Hola a todos:
Aunque suelo leer los diferentes temas del foro, hasta la fecha no había tenido ocasión de participar: espero no meter la pata. Os hago llegar la copia del informe que voy a entregar a mi concesionario sobre los problemas con mi nuevo 540i. Me gustaría saber si a alguno de vosotros le ha ocurrido lo mismo.
Gracias.
Shihan.
Los síntomas que a continuación se describen han ido surgiendo con el tiempo y da la sensación de que van empeorando conforme avanzan los días (dos meses desde la adquisición). De tratarse de algo relacionado con el software, debería de haberse manifestado el primer día (el software no se deteriora con el tiempo), por lo que, me temo, hay alguna pieza mecánica o electrónica implicada en el origen del problema. Inicialmente se manifestó el fenómeno en frío, en forma de un funcionamiento errático del ralentí y dubitativo del motor (algo parecido a una pequeña vibración del mismo como si alguno de los cilindros no funcionase adecuadamente), acompañado por un fuerte retraso en la actuación del acelerador (tiempo transcurrido entre la acción de pisar y la respuesta del motor), siendo difícil el arranque progresivo desde parado. No obstante, desde hace unas semanas, los síntomas son permanentes incluso con el motor caliente. El problema es más palpable en rampas, como la de salida de mi garaje, donde, al actuar sobre el acelerador sin pretender una salida explosiva, en numerosas ocasiones se oye el típico sonido del “picar de válvulas”. A todo ello se une el comportamiento errático del indicador de consumo instantáneo, que sube y baja de manera aleatoria incluso en parado, o que se mantiene a fondo de escala durante unos segundos después de detenerse en el semáforo de turno. En ocasiones, la acción de levantar el pie del acelerador a bajas velocidades no significa la detención del vehículo, que sigue en marcha por iniciativa propia hasta que se actúa sobre el freno o el embrague. Este fenómeno es muy notable cuando bajo la rampa de mi garaje, donde el motor no ayuda a la retención sino todo lo contrario. Que el problema va en aumento lo experimenté hace unos días cuando, al salir de un semáforo de la manera habitual, el motor se “caló”. Una vez alcanzada una cierta velocidad, parece que el fenómeno se mitiga, aunque muchas veces me pregunto si el motor proporciona la potencia anunciada (306 HP) cuando comparo su comportamiento en aceleración con mi anterior SAAB 9.5 (185 HP). Para terminar, indicar que, además de la frustración que representa (me decidí por BMW porque buscaba prestaciones), el problema puede afectar a la seguridad dado que, en las ocasiones en las que se debe hacer uso de la capacidad de aceleración (una rotonda, un cruce o un adelantamiento) el comportamiento anómalo del acelerador puede llevar a una situación muy comprometida.
Aunque suelo leer los diferentes temas del foro, hasta la fecha no había tenido ocasión de participar: espero no meter la pata. Os hago llegar la copia del informe que voy a entregar a mi concesionario sobre los problemas con mi nuevo 540i. Me gustaría saber si a alguno de vosotros le ha ocurrido lo mismo.
Gracias.
Shihan.
Los síntomas que a continuación se describen han ido surgiendo con el tiempo y da la sensación de que van empeorando conforme avanzan los días (dos meses desde la adquisición). De tratarse de algo relacionado con el software, debería de haberse manifestado el primer día (el software no se deteriora con el tiempo), por lo que, me temo, hay alguna pieza mecánica o electrónica implicada en el origen del problema. Inicialmente se manifestó el fenómeno en frío, en forma de un funcionamiento errático del ralentí y dubitativo del motor (algo parecido a una pequeña vibración del mismo como si alguno de los cilindros no funcionase adecuadamente), acompañado por un fuerte retraso en la actuación del acelerador (tiempo transcurrido entre la acción de pisar y la respuesta del motor), siendo difícil el arranque progresivo desde parado. No obstante, desde hace unas semanas, los síntomas son permanentes incluso con el motor caliente. El problema es más palpable en rampas, como la de salida de mi garaje, donde, al actuar sobre el acelerador sin pretender una salida explosiva, en numerosas ocasiones se oye el típico sonido del “picar de válvulas”. A todo ello se une el comportamiento errático del indicador de consumo instantáneo, que sube y baja de manera aleatoria incluso en parado, o que se mantiene a fondo de escala durante unos segundos después de detenerse en el semáforo de turno. En ocasiones, la acción de levantar el pie del acelerador a bajas velocidades no significa la detención del vehículo, que sigue en marcha por iniciativa propia hasta que se actúa sobre el freno o el embrague. Este fenómeno es muy notable cuando bajo la rampa de mi garaje, donde el motor no ayuda a la retención sino todo lo contrario. Que el problema va en aumento lo experimenté hace unos días cuando, al salir de un semáforo de la manera habitual, el motor se “caló”. Una vez alcanzada una cierta velocidad, parece que el fenómeno se mitiga, aunque muchas veces me pregunto si el motor proporciona la potencia anunciada (306 HP) cuando comparo su comportamiento en aceleración con mi anterior SAAB 9.5 (185 HP). Para terminar, indicar que, además de la frustración que representa (me decidí por BMW porque buscaba prestaciones), el problema puede afectar a la seguridad dado que, en las ocasiones en las que se debe hacer uso de la capacidad de aceleración (una rotonda, un cruce o un adelantamiento) el comportamiento anómalo del acelerador puede llevar a una situación muy comprometida.