Sucesor del
488 GTB, enfocado a mejorar su dinámica al límite de sus posibilidades, y con un mejor confort de marcha. El F8 Tributo rinde 50 CV más que su predecesor, es 40 kg más ligero y su aerodinámica es un 10% mejor que antes, además de incorporar la última versión del Side Slip Angle Control, la 6.1 que denomina la casa italiana.
El motor es un V8 turboalimentado inclinado a 90º, con un cubicaje de 3.902 cc. En total produce 720 CV a 8.000 rpm y 770 Nm a solo 3.250 rpm. Gracias a ello consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 2.9 segundos y de 0 a 200 km/h en 7,8 segundos, con una velocidad máxima de 340 km/h.
Ferrari también incluye el sistema Dynamic Enhancer pero evolucionado, que se activa poniendo el manettino en la posición RACE, un sistema que ayuda a controlar el coche con los sistemas electrónicos en su posición más permisiva sin llegar a desconectarlos del todo. Han reducido el diámetro del volante y su dirección aseguran es ahora más ágil.
El Ferrari F8 Tributo incorpora mejoras aerodinámicas heredadas de la competición, en este caso, prestadas por el
488 Pista, y pensadas para mejorar su estabilidad a alta velocidad así como refrigerar y alimentar de aire el V8, como las tomas laterales de sus flancos traseros.
El F8 Tributo se ha diseñado bajo las órdenes de Flavio Manzoni en el Ferrari Styling Centre, un diseño que una vez más cumple con las exigencias de la conducción de alto rendimiento ligado a la máxima belleza de sus formas.
El frontal incorpora el S-Duct, que no es igual al del Pista, pero cumple la misma función de incrementar la carga aerodinámica en esta parte del coche. En total se gana un 15% comparado con el 488 GTB. Las luces frontales son de LED y presentan ese diseño estilizado y compacto, creadas para mejorar también la aerodinámica e incorporar las nuevas entradas de aire para el sistema de frenos, que ha mejorado su eficacia sin tener que aumentar el tamaño del disco, compensando así la mayor velocidad del deportivo italiano.
En su zaga se incluye una nueva luneta de Lexan, un toque moderno con un diseño clásico evocador de la saga V8, especialmente del F40. Las aberturas permiten refrigerar mejor el V8 sin influir en la eficiencia aerodinámica del alerón trasero, creado para mejorar la carga en esa zona. Este se extiende por toda la parte trasera, incluyendo las nuevas luces, dos ópticas redondas a cada lado, antes solo una, y con toda la zona del mismo color de la carrocería, un detalle clásico de las berlinettas de 8 cilindros como el 308 GTB de 1975.
En el interior el Ferrari F8 Tributo presenta los cambios justos. Todo el cockpit está orientado al conductor y con la disposición de mandos típica de las berlinettas de motor central, con el salpicadero, los paneles de las puertas y el túnel central rediseñados. Se incorpora una nueva generación del sistema Human Machine Interface, un nuevo volante, y una nueva pantalla táctil de 7″ para el pasajero.