Te doy la razón pero también hay que considerar que los precios también han subido mucho. Para que te hagas una idea, he configurado un Tucson con lo que necesitamos en casa, gasolina y 4x4. Hay que cogerlo con cambio automático y con la terminación más alta: 39.815€. Luego he configurado un CX-5 con lo mismo, gasolina y 4x4, con el cual también hay que irse a la terminación más alta y al cambio automático: 37.405€. El truco está que las versiones básicas del Hyundai son más baratas. Claro, el aborregamiento común elige el diésel básico con tracción delantera, blanco y todos los descuentos de la financiera para pagarlo mes a mes y así poder comprarse ese trasto que en muchos casos está por encima de las posibilidades económicas de los compradores y sólo sirve de postureo; pues 21.832€ de precio ficticio final al que se deberán añadir los intereses de la financiación de la marca, el pack de mantenimiento y garantía ampliada.
Con todo esto quiero decir que en lo que más ha mejorado Hyundai es en el aspecto exterior, aunque las calidades también son muy buenas. Sin embargo, aún tiene pequeños resquicios en los que se aprecia su pasado low cost, con algunas formas de hacer arcaicas y que aún no han terminado de pulir. Aun así, no es un mal producto.