la gama media de Renault o de Peugeot. Simplemente no te salen los costes porque no tienes la economía de escala que tienen ellos. Tu producto podría ser de igual calidad que la de ellos pero el precio sería mas alto. Tu capacidad de innovación estaría muy por detrás porque no tendrías detrás los departamentos de desarrollo gigantescos. Tus posibilidades de sacar el producto al mercado en tiempo son inferiores a ellos porque tu capacidad de presión a los proveedores, tanto en precio como en plazo, es muy inferior. Al final sacarías un producto mas tarde y además mas caro con lo que estás muerto. Si te mueves a gamas mas altas estás en las mismas. Intenta sacar un competidor de un serie 5 en una pequeña empresa, solo están a su nivel Audi y Mercedes y quizá Volvo y Alfa, que ya se las ven y se las desean.
La única posibilidad es desmarcarte por arriba o por abajo. Por arriba no es muy dificil. Haces un producto con pocos compromisos. Puede ser caro, puede ser poco espacioso e incómodo e incluso puede ser poco fiable. Esto es mas facil de diseñar y llevar a la producción que un modelo medio de gran venta. Estamos hablando de todos los deportivos de superélite. Hacer un coche medio, que guste a muchos, que sea innovador, quepan 5 personas sin ser grande, consuma poco, sea cómodo y a un precio aceptable no es nada fácil, especialmente porque en ese segmento juegan los mas poderosos y hay muchos codazos.
También te puedes desmarcar por abajo haciendo un producto mas barato, en ese caso están Tatra, Dacia o los que hacen esos cochecitos sin carnet. Si, son mas baratos pero aun así no le pueden hacer sombra a, por ejemplo, Citroen. Van a nichos de mercado, pero el gran pastel se lo comen los de siempre, los grandes.