Tengo cierta andadura como para poder aseverar que los chinos son auténticos magos en meterte por los ojos que lo que te están vendiendo es lo mejor del mundo. Auténticos trileros del marketing cuyo éxito comercial reside en sus bajos precios, sumado a la ignorancia del consumidor que, por falta de conocimientos técnicos, casi siempre compra a ciegas, confiándose en que el artículo que recibirá cumplirá con las espectativas de calidad que el vendedor decía prometer. Existen excepciones, no lo voy a discutir, de fabricantes chinos que ofrecen productos de calidad notable a precios competitivos, sacrificando el margen de beneficios en favor de hacerse un hueco en el mercado. Lo habitual, en cambio, suele ser sacrificar la calidad de los materiales para conseguir el mismo resultado.
El caso que nos ocupa, sea Synolin, Britune o cualquier otro fabricante chino, debemos conocer que son las unidades lux y lumenes y cómo se correlacionan. A partir de ahí es muy fácil detectar el engaño en la declaración de especificaciones de sus productos. Algunos de los varios trucos (engaños) que utilizan en las descripciones de sus artículos suelen ser:
- Utilizar indistintamente lux y lumenes en el mismo número como unidad de medida.
- Declarar los valores de dichas unidades referenciadas a distancias de tan solo 3 o 4 metros, que para nada tienen que ver con el alcance de su uso real en calle o carretera.
- Declarar la potencia lumínica total en base a la suma de 2 proyectores instalados.
Repito que, una simple foto no objetiva ni es representativa de lo que aquí se trata de valorar, porque no aporta más que una impresión visual subjetiva. En youtube hay reviews de calidad que miden y comparan el flujo luminoso de los proyectores/bombillas de ciertos fabricantes con aparatos específicos. De entrada, siendo nuevos puede parecer todo muy bonito y facilitar la tarea de decidirse por cual comprar. Ahora bien, lo interesante y verdaderamente importante, es conocer la degradación que sufren los componentes del proyector por el calor y la pérdida de intensidad (lúmenes) de la bombilla LED con el tiempo. Encontrarse con un plástico derretido o que, al cabo de un año, midas en las mismas condiciones el flujo luminoso y comparándolo con el inicial, te percates de que ahora está a tan solo el 50-60%, son detalles que te hacen reconsiderar si, lo que pensabas que fue una compra redonda, acaso no habrá sido todo un cuento chino desde el principio.
Espero igualmente tus comentarios en el foro cuando dejen de hacerlo