Por si aclara algo.
"Para hacerse una idea de lo que Hacienda (es decir, todos) deja de ingresar cada año desde el sector del taxi, solo hay que hacer unos cuantos números. En España, según varias fuentes del sector consultadas, entre ellas, exdirigentes del taxi, más del 95% de los taxistas (titulares de licencias) tributa por módulos. Se trata de autónomos con 3 o menos licencias a su nombre, es decir, la inmensa mayoría. En una ciudad como Madrid, la facturación mensual bruta de un taxista se sitúa alrededor de los 5.000 euros de media, 55.000 euros al año (si contamos solo 11 meses, por vacaciones, bajas etc).
En la tributación por módulos, Hacienda establece un base imponible de 11.000 euros de facturación por 60.000 kilómetros realizados. Aplicando el 10% de IVA reducido correspondiente, hablamos de 1.100 euros, a los que se puede descontar el 100% de la amortización del coche, el gasto en gasolina, seguro etc. Una vez hechos esos descuentos, un taxista estaría tributando por IVA entre 450 y 500 euros al año en lugar de los 5.500 brutos que le correspondería. "Lo que deberías pagar cada mes lo pagas en realidad por todo el año", explica a este diario un antiguo taxista y representante del sector. A nivel agregado, y dependiendo del nivel de gastos deducibles cada trimestre, se calcula que solo en Madrid la cantidad que Hacienda deja de ingresar en concepto de IVA del sector del taxi supera fácilmente los 40 millones de euros.
¿Qué hay del IRPF? Lo mismo. Los titulares de licencias de taxi no tributan por los 45.000 o 50.000 anuales brutos, sino por los 11.000 o 12.000 euros que establecen los módulos en función de los kilómetros recorridos. A esa cantidad se le puede descontar de nuevo todos los gastos del año (gasolina, seguro...). "La base de tributación acaba siendo de 3.000 o 2.000 euros, o menos. Al final generas pérdidas. Y, si no, la base es tan reducida que la declaración te sale a devolver", explica un ex taxista.
Son datos que el sector de las VTC ha ido repitiendo una y otra vez pero datos que ningún taxista o representante del sector ha rebatido nunca. Es cierto que los conductores autónomos de VTC están obligados a tributar por estimación directa, y pagan ocho, nueve o hasta diez veces más impuestos (estando ambos, taxistas y VTC, bajo el mismo epígrafe fiscal 721.2). Pero eso en realidad no importa. Cada vez son menos los autónomos propietarios de una licencia VTC. Casi todas están ya en manos de empresas que las gestionan dentro de sus propias flotas con conductores asalariados o autónomos, pero no titulares de la VTC.
Lo que realmente importa es que el taxi ha sido durante décadas (y sigue siendo) un pozo de dinero negro. Es una circunstancia que el Gobierno, que tan torpemente nos ha sumido en el conflicto actual, debería usar a su favor para resolverlo de una vez por todas. Hay dos grandes opciones. Una, amenazar desde el principio en las negociaciones con pasar al taxi del régimen de módulos al de estimación directa (a lo que el taxi debería responder con un "mejor me quedo como estoy" o, cuando menos, con algunas mejoras cosméticas de cara a la galería). La segunda opción: plegarse por un lado al taxi,
concediendo la transferencia de competencias a las CCAA pero, por otro, poner en marcha el cambio de régimen fiscal con el que de hecho poder financiar el 'rescate' con dinero público de licencias VTC (sí, rescate; más sobre esto,
aquí). Una de cal y otra de arena."