Volvo EX90 (2023)
Tiene siete plazas y es eléctrico. Inicialmente habrá versiones de 408 y 517 caballos con tracción total y hasta 600 kilómetros de autonomía. Volvo ha instalado un Lidar como complemento a los sensores habituales.
El Volvo EX90 es un SUV eléctrico de siete plazas que se comercializará en 2023. Su tamaño debe ser parecido al del
Volvo XC90 (mide casi cinco metros de longitud), modelo que solo existe con versiones Diesel y de gasolina híbridas enchufables.
Las primeras versiones disponibles tendrán 408 CV —Twin Motor— y 517 CV —Twin Motor Performance — y tracción total gracias a dos motores. La autonomía homologada es de 600 kilómetros (590 km el Performance) y la batería tiene 107 kWh de capacidad (111 kWh brutos).
Los dos motores son de imanes permanentes. El delantero es que el impusla al EX90 cuando la demanda de potencia es moderada y se puede desacoplar del tren de rodaje mediante un embrague para reducir el consumo cuando sea posible (en fases de avance por inercia). En la versión de 408 CV desarrolla 163 CV, mientras que en la de 517 CV, da 272 CV. El motor trasero es en ambos casos el mismo, de 245 CV. Pesan 69 y 16 kg y giran a un máximo de 14 000 rpm.
El EX90 se fabricará en EE. UU. y en China. Algunas de sus alternativas son el Audi Q8 e-tron, el BMW iX, Mercedes-Benz EQS SUV o el Tesla Model X. De estos, el Model X y el EQS SUV igualan en autonomía al EX90; el Q8 e-tron queda cerca, con 575 kilómetros; y el iX gana a todos ellos, con 629 kilómetros. Ficha comparativa con las versiones de mayor autonomía de cada modelo.
Tiene un sistema de carga bidireccional, un sistema como el que tiene por ejemplo el
Kia EV6. Esto significa que también se podrá suministrar energía desde el coche a otros consumidores, como un domicilio (durante un apagón o cuando el precio del kWh sea más caro) u otro vehículo eléctrico, e incluso inyectarla a la red eléctrica y cobrar por ello. La potencia máxima de recarga es de 250 kW y cuenta con un sistema de preacondicionamiento de la batería para optimizar el proceso. A esa potencia, Volvo dice que se necesitan 30 minutos para pasar del 10 al 80 % de la carga.
Volvo también ha anunciado una aplicación desde la que se tendrá acceso a diversas funciones y servicios. Uno es la recarga Plug & Play que evitará instalarse numerosas aplicaciones de distintos proveedores; con aquellos cargadores compatibles, la identificación del vehículo y el pago serán automáticos.
Entre el equipamiento posible hay unos faros matriciales con capacidad para proyectar imágenes, un equipo de sonido Bowers & Wilkins con 25 altavoces y Dolby Atmos o apertura y arranque mediante un teléfono móvil.
En el salpicadero hay dos pantallas. Una, pequeña, tras el volante en la que aparecen datos como la velocidad, la autonomía o el estado de funcionamiento de los asistentes a la conducción. La otra, de 14,5 pulgadas, en el centro del salpicadero dispuesta en vertical. Desde ella se accede al sistema de navegación, funciones multimedia y al teléfono, así como «a los controles y otras acciones habituales».
El sistema operativo es Android Automotive —una solución que también llevan algunos modelos de
Polestar (que es propiedad de Volvo Cars) y el
Renault Megane eléctrico—, conexión 5G y compatibilidad con Android Auto y Apple Carplay (sin cables en ambos casos). Varias funciones del EX90 (cerrarlo o climatizar el habitáculo, por ejemplo) se podrán activar a distancia desde dispositivos compatibles con Google. Algunos de estos servicios se ofrecerán bajo un plan de suscripción (que habrá que pagar).
El Volvo EX90 tiene un sensor
Lidar, que sirve para detectar con precisión los objetos que hay por delante del vehículo (por ejemplo, puede detectar a una persona a 250 metros incluso por la noche). Más adelante, permitirá que el EX90 tenga conducción autónoma de nivel 3 (
reportaje sobre los 5 niveles de conducción autónoma). El sensor Lidar está situado en la parte delantera central del techo (
imagen). Además, hay 5 radares, 8 cámaras y 16 sensores de ultrasonidos conectados a centralitas NVIDIA para reconocer los alrededores del vehículo e identificar los objetos.
La carrocería tiene un
coeficiente aerodinámico de 0,29, dato que Volvo ha conseguido mediante, entre otras soluciones, diseñando las lunas y los tiradores de las puertas al ras de la carrocería. No obstante, esa cifra es claramente peor que el de un BMW iX, que en el mejor de los casos tiene un Cx de 0,25. Estos valores no son homologados, sino que los facilita cada fabricante según sus mediciones.