Pues eso os dejo las últimas noticias que de momento no son buenas, pero parece que hay esperanza todavía.
JOSÉ MANUEL GALERA. Minneápolis
El viernes pasado los médicos nos certificaron lo que ya esperábamos: que el injerto de la nueva médula no había funcionado. Hace unas tres semanas ya nos dieron la mala noticia. El porcentaje de células nuevas había descendido de un 59% hasta un 9%, y el doctor Paul Orchard creía que el injerto había fallado. Aún así propuso la medida de retirarle un medicamento por ver si ese pequeño porcentaje crecía, pero sus esperanzas eran muy escasas y comenzaban a preparar un segundo trasplante. Nosotros, aunque manteníamos una pequeñísima ilusión, éramos conscientes de que era prácticamente imposible recuperar el injerto.
La verdad es que cuando nos comunicaron hace unas semanas la noticia no nos lo podíamos creer. Había ido todo tan bien que estábamos desbordados de optimismo. Fue un golpe muy duro, otro más en esta maldita historia. Cuando vas conociendo detalles, el golpe va subiendo de intensidad. Tan solo 5 fallos de injerto en trasplantes de médula para enfermedades del metabolismo en el Hospital de la Universidad de Minnesota, un hospital que hace decenas de trasplantes al año. Qué 'suerte'. José Carlos iba a ser el número 6.
Los médicos tampoco tienen una explicación clara a este fallo. Según nos cuentan se dio la carga más completa de quimioterapia que puede administrarse a un niño, pero algunas veces, y sobre todo en procesos tan complicados, pasan cosas que incluso a los mayores expertos sorprenden. Así es el cuerpo humano.
Pero bueno, ahora hay que seguir, hay que hacer un segundo trasplante. Todo está ya preparado. Ayer empezamos las pruebas de nuevo, las de preparación al trasplante y casi con toda seguridad, el viernes ingresaremos a José Carlos de nuevo. Ya está preparado el cordón umbilical y la planificación de todo el proceso. Los doctores nos han comentado que en estos segundos trasplantes, el injerto es mucho más fácil, ya que su cuerpo no esta recuperado del primero y su médula está muy deteriorada. La carga de quimioterapia es menor, tan solo 7 días frente a los 12 del primero, y añaden un día de radiación y de una intensidad en cuanto a medicamentos también mucho menor, por lo que creen que esta fase la superará sin muchas complicaciones. El mayor riesgo que contemplan los médicos es el posibles infecciones, ya que al no estar recuperadas sus defensas parece ser que es mucho más vulnerable, aunque . Según dicen, ellos son optimistas ya que en esta fase que hemos estado fuera del hospital, José Carlos no ha tenido ningún problema de este tipo.
El segundo aspecto de esta historia era el dinero necesario para el tratamiento, pero al final todo está solucionado. Aunque no sabemos cuánto va a costar esta segunda operación, hemos visto muy buena disposición por parte del hospital. Nos han pasado los costes de este primero y han sido menores de los esperados, además nos han aplicado un 20% de descuento en los dos trasplantes. Estamos hablando en estas cantidades de mucho dinero de ahorro. En cualquier caso, con todo esto estamos más que convencidos de que nos llegará el dinero.
Quizá lo peor es nuestro estado anímico. Inicialmente, teníamos previsto volver a mitad del próximo marzo y así estaremos tres meses más en Minneápolis. Volver al hospital de nuevo se nos va hacer muy duro y la ansiedad y los nervios parece que no tienen límite, pero bueno, hemos venido para curar a nuestro hijo y ahora no nos vamos a rendir.
Por lo demás, José Carlos está muy bien. Prácticamente igual que cuando llegamos, quizás aún un poco débil, pero recuperando día a día. Come con toda normalidad, se la ha retirado la mayoría de la medicación, está perfecto y por eso nos da tanta rabia. Había superado tan bien el trasplante...