Pude conducir en una ocasión un R5 Copa Turbo de 1984 y debo decir que, a pesar de la inocente, alegre y juvenil publicidad de FASA, el coche no era para principiantes.
Cuando se pisaba a fondo el acelerador la respuesta llegaba con un pequeño lapso de retardo y era absolutamente demoledora.
Desde luego divertido lo era y corría como un tiro, pero había que ir con mucho tiento para no perder el control.