El sábado pasado aproveché el buen día que hacía, aunque frío de narices, para darle una vuelta a mi hija mayor, que ya el lunes acababa vacaciones navideñas. Dudé por las bajas temperaturas, pero al final solo es cuestión de ir bien pertrechados y saber cuando parar o dar la vuelta en caso necesario, así que lo tiramos adelante. Aproveché para llevarla a una de mis rutas favoritas, la carretera a Sant Llorenç de Morunys, que en su primera parte hasta la presa suele estar seca incluso los días más fríos.
Salimos de casa a las 1130 con 7º que fueron la máxima que tuvimos en todo el día :wacky: El primer tramo de 40 km largos por la A2 fueron de lo peor del dia, frío intenso con velocidades superiores a 120 km/h no combinan muy bien, la sensación térmica es de mucho frío, no habrían más de 3-4 grados, y en el tramo final de Ca La Iaia incluso un par menos seguramente. Pocas veces he pasado por ahí a mediodía con menos gente, bueno, de hecho no habia nadie en el mirador, solamente el fotógrafo:
Ver el archivos adjunto 115437
Ver el archivos adjunto 115438
Ver el archivos adjunto 115439
Impresionante secuencia


La verdad es que el piso húmedo no estaba para florituras ( y llevando a mi hija como podéis imaginar riesgos cero) aunque debo decir que los SportSmart
se portaron mejor que los semis de la Aprilia la última vez, muchísima más sensación de agarre con estos. Las suspensiones blandorras también ayudan mucho. Comportamiento normal en gomas que trabajan a mucha menos temperatura en estas condiciones.
Ver el archivos adjunto 115441
Llegamos a la primera parada en Salelles deseando agarrar una taza calentita de lo que fuera. Repostaje, cacaolat y cafelillo, y marcha. La peque aguanta como una campeona y al no sacarnos las chaquetas en la parada acumulamos calor para los siguientes 60 km hasta la presa de La Llosa del Cavall. Trazado medio-rápido hasta Solsona que con la Bandit tira más a medio y que además las humedades hacen tomárselo aún con más calma. Llegamos al tramo deportivo sin quejas de la copi y seguimos hasta la presa donde daremos la vuelta para almorzar. Como siempre comento en invierno más allá de la presa hasta Sant Llorenç está completamente mojado, no vale la pena. Echamos cuatro fotos y aprovecho para enseñarle a mi hija una presa por primera vez y explicarle cómo funciona semejante megaestructura...
Ver el archivos adjunto 115442
Ver el archivos adjunto 115443
Hay una plataforma para puenting, algún día habrá que tirarse, hace ya muchos años de la última vez
Ver el archivos adjunto 115444
Aunque estábamos al solete no llegamos a sacudirnos el frío en la paradita, así que desandamos los escasos 10 km hasta Solsona y paramos a comer en el Hotel Gran Sol. Ambiente familiar y buena comida para reponernos y comentar la jugada. 6º en el centro del pueblo, benditos sotoguantes



A las 1545 iniciamos regreso, quedan unos 130 km. Esta vez no paro en Salelles porque ya está atardeciendo y prefiero hacer Ca la Iaia con más luz para detectar mejor las humedades, así que paramos en la cafetería del Hotel Bruc, otro clásico de la A2. Llegamos a casa sobre las 1730 dejando a nuestra derecha en la autovía un precioso atardecer invernal que tiene embobada a mi hija buena parte del trayecto, como me diría después.
En fin, una bonita experiencia salir de ruta con tus vástagos. Muchos lo haréis también, yo animo a los que aún no se atreven a que lo hagan, son momentos muy especiales para ambos, sobre todo las primeras veces. Y ahora que han levantado la prohibición de los intercomunicadores es el momento de hacerse con unos, será de mis próximas adquisiciones. Aunque con lo que le gusta cascar igual me arrepiento

