Y cuando estaba gastada la pólvora... se rellenaba con cabezas de cerillas,
Yo no recuerdo haber hecho eso.
Pero ahora que has comentado lo de las cabezas de cerillas me ha venido algo a la memoria de aquellos tiempos de la infancia.
Aquí, cogíamos dos tornillos y una tuerca. Roscábamos un tornillo en la tuerca, una vuelta y poco más, dejando un espacio en la misma. Después, en el hueco que quedaba, metíamos un par de cabezas de fósforos y luego roscábamos a la misma el otro tornillo. Lo tirábamos contra el suelo y aquello hacía las veces de un petardo.
Ni lo recordaba.
