{Leer el capítulo "PESADILLA I", primero} ...La tenía sobre mis espaldas, el dolor del bocado con esos dientes afilados era tremendamente incisivo. Tan fuerte que casi me demallo. De repente me veía caer de espaldas, tirado por una fuerza realmente desmesurada, oigo un chillido tremendo. La rubia ya no se encontraba mordiendome como un vampiro de media noche, ahora alguien me la había quitado de encima. Giro la cabeza y con todo mi asombro veo a mi mujer cogida de la coleta de la vampiresa, zamarreandola de la coleta le decía ; - Rubianca, te voy a dar para el pelo con ese pelo pollo, rubia de bote...pelandruzca. Mi mujer, la típica morenaza de pura casta Española, bien poco le hacía falta para arrancar a mala leche, parecía esto un combate de ring del Pressing Kat. Que ni yo sería capaz de aguantar el primer asalto. La rubia en un descuido de la morena leonesca, conseguía deshacerse de las garras de su adversaria. Huyendo a todo trapo en el Nissan SX negro que conseguía arrancar uno de esos piltrafillas con gomina que a duras penas pudo levantarse trás los buenos cascazos recibidos. Ahora tenía el pumuki a mi alcance, me doy media vuelta, miro hacia él, me levanto ágilmente mientras este se intenta meter en su "Muchobicho truñing rojo". Este último se mete en su coche cerrando la puerta violentamente, arranca el motor y acelera a fondo. Mi chaqueta de cuero quedó atrapada en la puerta del conductor, el pumuki acelera ; - Hijo de tu madre, le digo. - Te voy a borrar del mapa de la tierra "Jesúsito", me contesta. - !So granuja, gamberro, detén el coche que te voy a denuciar, por mi madre que terminarás en un calabozo¡ Le replíco. En estas palabras le agárro del flequillo del pelo y le estrello la frente contra el volante. Este se exclama ; - Maldito dominguero acatetado, me has partido la nariz. Le contesto ; - Pués como pares el coche es poco para la que te voy a dar, so payazo de feria. Le digo. Este último pega un volantazo, llevandose por delante al truñing dónde iba la novia con el otro al volante. En ese mismo momento salgo despedido, soltandose mi chupa de cuero de la puerta de su truñing. Valiente cobarde. No sobrado por tal azaña, me dirijo corriendo hacia mi moto. Dispuesto a pillarle la matricula a estos delincuentes de poca monta... . Pero se escapan, dejando detrás de ellos una nube de polvo en la oscuridad. Por la mañana siguiente, de domingo por la mañana al mirarme al espejo tenía un ojo morado e inchado, un diente de las paletas partido y un rozón en la ceja derecha. Parecía Rocky Balboa después de las cuatro películas. Menudo fin de semana. Ya adentrada la tarde del mismo domingo decidimos ir a tomar café con uno colegas de la peña "BMW" al centro comercial "Los Alcones" de Sevilla ; la tarde era soleada, una brisa fresca y ligera pasaba como una caricia sobre mi rostro dolido e inchado. Mis colegas, que eramos unos siete u ocho todavía no salían del asombro de la noche tan movida que tuve el día anterior. Si bien una cosa estaba clara, que este asunto no iba a quedar en el aire. Ya nos volveríamos a cruzar algún día. Estaba arrimandome el café a los labios con cuidado de no beber por la parte que tenía herida, cuando oigo un sonido de música tipo "bacalao del cantábrico" a lo lejos. Mi colega "El castaña" de la peña BMW me mira y me dice ; - Ahí parece que llegan unos trúñing's, pero no se vé que haya ninguno rojo o negro, pero parecen haber unos 10 coches viniendo para acá... . La música "bacalaera" se hacía más y más cercana, y más cercana. El grupo de diez coches pasó, con sus cristales negros tintados, pinturas de las Bratz, pasando de largo pero lento, demasiado lento para ser normal... . Trás diez minutos ya me había tomado el café, y nos disponíamos a marchar. Pero de repente veo a lo lejos una silueta estruenda, me daba la impresión de ver unos pelos de punta, allá en el interior de un Honda Civic "Truñeado" azul turqueza metalizado, con enmolduras de cromo "al metro" en todas las ventanas, sus llantas americanas cromadas de "gira gira". Juraría en ese momento haber visto el pumuki espiandome en plan complot. Le doy un codazo a mi compañero "el Castaña" (lo llaman el castaña porque tiene muy mala pipa le da castaña a cualquiera que le hable de medio lado), a ver si le suena la cara. El "Castaña" se levanta y me dice con una voz ronca de mala uva ; - Este no será el pin-pin que te ha puesto la cara así, ¿no colega?, es que desde aquí sólo le veo un gran esparatrapo puesto en las narices... . Lo miro sobresaltado ; - Si, es ese, pero no tengo ganas de más lios. Bastante tengo con denunciarlo y ya está. El "Castaña" ni corto ni perezozo, va para su coche, abre el maletero y dice ; - Les voy a presentar a mi amiga "anestecia rápida". Esta última es una de estas porras de madera de "souvenirs" de la provincia de Murcia. Que se tiene en el coche para casos en los cuales hace falta refrescarle las ideas a un espontáneo. Mi colega que es jugador de rugby de la peña local, se vé que no le bastaba con los partidos amistosos, sino que también le gusta la justicia por su mano. Llega al Civic por el lado conductor y le dice al conductor ; - Es aquí en este gallinero que se oculta una tal maricona de pelos tiesos. Preguntó El "Castaña", con una ceja arrugada y la boca entreabierta de medio lado. Parecía el padrino de Al Capone haciendole la pregunta a Gino el Parguera. - No, no en este coche no hay nadie, quiero decir que está mi perro. Contesta el conductor con cara de pajarito. - Pues dile a tu perro que salga que le voy a dar un paseo por el parking que seguro que tendrá ganas. Con esto que unos cuantos pavones de turno se plantan por detrás de mi colega El "Castaña" ; - Oye tú, grandullón. Dice un nene de metro veinte de altura. - ¿A quién llamas grandullón? Replica. - ¿A dónde crees que vás con la porra, te crees que eres Jonny Melenas jugando con las estrellas? Con esto que sale el pumuki del Honda. En ese mismo momento llego hacia la movida y digo ; - No hay problema chicos, es un malentendido, sólo me habeis jodido el coche y nos veremos en el Juzgado. Sálta el "Castaña"; - Pero no antes de haberlos dado una buena lección. Contesta el niñato de metro veinte ; - ¡Tu madre! Para qué mencionó aquel inconsciente de la vida a la madre de mi amigo. Su madre es lo más sagrado de este mundo, vamos que la pobre mujer además de estar ausente. Con una mano agarró al niñato por los pelos, cosa que no fué difícil ya que los pelos los tenía de punta y largos. Y con la porra de Murcia dándole al Honda y diciendo ; - Esto es lo que te podría estar dando en la cara, so muñeco. Otro de estos se hechó encima de él en plan bocado y arañazos. Yo aprovechando la situación, tipo como suele ocurrir en los bares americanos, me puse a darle ostias al primero que pillé, y cómo era el pumuki, le pude dar la ostia con la mano abierta en toda las narices. Ahí dónde más duele. En medio segundo se juntaron los colegas de la peña a porrazos con los de la truñing.Bueno esto acabó como una de esas películas de Bud Spencer y Terence Hill. Menuda pesadilla, cuando abría los ojos en mi cama. Menos mal que no vivimos en una zona de salvajes... . Continuará en PESADILLA 3... . ¿Os gustan los relatos estos?
¡Vaya! al final saliste bien librado de pesadilla 1. No bajes el nivel (un pelín floja esta segunda parte), a ver si consigues como la saga de "El Padrino" y que las tres estén a la altura.
Pesadillas para no dormir:err: o.... pesadillas de media noche:rolleyes: Deverías hablarte con la editorial Altaya:wink:. Me compraría el libro,:biggrin: seguro que ellos lo editan.:rofl:
