BMW R32 1923, la primogénita

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En el año 2023, la sección de motos de BMW cumplió 100 años. Debido a ello, la R 32, la primera moto fabricada por la firma alemana, fue el centro de muchas miradas y apareció en numerosos artículos que se escribieron en relación con el centenario de la marca.
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BMW R32 1923

En 1923, BMW inició su andadura en el mundo del motociclismo y lanzó al mercado su primera moto, la R 32. Aunque hubo ciertas dudas durante algunos años acerca de dónde fue mostrada en público por primera vez, finalmente se aclaró que fue presentada en el Salón Internacional del Automóvil de Berlín de 1923 y muy poco después hizo lo propio en el Salón de París.

Estuvo a la venta hasta 1926, cuando fue sustituida por la R 42. Durante los tres años aproximados en los que se mantuvo en producción, se fabricaron 3.090 unidades, una cifra muy considerable para su época y más teniendo en cuenta que el precio era un tanto elevado. Además, en él no estaban incluidos el sistema de alumbrado, la bocina, el velocímetro y el asiento del pasajero.


Estos eran extras que, si se querían incorporar, había que pagar aparte e incrementaban aún más su precio. Otro detalle digno de mención es que al principio solo contaba con freno en el tren trasero y en 1925 se le incorporó freno al tren delantero. Como se puede apreciar, la unidad de las fotos de este artículo corresponde a la segunda serie, ya con frenos en ambas ruedas.


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BMW R32 1923
Motor bóxer con transmisión por cardan
Se puede decir que la R 32 no era nueva en su totalidad cuando fue presentada, pues parte de su motor de dos cilindros opuestos ya había sido utilizado con anterioridad para otras aplicaciones.


En 1919 la firma bávara construyó su primer motor boxer de dos cilindros opuestos, el M2B15, para la compañía Victoria Werge AG. Con dos cilindros opuestos, 494 cc y 6,5 CV, inicialmente fue creado para emplearse como un propulsor industrial portátil, pero una vez comprobado su buen funcionamiento, en 1920 la misma compañía lo incorporó a una motocicleta que bautizó como Victoria KR I.

Prácticamente al mismo tiempo, la compañía aeronáutica Bayerische Flugzeugwerke, que también había adquirido el motor para utilizarlo en uno de sus aviones, desarrolló con él una moto a la que llamó Helios. Poco después, en 1922, la BF se fusionó con BMW y, trabajando en conjunto, crearon la BMW R 32.


Sin embargo, el ingeniero alemán Max Friz, responsable del diseño de la R 32, decidió colocar el motor en el chasis con el cigüeñal en sentido longitudinal al de la marcha y con un cilindro a cada lado de la moto. Además, le acopló una transmisión secundaria por cardan, dos aspectos que han caracterizado a BMW Motorrad a lo largo de sus más de 100 años de historia y que aún hoy en día son dos de las señas de identidad de varios de sus modelos más carismáticos.

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BMW R32 1923
El motor de dos cilindros opuestos es mundialmente conocido como bóxer, debido al movimiento horizontal de sus pistones y que en cierto sentido recuerda a cuando los boxeadores lanzan sus puñetazos.

El bicilíndrico de la R32 cubicaba 494 cc y declaraba una potencia máxima de 8,5 CV a 3.200 rpm, unas cifras que informaban de su carácter sosegado, pero que le permitían alcanzar una velocidad próxima a los 100 km/h. Su consumo anunciado de gasolina era de solo 3 litros/100 km y lo curioso era que en el manual del propietario también se advertía de un consumo de aceite de hasta 2,5 litros/1.000 km, por lo que no había que bajar la guardia y se debía verificar el nivel del lubricante con cierta frecuencia. Se alimentaba a través de un carburador central de dos cuerpos con 22 mm de diámetro.


Poseía un cárter único, con embrague monodisco en seco y una caja de cambios de tres relaciones que se accionaba con la mano mediante una palanca situada en el lateral derecho del depósito. Con el mencionado diseño del motor se ahorraba peso y los componentes internos se lubricaban con un mismo aceite mediante un sistema de cárter húmedo.

La distribución contaba con dos válvulas laterales en cada cilindro, movidas por unas varillas desde el cárter. Llamaba la atención la colocación de las bujías, muy desplazadas con respecto a la cabeza de los pistones. Cada cilindro poseía su propio escape de escasa longitud. El arranque por palanca se efectuaba desde el lado izquierdo.

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BMW R32 1923
Chasis de cola rígida
El chasis era una estructura realizada con tubos de acero que en su día BMW llamó de doble bucle. Contaba unos tubos superiores que discurrían por encima del depósito desde la pipa de dirección hasta el tren trasero, careciendo de cualquier tipo de articulación.


De este modo, detrás no había suspensión, aunque suplía esta carencia con un asiento de grueso cuero apoyado sobre un sistema de muelles. Sin embargo, delante sí poseía una horquilla con un sistema de rueda tirada provisto de dos medias ballestas colocadas sobre la aleta delantera.

En cuanto a frenos, detrás utilizaba un sistema denominado de patín, provisto de una llanta secundaría con una gran zapata, y delante con un tambor de 150 mm. Las llantas de radios de ambos ejes poseían características similares, montando los dos neumáticos en medidas 23” x 6”.

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BMW R32 1923
La carrocería era simple, y en ella destacaba un depósito con formas angulosas y una capacidad de 14 litros, con los que se lograba una autonomía superior a los 400 km según lo anunciado. Las aletas delantera y trasera estaban realizadas en chapa y eran muy envolventes, diseñadas así para circular con mayor comodidad sobre pistas de tierra, todavía muy habituales en los años 20 del siglo pasado.

La R 32 poseía otras soluciones muy llamativas, como el reenvío del velocímetro, con un sistema formado por una doble polea y dos pequeñas correas. La bomba de mano para hinchar las ruedas, fijada en el lado derecho del chasis bajo el asiento, era otro detalle que no pasaba inadvertido y que, sin lugar a duda, sería necesario en su momento.

La posición del conductor estaba condicionada por un ancho manillar, con sus puntas proyectadas hacia atrás, y por unas amplias plataformas de aluminio para los pies. Las manetas del freno delantero y del embrague se accionaban al revés de lo habitual en los últimos tiempos, al estar sus respectivos soportes fijados a las mencionadas puntas del manillar.

 
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