Enhorabuena, uno.
Sí, señor. Es John Frankenheimer dirigiendo la película "Grand Prix".
En el año 1966 contrató a todos los equipos punteros de F1 para rodar la película a lo largo de la temporada. A todos menos a Brabham, pues nadie daba un duro por ellos al principio de la temporada.
A causa del rodaje, la temporada de 1966 fue aun más espectacular. Que entonces no había animación por ordenador. Y las tomas de velocidad se hacían desde helicópteros y coches preparadísimos. Prepararon varios Mustang Shelby, conducidos por pilotos como Phil Hill. Incluso instalaron cámaras a bordo de un Ford GT.
Dejando aparte el argumento, la verdad es que las imágenes de esa película son todo un alarde técnico, y hoy se han convertido en un documento histórico increible. A diferencia de otras películas de coches, ésta sí que es una película de culto entre los apasionados de la F1.
El protagonista, James Garner que, como dice Óscar, es el que aparece en el fotograma de la "pista" no fue doblado para conducir. Otros actores lo intentaron, pero algunos como Ives Montand prefirieron ser remolcados durante las tomas, tras haber sufrido los primeros trompos y salidas de pista.
Los coches que conducían los actores eran modelos de F3 maquillados como F1 de la época.