Crisis RELOADED Crisis. Amarraos los machos. Vol. LI

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Ronin

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Izquierda Unida plantea a sus militantes autodisolverse e integrarse en Podemos

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Verbo transitivo
1 Biología.
Ingerir una célula a una sustancia o microorganismo, haciéndola pasar a su citoplasma para su destrucción y asimilación.
2
Hacer desaparecer una cosa absorbiéndola, incorporándola de modo que desaparece su individualidad.
 

Coconut

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Sentencia de La Manada en directo.
  • Se conocerá este jueves 26 de abril en lectura pública a las 13 horas.
 

Dani323

Forista Legendario
El cleptómano roba por impulso, no por interés en lo que roba ni por su valor. No tiene nada que ver una cosa con la otra.

No soy psicólogo, pero yo no pongo a alguien que roba compulsivamente a gestionar mi dinero.

Y ya que estamos, según "El Español":

Las acusaciones de cleptomanía contra Cifuentes en el colegio mayor: "Desaparecían pendientes y bolsos de marca, solo podía ser ella"

Alumnas del colegio Miguel Antonio Caro que dirigió la expresidenta madrileña cuentan que dejó el cargo a raíz de las acusaciones de robos que corrían sobre ella.

Primero fueron unos pendientes de bisutería. Luego una bufanda marca Burberry guardada para el invierno. El rumor de los pequeños robos, de cosas que desaparecían de las habitaciones de las colegialas sin que nadie supiera su paradero, corrió como la pólvora entre las paredes estucadas del Colegio Mayor Antonio Caro de Madrid.

En su planta baja, dos cariátides daban acceso a las zonas comunes donde las 150 jóvenes que hacían vida en el centro especulaban sobre la identidad del ladrón que dormía entre ellas. En la segunda planta, la expresidenta de la Comunidad de Madrid vivía junto a su familia en el piso destinado al director del centro: el cargo que Cristina Cifuentes ocupó desde 1995 y abandonó tras las acusaciones de varias alumnas que la relacionaron con hurtos.





Cuando se marchó, dijo: "No me echan las colegialas, me voy yo". Un mensaje muy parecido al de este miércoles para anunciar su dimisión al frente de la Comunidad de Madrid. Cifuentes asegura que el vídeo de hace siete años en un Eroski, entregando a un miembro de seguridad dos cremas presuntamente robadas, no ha sido el motivo de su dimisión, que pensaba dejar el cargo el próximo dos de mayo. Sin embargo, su versión no ha convencido. Tampoco convenció la explicación que dio a las colegialas.

Invierno de 1999
La vida pasaba tranquila en el colegio mayor entre clases, charlas, actividades culturales organizadas por la dirección del centro… y los hurtos. Tanto, que se convirtió en un tema recurrente entre las alumnas allí hospedadas. Frente a ellas, Cifuentes mantenía una imagen de mujer progresista, pulcra en la organización del colegio y que había instalado en la residencia medidas de libertad como el fin del toque de queda o la posibilidad de que las chicas pudieran acceder a las habitaciones con otras personas.


Solo el hecho de que varias alumnas recibieran correspondencia del Partido Popular sin haber facilitado sus datos al partido enturbió un poco la relación con algunas de las chicas. "Siempre llevaba una imagen impecable y cuidaba mucho la organización de los eventos. Mientras ella fue la directora todo fue muy glamouroso", explica una de las personas que por aquel entonces residía en el colegio mayor.

"A veces nos regalaba entradas que conseguía, entiendo, por su condición de política, para que pudiéramos ir a actos culturales como el teatro, conciertos o la Copa Davis", cuenta otra de las mujeres que vivió en el colegio el último año que Cifuentes fue su directora.

Sin embargo, todo ese equilibro se derrumbó la Semana Santa de 1999. En esa fecha, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, una de las alumnas denunció el robo de dos bolsos de Agatha Ruiz de la Prada de su habitación. Dos complementos que desaparecieron de su cuarto cuando el centro estaba cerrado al público y todas sus colegialas en casa por vacaciones. De ahí que, a partir de ese momento, todas las sospechas se centraran en la directora.

"Desaparecían pendientes y bolsos de lujo. Solo podía ser ella", decían las alumnas.

Tal fue el revuelo, que trece años después de los hechos, cuando Cristina Cifuentes, ya delegada del Gobierno, fue entrevistada en el diario El Mundo y "abrió su armario" al periódico, las mujeres que pasaron por el colegio y seguían en contacto, se intercambiaron mensajes en los que ironizaban sobre "el fondo de armario que había ido acumulando durante los últimos 20 años" y a los que ha accedido este diario.

En verano era habitual que el centro -dependiente del Gobierno colombiano y que cerró en 2010- se abriera a personas ajenas al curso escolar para ocupar las habitaciones vacías. Por eso, era normal que gente poco conocida merodeara por sus pasillos y accediera a las habitaciones. Pero eso no sucedía en Semana Santa. Por eso, el abanico de personas que pudo hurtar aquellos bolsos se reducía a un puñado de personas: la persona encargada de la seguridad y el acceso al edificio y la familia de Cristina Cifuentes, que residía en él.

El resto de los servicios estaban de vacaciones, por lo que nadie más tenía acceso a las dependencias. La llave de las mismas se quedaba en la recepción cuando las alumnas se marchaban fuera del colegio, por lo que era sencillo acceder a las llaves y entrar en las habitaciones.

Cara a cara con Cifuentes
El nombre de Cristina Cifuentes comenzó a sonar cuando los dos bolsos desaparecieron de la habitación y se acrecentó cuando corrió la voz de que también habían desaparecido pequeñas cantidades de dinero, pulseras y otros enseres que algunas alumnas habían dejado a la vista en sus habitaciones o en los cajones más accesibles.

Pasaron casi seis meses desde que desaparecieron los bolsos hasta que las alumnas se reunieron por primera vez para poner en común el problema de los robos en una asamblea celebrada entre noviembre y diciembre de 1999. Sin embargo, dos de esos meses no fueron lectivos ya que en el período de verano la mayoría de ellas se marchó a casa. Al reanudar el curso escolar, las desapariciones arrancaron de nuevo, igual que la alarma entre las alumnas. De ahí que decidieran reunirse para atajar el asunto de los robos.

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Colegio mayor Miguel Antonio Caro, ya cerrado EL ESPAÑOL

Según confirman varias fuentes presentes en aquel encuentro, varias alumnas señalaron directamente a Cifuentes como la única culpable de los robos secundadas por la mayoría. También hubo voces discordantes, que consideraron aquello un ataque personal contra la expresidenta de la Comunidad de Madrid por ser una reconocida figura del Partido Popular madrileño.

Sin embargo, el sentir mayoritario de las alumnas fue tal que se creó una delegación de colegialas. Una representación de las 150 personas que allí convivían encargada de hablar directamente con Cifuentes y señalarla como presunta culpable de los robos que se estaban sucediendo en las habitaciones desde hacía meses. Esa segunda reunión, según confirman estudiantes que residían en aquellas fechas en el colegio dirigido por Cifuentes, se produjo unos días después de la asamblea. Fue una charla tensa, donde las enviadas trasladaron a la directora sus sospechas de que ella era la culpable de los robos. Desvelaron incluso la decisión de alguna de las afectadas de denunciar los hechos al rectorado de la Universidad Complutense de Madrid y en manos de la Justicia.

A los pocos días de este segundo encuentro, Cristina Cifuentes dejó la dirección del Colegio Mayor Antonio Caro por "motivos personales" según varias de las fuentes consultadas. No hubo más explicaciones. "Su salida fue muy brusca, no hubo despedida alguna. Cuando volvimos de las vacaciones, los cuadros pintados por su marido, semejantes a los cómics de Tintín, desaparecieron de los pasillos del colegio que antes decoraban", cuenta una de las fuentes.

Cifuentes negó que su dimisión tuviera que ver con los robos. Las alumnas, por el contrario, todavía hoy lo relacionan de manera directa. Cuando explicó su marcha a parte del personal del centro, dijo algo muy concreto: "No me echan las colegialas. Me voy yo". Un mensaje parecido al que comunicó a los medios este miércoles cuando anunció su renuncia a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
 

Dani323

Forista Legendario
Pero que lo crees o realmente tienes la prueba de que está enferma ¿?

Ni una cosa, ni la otra. Respondí a un mensaje de @wake en el que dice "...creo que tiene un problema de salud como pueda ser la cleptomanía,es mas sigo pensando que era buena presidenta para Madrid...."

Y yo digo que si creo que alguien es cleptómano no lo pongo a gestionar el dinero de los demás.
 

Sechs

CEO DOS CFA
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No soy psicólogo, pero yo no pongo a alguien que roba compulsivamente a gestionar mi dinero.

Y ya que estamos, según "El Español":

Las acusaciones de cleptomanía contra Cifuentes en el colegio mayor: "Desaparecían pendientes y bolsos de marca, solo podía ser ella"

Alumnas del colegio Miguel Antonio Caro que dirigió la expresidenta madrileña cuentan que dejó el cargo a raíz de las acusaciones de robos que corrían sobre ella.

Primero fueron unos pendientes de bisutería. Luego una bufanda marca Burberry guardada para el invierno. El rumor de los pequeños robos, de cosas que desaparecían de las habitaciones de las colegialas sin que nadie supiera su paradero, corrió como la pólvora entre las paredes estucadas del Colegio Mayor Antonio Caro de Madrid.

En su planta baja, dos cariátides daban acceso a las zonas comunes donde las 150 jóvenes que hacían vida en el centro especulaban sobre la identidad del ladrón que dormía entre ellas. En la segunda planta, la expresidenta de la Comunidad de Madrid vivía junto a su familia en el piso destinado al director del centro: el cargo que Cristina Cifuentes ocupó desde 1995 y abandonó tras las acusaciones de varias alumnas que la relacionaron con hurtos.





Cuando se marchó, dijo: "No me echan las colegialas, me voy yo". Un mensaje muy parecido al de este miércoles para anunciar su dimisión al frente de la Comunidad de Madrid. Cifuentes asegura que el vídeo de hace siete años en un Eroski, entregando a un miembro de seguridad dos cremas presuntamente robadas, no ha sido el motivo de su dimisión, que pensaba dejar el cargo el próximo dos de mayo. Sin embargo, su versión no ha convencido. Tampoco convenció la explicación que dio a las colegialas.

Invierno de 1999
La vida pasaba tranquila en el colegio mayor entre clases, charlas, actividades culturales organizadas por la dirección del centro… y los hurtos. Tanto, que se convirtió en un tema recurrente entre las alumnas allí hospedadas. Frente a ellas, Cifuentes mantenía una imagen de mujer progresista, pulcra en la organización del colegio y que había instalado en la residencia medidas de libertad como el fin del toque de queda o la posibilidad de que las chicas pudieran acceder a las habitaciones con otras personas.


Solo el hecho de que varias alumnas recibieran correspondencia del Partido Popular sin haber facilitado sus datos al partido enturbió un poco la relación con algunas de las chicas. "Siempre llevaba una imagen impecable y cuidaba mucho la organización de los eventos. Mientras ella fue la directora todo fue muy glamouroso", explica una de las personas que por aquel entonces residía en el colegio mayor.

"A veces nos regalaba entradas que conseguía, entiendo, por su condición de política, para que pudiéramos ir a actos culturales como el teatro, conciertos o la Copa Davis", cuenta otra de las mujeres que vivió en el colegio el último año que Cifuentes fue su directora.

Sin embargo, todo ese equilibro se derrumbó la Semana Santa de 1999. En esa fecha, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, una de las alumnas denunció el robo de dos bolsos de Agatha Ruiz de la Prada de su habitación. Dos complementos que desaparecieron de su cuarto cuando el centro estaba cerrado al público y todas sus colegialas en casa por vacaciones. De ahí que, a partir de ese momento, todas las sospechas se centraran en la directora.

"Desaparecían pendientes y bolsos de lujo. Solo podía ser ella", decían las alumnas.

Tal fue el revuelo, que trece años después de los hechos, cuando Cristina Cifuentes, ya delegada del Gobierno, fue entrevistada en el diario El Mundo y "abrió su armario" al periódico, las mujeres que pasaron por el colegio y seguían en contacto, se intercambiaron mensajes en los que ironizaban sobre "el fondo de armario que había ido acumulando durante los últimos 20 años" y a los que ha accedido este diario.

En verano era habitual que el centro -dependiente del Gobierno colombiano y que cerró en 2010- se abriera a personas ajenas al curso escolar para ocupar las habitaciones vacías. Por eso, era normal que gente poco conocida merodeara por sus pasillos y accediera a las habitaciones. Pero eso no sucedía en Semana Santa. Por eso, el abanico de personas que pudo hurtar aquellos bolsos se reducía a un puñado de personas: la persona encargada de la seguridad y el acceso al edificio y la familia de Cristina Cifuentes, que residía en él.

El resto de los servicios estaban de vacaciones, por lo que nadie más tenía acceso a las dependencias. La llave de las mismas se quedaba en la recepción cuando las alumnas se marchaban fuera del colegio, por lo que era sencillo acceder a las llaves y entrar en las habitaciones.

Cara a cara con Cifuentes
El nombre de Cristina Cifuentes comenzó a sonar cuando los dos bolsos desaparecieron de la habitación y se acrecentó cuando corrió la voz de que también habían desaparecido pequeñas cantidades de dinero, pulseras y otros enseres que algunas alumnas habían dejado a la vista en sus habitaciones o en los cajones más accesibles.

Pasaron casi seis meses desde que desaparecieron los bolsos hasta que las alumnas se reunieron por primera vez para poner en común el problema de los robos en una asamblea celebrada entre noviembre y diciembre de 1999. Sin embargo, dos de esos meses no fueron lectivos ya que en el período de verano la mayoría de ellas se marchó a casa. Al reanudar el curso escolar, las desapariciones arrancaron de nuevo, igual que la alarma entre las alumnas. De ahí que decidieran reunirse para atajar el asunto de los robos.

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Colegio mayor Miguel Antonio Caro, ya cerrado EL ESPAÑOL

Según confirman varias fuentes presentes en aquel encuentro, varias alumnas señalaron directamente a Cifuentes como la única culpable de los robos secundadas por la mayoría. También hubo voces discordantes, que consideraron aquello un ataque personal contra la expresidenta de la Comunidad de Madrid por ser una reconocida figura del Partido Popular madrileño.

Sin embargo, el sentir mayoritario de las alumnas fue tal que se creó una delegación de colegialas. Una representación de las 150 personas que allí convivían encargada de hablar directamente con Cifuentes y señalarla como presunta culpable de los robos que se estaban sucediendo en las habitaciones desde hacía meses. Esa segunda reunión, según confirman estudiantes que residían en aquellas fechas en el colegio dirigido por Cifuentes, se produjo unos días después de la asamblea. Fue una charla tensa, donde las enviadas trasladaron a la directora sus sospechas de que ella era la culpable de los robos. Desvelaron incluso la decisión de alguna de las afectadas de denunciar los hechos al rectorado de la Universidad Complutense de Madrid y en manos de la Justicia.

A los pocos días de este segundo encuentro, Cristina Cifuentes dejó la dirección del Colegio Mayor Antonio Caro por "motivos personales" según varias de las fuentes consultadas. No hubo más explicaciones. "Su salida fue muy brusca, no hubo despedida alguna. Cuando volvimos de las vacaciones, los cuadros pintados por su marido, semejantes a los cómics de Tintín, desaparecieron de los pasillos del colegio que antes decoraban", cuenta una de las fuentes.

Cifuentes negó que su dimisión tuviera que ver con los robos. Las alumnas, por el contrario, todavía hoy lo relacionan de manera directa. Cuando explicó su marcha a parte del personal del centro, dijo algo muy concreto: "No me echan las colegialas. Me voy yo". Un mensaje parecido al que comunicó a los medios este miércoles cuando anunció su renuncia a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Podría ser perfectamente. Visto lo visto es para desconfiar de ella absolutamente.
 

Eduma

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https://gaceta.es/espana/las-redes-...olitico-y-los-ere-de-andalucia-20180425-1640/

TRAS LA DIMISIÓN DE CIFUENTES
Recuerdan el asalto de Cañamero en un supermercado: ‘¿Por qué no dimite?’

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Los internautas se preguntan por qué ha habido más revuelo con las cremas de Cifuentes que con los 800 millones de los ERE de Andalucía.




Cristina Cifuentes ha renunciado a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, una decisión que había tomado tras semanas de polémica por su máster y que pretendía anunciar el 2 de mayo, tras los actos institucionales de la región, ha dicho, pero que ha precipitado tras publicarse una información en la que se le atribuye un supuesto hurto en un supermercado en 2011.

PUBLICIDAD

Lo ha hecho tras publicar el diario digital Okdiario un vídeo de una cámara de seguridad de un supermercado próximo a la Asamblea de Madrid en el que se ve a Cifuentes mostrando sus pertenencias a un vigilante tras, supuestamente, haber sido descubierta robando dos botes de crema.

En las redes se ha desatado el humor y los ‘memes’ tras la decisión y algunos internautas han mirado a “Soraya”, el “CNI” o incluso al fuego amigo dentro del PP de Madrid. Otros han pedido la dimisión del diputado de Unidos Podemos, Diego Cañamero, por el robo de diversos productos de un supermercado de Écija (Sevilla).
 

Sechs

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TRAS LA DIMISIÓN DE CIFUENTES
Recuerdan el asalto de Cañamero en un supermercado: ‘¿Por qué no dimite?’

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Los internautas se preguntan por qué ha habido más revuelo con las cremas de Cifuentes que con los 800 millones de los ERE de Andalucía.




Cristina Cifuentes ha renunciado a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, una decisión que había tomado tras semanas de polémica por su máster y que pretendía anunciar el 2 de mayo, tras los actos institucionales de la región, ha dicho, pero que ha precipitado tras publicarse una información en la que se le atribuye un supuesto hurto en un supermercado en 2011.

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Lo ha hecho tras publicar el diario digital Okdiario un vídeo de una cámara de seguridad de un supermercado próximo a la Asamblea de Madrid en el que se ve a Cifuentes mostrando sus pertenencias a un vigilante tras, supuestamente, haber sido descubierta robando dos botes de crema.

En las redes se ha desatado el humor y los ‘memes’ tras la decisión y algunos internautas han mirado a “Soraya”, el “CNI” o incluso al fuego amigo dentro del PP de Madrid. Otros han pedido la dimisión del diputado de Unidos Podemos, Diego Cañamero, por el robo de diversos productos de un supermercado de Écija (Sevilla).
Por supuesto que eso es para dimitir y muchas más cosas. También.

Pero no por ello vamos a ser indulgentes con Cristina Cifuentes.
 

tronco39

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Hay que recordar que el affaire de Cifuentes NO es un robo, sería un hurto. Además al pagar las cremas ni siquiera se produce tal falta, no se filia a la persona y no debe de quedar constancia de nada. Cuanto menos de la grabación.
Y al loro con quién difunde esas imágenes, eso SI es un delito por el que te pueden calzar hasta dos añitos por vulnerar tu intimidad.
 

botminik

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Y ya que estamos, según "El Español":

Las acusaciones de cleptomanía contra Cifuentes en el colegio mayor: "Desaparecían pendientes y bolsos de marca, solo podía ser ella"

Alumnas del colegio Miguel Antonio Caro que dirigió la expresidenta madrileña cuentan que dejó el cargo a raíz de las acusaciones de robos que corrían sobre ella.

Primero fueron unos pendientes de bisutería. Luego una bufanda marca Burberry guardada para el invierno. El rumor de los pequeños robos, de cosas que desaparecían de las habitaciones de las colegialas sin que nadie supiera su paradero, corrió como la pólvora entre las paredes estucadas del Colegio Mayor Antonio Caro de Madrid.

En su planta baja, dos cariátides daban acceso a las zonas comunes donde las 150 jóvenes que hacían vida en el centro especulaban sobre la identidad del ladrón que dormía entre ellas. En la segunda planta, la expresidenta de la Comunidad de Madrid vivía junto a su familia en el piso destinado al director del centro: el cargo que Cristina Cifuentes ocupó desde 1995 y abandonó tras las acusaciones de varias alumnas que la relacionaron con hurtos.





Cuando se marchó, dijo: "No me echan las colegialas, me voy yo". Un mensaje muy parecido al de este miércoles para anunciar su dimisión al frente de la Comunidad de Madrid. Cifuentes asegura que el vídeo de hace siete años en un Eroski, entregando a un miembro de seguridad dos cremas presuntamente robadas, no ha sido el motivo de su dimisión, que pensaba dejar el cargo el próximo dos de mayo. Sin embargo, su versión no ha convencido. Tampoco convenció la explicación que dio a las colegialas.

Invierno de 1999
La vida pasaba tranquila en el colegio mayor entre clases, charlas, actividades culturales organizadas por la dirección del centro… y los hurtos. Tanto, que se convirtió en un tema recurrente entre las alumnas allí hospedadas. Frente a ellas, Cifuentes mantenía una imagen de mujer progresista, pulcra en la organización del colegio y que había instalado en la residencia medidas de libertad como el fin del toque de queda o la posibilidad de que las chicas pudieran acceder a las habitaciones con otras personas.


Solo el hecho de que varias alumnas recibieran correspondencia del Partido Popular sin haber facilitado sus datos al partido enturbió un poco la relación con algunas de las chicas. "Siempre llevaba una imagen impecable y cuidaba mucho la organización de los eventos. Mientras ella fue la directora todo fue muy glamouroso", explica una de las personas que por aquel entonces residía en el colegio mayor.

"A veces nos regalaba entradas que conseguía, entiendo, por su condición de política, para que pudiéramos ir a actos culturales como el teatro, conciertos o la Copa Davis", cuenta otra de las mujeres que vivió en el colegio el último año que Cifuentes fue su directora.

Sin embargo, todo ese equilibro se derrumbó la Semana Santa de 1999. En esa fecha, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, una de las alumnas denunció el robo de dos bolsos de Agatha Ruiz de la Prada de su habitación. Dos complementos que desaparecieron de su cuarto cuando el centro estaba cerrado al público y todas sus colegialas en casa por vacaciones. De ahí que, a partir de ese momento, todas las sospechas se centraran en la directora.

"Desaparecían pendientes y bolsos de lujo. Solo podía ser ella", decían las alumnas.

Tal fue el revuelo, que trece años después de los hechos, cuando Cristina Cifuentes, ya delegada del Gobierno, fue entrevistada en el diario El Mundo y "abrió su armario" al periódico, las mujeres que pasaron por el colegio y seguían en contacto, se intercambiaron mensajes en los que ironizaban sobre "el fondo de armario que había ido acumulando durante los últimos 20 años" y a los que ha accedido este diario.

En verano era habitual que el centro -dependiente del Gobierno colombiano y que cerró en 2010- se abriera a personas ajenas al curso escolar para ocupar las habitaciones vacías. Por eso, era normal que gente poco conocida merodeara por sus pasillos y accediera a las habitaciones. Pero eso no sucedía en Semana Santa. Por eso, el abanico de personas que pudo hurtar aquellos bolsos se reducía a un puñado de personas: la persona encargada de la seguridad y el acceso al edificio y la familia de Cristina Cifuentes, que residía en él.

El resto de los servicios estaban de vacaciones, por lo que nadie más tenía acceso a las dependencias. La llave de las mismas se quedaba en la recepción cuando las alumnas se marchaban fuera del colegio, por lo que era sencillo acceder a las llaves y entrar en las habitaciones.

Cara a cara con Cifuentes
El nombre de Cristina Cifuentes comenzó a sonar cuando los dos bolsos desaparecieron de la habitación y se acrecentó cuando corrió la voz de que también habían desaparecido pequeñas cantidades de dinero, pulseras y otros enseres que algunas alumnas habían dejado a la vista en sus habitaciones o en los cajones más accesibles.

Pasaron casi seis meses desde que desaparecieron los bolsos hasta que las alumnas se reunieron por primera vez para poner en común el problema de los robos en una asamblea celebrada entre noviembre y diciembre de 1999. Sin embargo, dos de esos meses no fueron lectivos ya que en el período de verano la mayoría de ellas se marchó a casa. Al reanudar el curso escolar, las desapariciones arrancaron de nuevo, igual que la alarma entre las alumnas. De ahí que decidieran reunirse para atajar el asunto de los robos.

Actualidad_302484855_75285079_1024x576.jpg

Colegio mayor Miguel Antonio Caro, ya cerrado EL ESPAÑOL

Según confirman varias fuentes presentes en aquel encuentro, varias alumnas señalaron directamente a Cifuentes como la única culpable de los robos secundadas por la mayoría. También hubo voces discordantes, que consideraron aquello un ataque personal contra la expresidenta de la Comunidad de Madrid por ser una reconocida figura del Partido Popular madrileño.

Sin embargo, el sentir mayoritario de las alumnas fue tal que se creó una delegación de colegialas. Una representación de las 150 personas que allí convivían encargada de hablar directamente con Cifuentes y señalarla como presunta culpable de los robos que se estaban sucediendo en las habitaciones desde hacía meses. Esa segunda reunión, según confirman estudiantes que residían en aquellas fechas en el colegio dirigido por Cifuentes, se produjo unos días después de la asamblea. Fue una charla tensa, donde las enviadas trasladaron a la directora sus sospechas de que ella era la culpable de los robos. Desvelaron incluso la decisión de alguna de las afectadas de denunciar los hechos al rectorado de la Universidad Complutense de Madrid y en manos de la Justicia.

A los pocos días de este segundo encuentro, Cristina Cifuentes dejó la dirección del Colegio Mayor Antonio Caro por "motivos personales" según varias de las fuentes consultadas. No hubo más explicaciones. "Su salida fue muy brusca, no hubo despedida alguna. Cuando volvimos de las vacaciones, los cuadros pintados por su marido, semejantes a los cómics de Tintín, desaparecieron de los pasillos del colegio que antes decoraban", cuenta una de las fuentes.

Cifuentes negó que su dimisión tuviera que ver con los robos. Las alumnas, por el contrario, todavía hoy lo relacionan de manera directa. Cuando explicó su marcha a parte del personal del centro, dijo algo muy concreto: "No me echan las colegialas. Me voy yo". Un mensaje parecido al que comunicó a los medios este miércoles cuando anunció su renuncia a la presidencia de la Comunidad de Madrid.



No me lo creo. Vamos a ver…. Supongamos que las especulaciones son ciertas, porque son eso, puro cotilleo…. Pero vale, está enferma. Bien, ¿19 años con esa dolencia y ni una noticia al respecto? Recordemos que esta enfermedad es obsesiva compulsiva.

No, más bien la ratas, al verla triturada y que ya no puede defenderse, atacan.

Conmigo que no cuenten, me puede caer mejor o peor, pero no voy a colaborar al linchamiento de una persona.
 

Ronin

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Y ya que estamos, según "El Español":

Las acusaciones de cleptomanía contra Cifuentes en el colegio mayor: "Desaparecían pendientes y bolsos de marca, solo podía ser ella"

Alumnas del colegio Miguel Antonio Caro que dirigió la expresidenta madrileña cuentan que dejó el cargo a raíz de las acusaciones de robos que corrían sobre ella.

Primero fueron unos pendientes de bisutería. Luego una bufanda marca Burberry guardada para el invierno. El rumor de los pequeños robos, de cosas que desaparecían de las habitaciones de las colegialas sin que nadie supiera su paradero, corrió como la pólvora entre las paredes estucadas del Colegio Mayor Antonio Caro de Madrid.

En su planta baja, dos cariátides daban acceso a las zonas comunes donde las 150 jóvenes que hacían vida en el centro especulaban sobre la identidad del ladrón que dormía entre ellas. En la segunda planta, la expresidenta de la Comunidad de Madrid vivía junto a su familia en el piso destinado al director del centro: el cargo que Cristina Cifuentes ocupó desde 1995 y abandonó tras las acusaciones de varias alumnas que la relacionaron con hurtos.





Cuando se marchó, dijo: "No me echan las colegialas, me voy yo". Un mensaje muy parecido al de este miércoles para anunciar su dimisión al frente de la Comunidad de Madrid. Cifuentes asegura que el vídeo de hace siete años en un Eroski, entregando a un miembro de seguridad dos cremas presuntamente robadas, no ha sido el motivo de su dimisión, que pensaba dejar el cargo el próximo dos de mayo. Sin embargo, su versión no ha convencido. Tampoco convenció la explicación que dio a las colegialas.

Invierno de 1999
La vida pasaba tranquila en el colegio mayor entre clases, charlas, actividades culturales organizadas por la dirección del centro… y los hurtos. Tanto, que se convirtió en un tema recurrente entre las alumnas allí hospedadas. Frente a ellas, Cifuentes mantenía una imagen de mujer progresista, pulcra en la organización del colegio y que había instalado en la residencia medidas de libertad como el fin del toque de queda o la posibilidad de que las chicas pudieran acceder a las habitaciones con otras personas.


Solo el hecho de que varias alumnas recibieran correspondencia del Partido Popular sin haber facilitado sus datos al partido enturbió un poco la relación con algunas de las chicas. "Siempre llevaba una imagen impecable y cuidaba mucho la organización de los eventos. Mientras ella fue la directora todo fue muy glamouroso", explica una de las personas que por aquel entonces residía en el colegio mayor.

"A veces nos regalaba entradas que conseguía, entiendo, por su condición de política, para que pudiéramos ir a actos culturales como el teatro, conciertos o la Copa Davis", cuenta otra de las mujeres que vivió en el colegio el último año que Cifuentes fue su directora.

Sin embargo, todo ese equilibro se derrumbó la Semana Santa de 1999. En esa fecha, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, una de las alumnas denunció el robo de dos bolsos de Agatha Ruiz de la Prada de su habitación. Dos complementos que desaparecieron de su cuarto cuando el centro estaba cerrado al público y todas sus colegialas en casa por vacaciones. De ahí que, a partir de ese momento, todas las sospechas se centraran en la directora.

"Desaparecían pendientes y bolsos de lujo. Solo podía ser ella", decían las alumnas.

Tal fue el revuelo, que trece años después de los hechos, cuando Cristina Cifuentes, ya delegada del Gobierno, fue entrevistada en el diario El Mundo y "abrió su armario" al periódico, las mujeres que pasaron por el colegio y seguían en contacto, se intercambiaron mensajes en los que ironizaban sobre "el fondo de armario que había ido acumulando durante los últimos 20 años" y a los que ha accedido este diario.

En verano era habitual que el centro -dependiente del Gobierno colombiano y que cerró en 2010- se abriera a personas ajenas al curso escolar para ocupar las habitaciones vacías. Por eso, era normal que gente poco conocida merodeara por sus pasillos y accediera a las habitaciones. Pero eso no sucedía en Semana Santa. Por eso, el abanico de personas que pudo hurtar aquellos bolsos se reducía a un puñado de personas: la persona encargada de la seguridad y el acceso al edificio y la familia de Cristina Cifuentes, que residía en él.

El resto de los servicios estaban de vacaciones, por lo que nadie más tenía acceso a las dependencias. La llave de las mismas se quedaba en la recepción cuando las alumnas se marchaban fuera del colegio, por lo que era sencillo acceder a las llaves y entrar en las habitaciones.

Cara a cara con Cifuentes
El nombre de Cristina Cifuentes comenzó a sonar cuando los dos bolsos desaparecieron de la habitación y se acrecentó cuando corrió la voz de que también habían desaparecido pequeñas cantidades de dinero, pulseras y otros enseres que algunas alumnas habían dejado a la vista en sus habitaciones o en los cajones más accesibles.

Pasaron casi seis meses desde que desaparecieron los bolsos hasta que las alumnas se reunieron por primera vez para poner en común el problema de los robos en una asamblea celebrada entre noviembre y diciembre de 1999. Sin embargo, dos de esos meses no fueron lectivos ya que en el período de verano la mayoría de ellas se marchó a casa. Al reanudar el curso escolar, las desapariciones arrancaron de nuevo, igual que la alarma entre las alumnas. De ahí que decidieran reunirse para atajar el asunto de los robos.

Actualidad_302484855_75285079_1024x576.jpg

Colegio mayor Miguel Antonio Caro, ya cerrado EL ESPAÑOL

Según confirman varias fuentes presentes en aquel encuentro, varias alumnas señalaron directamente a Cifuentes como la única culpable de los robos secundadas por la mayoría. También hubo voces discordantes, que consideraron aquello un ataque personal contra la expresidenta de la Comunidad de Madrid por ser una reconocida figura del Partido Popular madrileño.

Sin embargo, el sentir mayoritario de las alumnas fue tal que se creó una delegación de colegialas. Una representación de las 150 personas que allí convivían encargada de hablar directamente con Cifuentes y señalarla como presunta culpable de los robos que se estaban sucediendo en las habitaciones desde hacía meses. Esa segunda reunión, según confirman estudiantes que residían en aquellas fechas en el colegio dirigido por Cifuentes, se produjo unos días después de la asamblea. Fue una charla tensa, donde las enviadas trasladaron a la directora sus sospechas de que ella era la culpable de los robos. Desvelaron incluso la decisión de alguna de las afectadas de denunciar los hechos al rectorado de la Universidad Complutense de Madrid y en manos de la Justicia.

A los pocos días de este segundo encuentro, Cristina Cifuentes dejó la dirección del Colegio Mayor Antonio Caro por "motivos personales" según varias de las fuentes consultadas. No hubo más explicaciones. "Su salida fue muy brusca, no hubo despedida alguna. Cuando volvimos de las vacaciones, los cuadros pintados por su marido, semejantes a los cómics de Tintín, desaparecieron de los pasillos del colegio que antes decoraban", cuenta una de las fuentes.

Cifuentes negó que su dimisión tuviera que ver con los robos. Las alumnas, por el contrario, todavía hoy lo relacionan de manera directa. Cuando explicó su marcha a parte del personal del centro, dijo algo muy concreto: "No me echan las colegialas. Me voy yo". Un mensaje parecido al que comunicó a los medios este miércoles cuando anunció su renuncia a la presidencia de la Comunidad de Madrid.


Vuelvo a decir que el ser cleptómano no tiene nada que ver con las capacidades como gestor. Un cleptómano puede robarte el papeli higiénico, una caja de clips o un bolígrafo de encima de la mesa. No veo relación con el hecho de que una persona puede tener una enfermedad como esa con una gestión pública. El cleptómano roba cosas al alcance de la mano por impulso, no por ánimo de lucro.
 

Sechs

CEO DOS CFA
Moderador
Miembro del Club
Vuelvo a decir que el ser cleptómano no tiene nada que ver con las capacidades como gestor. Un cleptómano puede robarte el papeli higiénico, una caja de clips o un bolígrafo de encima de la mesa. No veo relación con el hecho de que una persona puede tener una enfermedad como esa con una gestión pública. El cleptómano roba cosas al alcance de la mano por impulso, no por ánimo de lucro.
¿Si tuvieras un gran patrimonio que gestionar y te enteras de que tu "gestor personal" :sneaky: es cleptómano le mantendrías el contrato? :whistle:
 

Ronin

Navegando con bandera de pendejo
Miembro del Club
¿Si tuvieras un gran patrimonio que gestionar y te enteras de que tu "gestor personal" :sneaky: es cleptómano le mantendrías el contrato? :whistle:
Tendría que darse el caso pero si mi patrimonio lo gestiona correctamente y nunca me ha robado nada, no tendría porqué no hacerlo. No creo que fuese a pillar más que cualquier otro por el hecho de tener esa enfermedad.
 

Golfobika

Baneado
Baneado
9 años de cárcel para los de La Manada.
Una autentica verguenza!!!!no hay derecho que le hagan eso a una pobre chavala,que con los videos que aparecieron se la otra chica de madrid y las conversaciones de wasap...solo les caigan 9 años.
Cada vez mas convencido que la justicia en España es de verguenza!!!
 

botminik

Clan Leader
Miembro del Club
Mi opinión sigue siendo la misma que antes de los escándalos, no tiene habilidades personales esenciales para manejarse en ese mundillo…. Bueno, en otros tampoco. Quizá por eso la encumbraron, porque sería manejable.
 

*NANO*

Clan Leader
https://gaceta.es/espana/las-redes-...olitico-y-los-ere-de-andalucia-20180425-1640/

TRAS LA DIMISIÓN DE CIFUENTES
Recuerdan el asalto de Cañamero en un supermercado: ‘¿Por qué no dimite?’

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Los internautas se preguntan por qué ha habido más revuelo con las cremas de Cifuentes que con los 800 millones de los ERE de Andalucía.




Cristina Cifuentes ha renunciado a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, una decisión que había tomado tras semanas de polémica por su máster y que pretendía anunciar el 2 de mayo, tras los actos institucionales de la región, ha dicho, pero que ha precipitado tras publicarse una información en la que se le atribuye un supuesto hurto en un supermercado en 2011.

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Lo ha hecho tras publicar el diario digital Okdiario un vídeo de una cámara de seguridad de un supermercado próximo a la Asamblea de Madrid en el que se ve a Cifuentes mostrando sus pertenencias a un vigilante tras, supuestamente, haber sido descubierta robando dos botes de crema.

En las redes se ha desatado el humor y los ‘memes’ tras la decisión y algunos internautas han mirado a “Soraya”, el “CNI” o incluso al fuego amigo dentro del PP de Madrid. Otros han pedido la dimisión del diputado de Unidos Podemos, Diego Cañamero, por el robo de diversos productos de un supermercado de Écija (Sevilla).

Venía a poner esto...

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Touring320D

Forista
Pareciéndome vomitivo la actuación de "la manada", creo, que si estamos de acuerdo en vivir en un Estado de derecho en el que existen mecanismos para recurrir cualquier sentencia, recusar jueces, etc. y cuando nadie de los que hablamos aquí o salen a manifestarse en las calles, conocemos ni las declaraciones, ni los hechos, ni las pruebas, me parece peligroso querer legislar o sentenciar en función del número de personas que se manifiestan o protestan, o bajo la opinión de determinados colectivos que claramente defienden a una de las partes. De aquí al linchamiento callejero o a las ejecuciones populares en las plazas mayores, hay muy poco trecho. Hay que confiar en la imparcialidad judicial (instando eso sí, a los poderes políticos a que modifiquen las leyes de acuerdo a la realidad social) o acabamos en las selva, dónde se impone la ley del más fuerte.
 
Estado
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