Porque el espectador, el profano, suele fiarse de cifras, tangibles, mediciones... y decide mejor o peor en función de ellas
sin embargo el erudito, el iniciado, el entusiasta, valora los intangibles ya citados anteriormente (sonido orgásmico sin ser perturbado por los molestos turbos, lag-less, respuesta lineal, altas rpm, dosificación total del pedal, proporcionalidad del acelerador, reducciones mucho más precisas, ausencia de problemas con el turbo, etc) y esos no se pueden medir, son sensaciones, hay que sentirlas para conocerlas, no se plasman en cifras, revistas o vídeos.
Por eso siempre que pueda, como ahora, tendré en mi garaje uno o más V8-V10-V12-W12, gasolina y sino atmosféricos, con compresor (que aporta lo mejor del atmosférico sin los incovenientes del turbo). Bueno, el 911 es la excepción, pero es que es al único coche que le perdono no portar un V8 por su peso y ubicación.