BMW M2: la última fiera de una especie en peligro de extinción
El nuevo M2 es uno de los últimos deportivos de BMW sin ayuda eléctrica en su propulsión. Su sensacional competencia dinámica estimula los cinco sentidos y lo convierte en un futuro clásico.
El nuevo M2 alcanza 460 CV de potencia y no tiene ningún tipo de hibridación.BMW.
03/04/2023
Mientras se despiden los coches deportivos con motor de gasolina, la llegada de un nuevo modelo de esta especie en peligro de extinción es casi un motivo de celebración. Hace honor a la tradición de
BMW en la clase de deportivos compactos (que
remonta al 2002 Turbo de 1973) y es un digno
sucesor de la primera generación M2 (con ventas de casi 60.000 unidades desde su lanzamiento en 2015), que cobró gran fama entre los aficionados de los coches deportivos gracias a su destacada dinámica y a una imagen muy positiva, que esta nueva generación quiere incluso mejorar.
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La competencia, incluso interna, no debe menospreciarse, como es el caso del reciente
M240i y también del
M3 familiar. Pero para los que prefieran un deportivo más compacto, el musculoso M2 que condujimos el verano pasado todavía camuflado en pista (Salzburgring, en Austria), y ahora totalmente expuesto, en el estado norteamericano de Arizona (mucho más cerca de su 'cuna', en la planta de San Luis de Potosí, México),
puede ser la mejor alternativa.
Vestir para seducir
La parrilla delantera no tiene el tamaño exagerado de algunos de los modelos más recientes de la marca bávara. La
'burbuja' de potencia de la que todos los Serie 2 presumen sobre el capó (incluso el tranquilo 220i) es más grande aquí, marcando la presencia del
motor de seis cilindros en línea y 3 litros. Y, por supuesto, el aspecto del M2 es bastante más agresivo en comparación con el resto de la gama Serie 2, con énfasis en los
dobles tubos de escape, en el pequeño alerón trasero y los paragolpes más curvos, las vías (
idénticas a las del M4 Coupé) más anchas (en 3,6 cm delante y en 1,2 cm detrás), su mayor longitud (3,2 cm) y mayor anchura (5 cm), en comparación con un M240i, por ejemplo.
Los pasos de rueda (que, de serie, admiten
ruedas delanteras de 19" y traseras de 20") son más anchos y la distancia entre ejes es
5,4 cm más larga que la del M2 anterior (pero 11 cm más corta que en el M4). sobre todo porque este, que es el
último de los coches M sin electrificación, ahora utiliza la arquitectura
CLAR que emplea BMW en todos sus nuevos modelos, hasta en los enormes Serie 8 y X7. En comparación con el M2 reemplazado, el nuevo también es
12 cm más largo y 3,3 cm más ancho.
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Eso significa que el M2 crece en longitud y gana peso, que no son evoluciones positivas para un coche deportivo. Pero es también
más ancho (como ya hemos visto) y
más bajo (dos cambios favorables al comportamiento eficaz), y el peso añadido (que sube de 1.650 a
1.800 kilos) se compensa con el aumento del rendimiento del motor
de 411 a 460 CV. En el origen de este aumento en el peso del M2 también están también algunos refuerzos estructurales, que permiten un
aumento en la rigidez de un 40%, según los ingenieros bávaros. Quien quiera bajar un poco el centro de gravedad y además subrayar el aspecto deportivo del M2 puede optar por un
techo de carbono, con un coste de
3.322 euros.
Tracción trasera 'obligatoria'
En esta nueva generación, el Serie 2 Coupé (presentado el año pasado) ya no está ligado umbilicalmente al Serie 1 (que ha pasado a ser un coche de tracción delantera), y se ha convertido en una
especie de Serie 4 reducido, conservando la tracción trasera, para satisfacción de muchos aficionados a las sensaciones de conducción que proporciona esta configuración mecánica.
El motor de
seis cilindros, 3,0 litros y dos turbos de una sola entrada (mono-scroll) es el mismo que anima al dúo
M3/M4, pero con una reducción en el rendimiento para que se mantengan 'las jerarquías' (480 CV en esos casos). Es decir, la potencia máxima es de
460 CV, por encima, por tanto, de los 450 CV generados por el motor del anterior
M2 CS. Y podemos suponer, con una probabilidad de error reducida, que además de este M2 habrá, un poco más adelante, una
versión M2 CSL, con un peso más ligero y una potencia inflada hasta
cerca de los 500 CV (pero lejos de los 550 CV del M3 CSL).
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En comparación con el motor del M2 anterior, la cilindrada aumentó
de 2.979 a 2.993 c.c. (cada cilindro tiene una carrera 0,4 mm mayor, manteniéndose el mismo diámetro), la
presión de inyección aumentó de 200 a 350 bar y la
relación de compresión disminuyó de 10,2 a 9,3: 1.
Hay dos opciones de transmisión, una
automática de ocho velocidades (de ZF) y una
manual de seis velocidades (sin cambio de precio) y este nuevo M2 se basará únicamente en la
propulsión trasera, a pesar de que la plataforma permite una variante 4x4 (que es el caso del M240i xDrive) y aunque sus archirrivales Audi RS3 y Mercedes AMG A45 solo existen con tracción y transmisión automática de doble embrague.
Revisiones de chasis
Se ha revisado la suspensión, con
muelles más rígidos en las ruedas delanteras (con el objetivo de que la delantera del coche sea más incisiva al entrar en curva) y
más blandos en las traseras (contribuyendo a una mejor absorción de los baches) en medio de la curva, para lo cual cuenta con la ayuda de amortiguación variable (en el antecesor era opcional en el M2 y de serie en el M2 CS). Los frenos utilizan
discos de acero (con una aleación compuesta más resistente), también para marcar diferencias respecto al M4, con pinzas de seis pistones delante y monopistón flotante detrás. El sistema
brake by wire aísla el pie derecho del conductor de la bomba del ABS, suavizando la intervención del sistema. Hay dos posiciones de pedal de freno, una más cómoda (para carretera) y otra más agresiva, para circuito.
En el interior tenemos la base de salpicadero que encontramos en el Serie 2 pero con las pantallas de instrumentación (12,3") y de infoentretenimiento (14,5") una al lado de la otra, con un efecto curvo, tal y como se estrenaron en el X7 y el i4. El sistema operativo también es el más reciente i8, manteniéndose varios mandos físicos entre los asientos, lo que evita tener que navegar por menús y submenús (algunos de ellos con gráficos muy modernos, que quizás se puedan cambiar en una actualización remota si se quedan anticuados). En el volante de pequeño diámetro y aro grueso, como es habitual en los BMW más deportivos, tenemos los dos
conocidos botones M (1 y 2) para predefinir reglajes que luego se pueden 'llamar' con gran rapidez y facilidad.
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Los asientos están tapizados en
símil piel (Sensatec) y
Alcantara, pudiendo ser sustituidos (como extra) por otros más deportivos, que sujetan mejor el cuerpo de los ocupantes y con reposacabezas integral o incluso asientos
bacquet de competición, con estructura realizada parcialmente en plástico reforzado con fibra de carbono (
reducen el peso total del M2 en casi 11 kilos) y que, si son idénticos a los del M4, son muy duros y requieren cierta agilidad para subir y bajar del coche. Pero, eso sí, se adhieren al cuerpo como lapas en una roca y acercan la pelvis del conductor al suelo, aunque las personas más grandes pueden sentirse incómodas porque son más estrechos. Las dos plazas traseras pueden recibir ocupantes de baja estatura o pequeños volúmenes que no caben o no quieren colocarse en el maletero, que puede recibir
390 litros.
Modos de conducción
Los
modos de conducción son, como ya hemos visto, tres y, como es habitual hacen que el motor, el sonido, el cambio (automático), la suspensión, el programa de control de estabilidad/tracción y la dirección sean más deportivos al pasar de
Road a Sport y de Sport a Track. En el primer caso, la instrumentación digital frente al conductor muestra el velocímetro en azul a la izquierda, el tacómetro a la derecha y diversa información en el centro. En Sport, el velocímetro sigue siendo el mismo, el cuentarrevoluciones aumenta y el color gana brillo, al mismo tiempo que la información central adicional pierde espacio. Y, en Track, la velocidad se indica numéricamente y está flanqueada por datos relevantes para la conducción (como la temperatura de los neumáticos, otras temperaturas y configuraciones relevantes), la indicación de marcha engranada gana protagonismo y la mitad de la pantalla central (con contenido de entretenimiento) se apaga.
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El
sistema opcional M Drive Professional (que se estrenó en el M4) está diseñado exclusivamente para uso en pista. Incluye el control de
tracción M, que permite ajustar en diez niveles una función de limitación de patinaje de ruedas del sistema de control de estabilidad, y también el
analista M Drift, que registra y evalúa estadísticas de paso en curvas muy dinámicas, así como el
M cronómetro, que graba los tiempos de vuelta.
Emociones a flor de piel
La experiencia dinámica con el nuevo M2 tuvo lugar en dos momentos diferentes. Una primera durante ocho vueltas al circuito de
Salzburgring (en Austria) y posteriormente por carreteras norteamericanas, en el estado de
Arizona. Incluso en asfalto público, en los primeros cientos de metros, el
sonido grave y envolvente que emana del sistema de escape provoca un impacto, pero en ese entorno puede ser preferible mantener los decibelios en niveles más 'civilizados' y el programa de amortiguación más 'suave', para que las superficies irregulares no provoquen movimientos corporales excesivos.
Tanto la versión manual como la automática tienen sus méritos, en el primer caso más cualitativos, en el segundo más cuantitativos: la automática de ocho velocidades
es más rápida en los cambios y permitirá acelerar de 0 a 100 km/h en
4,1 segundos (4,3 s en el caso del cambio manual, aunque pese 25 kg menos) y permite que el conductor vista la piel de piloto con el máximo foco en la pista (es decir, distraerse lo menos posible con nada que no sea el volante, los pedales y las trayectorias).
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Para eso están las
levas de titanio que permiten mantener las manos en el volante en todo momento y disfrutar de la
dirección M Servotronic muy precisa y comunicativa (principalmente en su programa más deportivo, existiendo uno más cómodo y adecuado para el uso diario), que combina las ventajas de la asistencia en función de la velocidad con las del desarrollo variable. En las
recuperaciones de 80 a 120 km/h en 4ª y 5ª marcha, la excelente transmisión ZF es más rápida que la manual en más de 1 y en casi 2 segundos. Solo en algunas situaciones de kickdown (la acción de pisar el pedal derecho a fondo en una solicitud urgente de potencia, que hace que la transmisión baje dos o tres marchas) se nota una ligera demora.
El cambio manual, por otro lado, con dos marchas menos, hace que haya una
conexión más 'íntima' entre el piloto/conductor y el coche, sobre todo porque el selector es rápido y preciso, aunque requiera cierta virilidad en su uso.
Acelera como un disparo
En cualquier caso, son registros que muestran a las claras el excelente rendimiento del nuevo M2: cada aceleración se celebra con un 'disparo' casi instantáneo en todas las revoluciones y solo en las más bajas hay un retraso casi imperceptible (el llamado turbo lag), hasta que los
550 Nm de par máximo no queden totalmente disponibles, lo que ocurre a
2.650 rpm. A partir de ahí, el
par parece infinito (y, de hecho, solo empieza a 'bajar' a partir de 5.870 rpm), con los cuatro amenazadores escapes celebrando estos momentos de subida de adrenalina con una banda sonora cargada de bajas frecuencias. El corte de la inyección se produce a
7.200 rpm, aunque por encima de las 6.250 rpm la potencia ya empiece a bajar.
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El
reparto uniforme del peso entre la delantera y la trasera del coche (un ingrediente presente en la mayoría de los BMW) y las vías más anchas ayudan a que el comportamiento sea más preciso y estable. La 'nariz' del coche es muy incisiva y, con criterio en el uso del acelerador y del volante,
no hay señales de subviraje, lo que es bueno para ganar segundos por vuelta, pero el conductor debe estar alerta porque el M2 no deja grandes avisos sobre cuándo llegan los límites de agarre, momento en que la
zaga puede devolvernos a la realidad. En los modos más 'tolerantes' o incluso 'libertinos' del control de estabilidad y de tracción, la trasera parece ganar voluntad propia, por lo que solo se recomienda en pista (con escapatorias de seguridad...) o para pilotos con currículum de carreras.
Primeras conclusiones
En competencia dinámica,
no hay muchos deportivos más eficientes y divertidos de conducir que el nuevo M2, uno de los últimos modelos de la división M sin propulsión electrificada, ni siquiera parcialmente. El diseño exterior (iluminado por los colores exclusivos Zandvoort Blue o Toronto Red) muestra precisamente eso, con una parrilla agresiva, arcos de rueda ensanchados y una zaga que parece pedir una pista para imponerse a sus rivales. El interior sigue en línea con ese planteamiento, lleno de signos de lo que corre en la sangre de este M2 con un
chasis afinado para circuitos de velocidad y que combina a la perfección con los 460 CV de potencia del motor de 3 litros y 6 cilindros.
El precio es desorbitado (
91.000 euros, 33.000 más que en Alemania) y deja a este deportivo fuera de serie en una estantería prohibitiva para el común de los mortales.