Off Topic La era de la estupidez

RADASON

dazed and confused
Miembro del Club
Qué fresquito tenemos por las noches estos días por aquí. Incluso ahora por la mañana hace una brisa que a mí junto con la luz ya me parece septiembre. Está claro que el clima cambia. Lleva cambiando millones de años, y seguirá cambiando a no ser que la galaxia sea borrada del mapa celeste
 
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*NANO*

Clan Leader
Qué fresquito tenemos por las noches estos días por aquí. Incluso ahora por la mañana hace una brisa que a mí junto con la luz ya me parece septiembre. Está claro que el clima cambia. Lleva cambiando millones de años, y seguirá cambiando a no ser que la galaxia sea borrada del mapa celeste

Y en Alemania nevando. Es el calentamiento global.
 

*NANO*

Clan Leader
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Dani323

Forista Legendario
Julio de 2023 el mes más cálido jamás registrado, supera con 0,33 ºC el anterior récord

El pasado mes de julio la temperatura del planeta superó en 1,5 ºC la media del periodo preindustrial (1850-1900).

El pasado mes de julio fue el más caluroso jamás registrado. La temperatura global fue un grado y medio más cálida que la media preindustrial, según el programa europeo de observación del cambio climático Copernicus.

El mes pasado fue 0,33 grados más cálido que el último récord de temperatura global de julio de 2019 y 0,72 grados más cálido que la media de los meses de julio comprendidos entre el 1991 y 2020.

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https://es.euronews.com/green/2023/...egistrado-supera-con-033-c-el-anterior-record
 

Dani323

Forista Legendario
Récord de calor en Soria por tercera vez desde 2021, llega a 38,9 grados
La máxima de los años 50 cayó hace dos años, volvió a rebasarse en 2022 y este miércoles se superó

Soria capital rebasó este miércoles la temperatura máxima registrada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en sus mediciones realizadas desde 1943. Es el día con el mayor pico de calor en al menos 80 años. Las previsiones se cumplieron y se alcanzó una máxima de 38,9 grados. Más allá de la cifra hay una tendencia. Se han marcado tres récords absolutos desde el reciente 2021.

Siempre según las cifras oficiales de la Aemet, el primer gran hito databa de los años 50, cuando se alcanzaron los 38 grados. Aguantó durante décadas. El 13 de agosto de 2021 caía al marcarse 38,5 grados en el observatorio de Soria, superando así uno de los datos más longevos en la estadística provincial.

Para el 13 de julio de 2022, tan sólo 11 meses después, volvía a ser rebasado. Esta vez la Aemet medía en Soria 38,7 grados. Ha hecho falta poco más de un año para volver a ‘tumbarlo’. Este miércoles, a las 17.00 horas, se igualaba. Media hora después se rebasaba con 38,9 grados. En apenas dos años cambiaba por tercera vez el máximo histórico de calor en Soria tras haber permanecido más de medio siglo inalterado.

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https://www.heraldodiariodesoria.es...apital-bate-record-calor-ultimos-80-anos.html
 

Dani323

Forista Legendario

Dani323

Forista Legendario
El aeropuerto de Valencia rompe el récord de julio de 1986 y registra la temperatura más alta de su historia

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Récords históricos

En el caso concreto del aeropuerto de Valencia, el registro de 46,8º es el récord histórico en este observatorio con datos desde 1966, que supera de esta manera los 43,4 del 6 de julio de 1986.

En la ciudad de Valencia, la máxima (44,7º) ha sido el récord histórico en las distintas ubicaciones del observatorio que ha habido en la ciudad desde 1869, y ha superado así los 43,0º del 26 de julio de 1881 y del 27 de agosto de 2010.

Otros casos como en Llíria, la máxima de este jueves (45,4º) ha sido la más alta registrada en este municipio desde al menos 1942 en las distintas ubicaciones que han tenido los observatorios meteorológicos en la localidad. Ha superado así los 44,0º del 27 de agosto de 2010. En el observatorio de Montserrat la máxima de 45,6º ha sido la más alta registrada en este, que ha superado los 42,0º del 27 de agosto de 2010.

Por su parte, en Chiva el registro de 44,5º de este jueves es el más alto registrado en esta localidad al superar los 43,4º del 4 de julio de 1994. Segorbe, con 43,6º, también ha registrado la temperatura máxima en este observatorio, mientras que Carcaixent, con 46,4º, es la máxima más alta registrada en este municipio, con datos desde 1971, por encima de los 45,1º del 27 de agosto de 2010. Y en Atzeneta del Maestrat los 44,4º anotados este jueves es el dato más alto desde al menos 1943, cuando se empezaron a registrar datos. Superan así los 43,0º del 7 de julio de 1982.

De manera provisional, la temperatura media de este jueves es igual a la del 15 de agosto de 2021, los días más cálidos en la Comunidad Valenciana desde al menos 1950. Ambos superan al 4 de julio de 1994, el tercero de la serie.

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https://www.elindependiente.com/fut...istra-la-temperatura-mas-alta-de-su-historia/
 

Dani323

Forista Legendario

Claro, por eso ayer un homeotermo trabajador de la construcción, acabó en el hospital en estado muy grave con una temperatura corporal de 41°C tras sufrir un golpe de calor.

La frase es digna de Rajoy. Tus neuronas están siempre a 36,5°C salvo cuando no lo están.
 

*NANO*

Clan Leader
Claro, por eso ayer un homeotermo trabajador de la construcción, acabó en el hospital en estado muy grave con una temperatura corporal de 41°C tras sufrir un golpe de calor.

La frase es digna de Rajoy. Tus neuronas están siempre a 36,5°C salvo cuando no lo están.

Vamos, que se le deshicieron.
 

Till

Pionero lavadoril
"Unos hilillos muy finos", es la frase que siempre me viene a la mente pensando en el bueno de Marianico :descojon:

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carpal

Forista Senior
No voy a decir que toda la culpa de lo que pasa sea al 100% de los humanos, pero lo que no se puede negar es que hemos llenado océanos, mares, ríos y sitios de de mierda, y algo tendrá que ver con el deterioro medioambiental, y que millones de gigatoneladas de materia vegetal y orgánica que tardaron millones de años en convertirse en carbón, petróleo y gas, en 150 años hemos quemado como si no hubiera un mañana, y liberando el CO2 que habían concentrado.
 

*NANO*

Clan Leader
Escuela de calor 2023

Fernando del Pino Calvo-Sotelo

15 de agosto de 2023

La bisabuela inglesa de mi mujer era una señora elegante y espartana, y cuando sus hijas pequeñas se quejaban de la temperatura, contestaba impertérrita: “Nenitas, nenitas, en invierno hace frío y en verano hace calor”. Pues bien, cuando los propagandistas del cambio climático aprovechan una simple ola de calor para repetir sus cansinas letanías catastrofistas sobre el apocalipsis que nunca llega me entran ganas de repetirles: “Nenitas, nenitas, en invierno hace frío y en verano hace calor”.

A mis lectores habituales les habrá resultado familiar este párrafo inicial. En efecto, así es como comencé mi artículo Escuela de Calor en junio del 2022 ante la habitual campaña veraniega del alarmismo climático, que hiberna como los osos para resurgir con fuerza cada verano aprovechando las olas de calor propias de la estación. Dado que dicha campaña llega todos los veranos con la puntualidad de un reloj atómico he decidido mantener el mismo título cada año.

Buenas noticias: el planeta goza de magnífica salud
El fraude del cambio climático – la mayor estafa de la historia – necesita de un flujo constante de noticias alarmantes que creen un estado de miedo – como en el covid – para mantener vivo el eslogan de “salvar el planeta”. Sin embargo, el planeta goza de magnífica salud – frase que alegra a las personas normales y enfada a los abducidos – y la llamada emergencia climática simplemente no existe. Uno a uno, los grandes iconos del alarmismo climático han ido demostrándose falacias propagandísticas. La población de osos polares crece feliz[1], hasta el extremo de que en la secuela del 2017 de su famoso documental Gore no hizo mención siquiera del sanguinario depredador que había sido su estrella diez años antes.

El hielo continental de la Antártida (reservorio del 90% del hielo del planeta con una temperatura media de -57°C), se mantiene estable[2] al igual que el hielo flotante que rodea el continente antártico[3], protagonista habitual de la propaganda climática y que, tras su máximo de los últimos 40 años alcanzado en 2014 es hoy similar al que había en 1966[4]. Apuesto a que no lo leyeron en los medios, como tampoco leyeron que los corales de la Gran Barrera de Coral están en máximos de los últimos 37 años[5], que el hielo de Groenlandia es hoy superior a la media histórica[6] y que su ligera disminución en la década anterior se habría debido a causas naturales[7]. En realidad, la lógica indica que el factor principal en las variaciones de hielo flotante marino no son las pequeñísimas variaciones de temperatura atmosférica, sino la temperatura del mar, afectado por las poderosas corrientes oceánicas, horizontales y verticales.

Finalmente, el aumento del nivel de los mares continúa a su paso de caracol tras el final de la última glaciación a un ritmo de 2-3mm al año (un metro cada 500 años), los incendios forestales se han reducido un 25% en las últimas décadas[8] y los fenómenos meteorológicos extremos (sequías, inundaciones, huracanes, tornados) no muestran ninguna tendencia significativa[9]. Buenas noticias, ¿verdad?

Pero a pesar de que el planeta se encoge de hombros e incluso disfruta del ligerísimo aumento de temperaturas (a un ritmo de 0,14°C por década desde 1979), las políticas dirigidas para “combatir el cambio climático” sí están teniendo devastadores efectos reales y tangibles que la población (¡por fin!) está empezando a comprender. Efectivamente, no sólo sufre el aumento de los costes de la energía, sino que en Europa ya no podrá siquiera elegir qué coche comprar, igual que pasaba en la URSS.

Por último, el aumento del CO2atmosférico, esa fuente de vida de vida alucinantemente demonizada, alimento por antonomasia de árboles y plantas, está teniendo efectos claramente positivos, como el aumento de la producción de cereales – clave para eliminar el hambre – o su contribución al final del problema de deforestación. Así, el planeta está significativamente más verde gracias al aumento de CO2, en una pequeña parte gracias a la actividad humana. Loada sea.

La temperatura del planeta siempre ha variado
En realidad, la temperatura del planeta ha ido variando a lo largo de su historia por causas puramente naturales. El siguiente gráfico nos muestra la reconstrucción de temperatura de los últimos dos mil años en el hemisferio Norte (Ljungqvist, 2010[10]):

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¿Qué conclusiones podemos sacar? En primer lugar, que la temperatura del planeta es extraordinariamente estable: como pueden ver en el eje de ordenadas, las variaciones se miden en décimas de grado, lo que no está nada mal para la atmósfera de un pequeño planeta perdido por el espacio y calentado por una estrella mediana como es el Sol. En segundo lugar, observamos que las pequeñas diferencias de temperatura son cíclicas, y que estos ciclos se han producido por razones naturales mucho antes de la industrialización del planeta. En efecto, del pico de temperatura del Período Cálido Romano a comienzos de nuestra era pasamos a una época más fría alrededor del 500 d. C para subir de nuevo hacia el año 1.000 d. C (Período Cálido Medieval) y volver a caer súbitamente hasta alrededor del año 1.700 d. C, en la llamada Pequeña Edad de Hielo (que coincide con el mínimo de Maunder). Desde entonces la temperatura del planeta habría subido de nuevo hasta cifras ligeramente superiores a la de los anteriores picos. Evidentemente en 1700 la actividad humana no generaba CO2, que se mantuvo estable hasta aproximadamente 1950, por lo que ¿cómo explican los defensores del cambio climático antrópico que la temperatura del planeta aumentara desde 1700 hasta 1950 en un mundo sin industria ni aumento del CO2? ¿Cómo explican que disminuyera de 1940 a 1975 a pesar del aumento del CO2? Tampoco hay correlación temporal en series largas de escala geológica, y sin correlación, ¿cómo puede haber causalidad?

Déjenme que les cuente un secreto: hoy por hoy la ciencia no alcanza a comprender el clima, un sistema multifactorial, no lineal y caótico “que hace imposible la predicción a largo plazo[11]”, según reconoció el propio IPCC en 2001. Los científicos andan a tientas en un campo complejísimo que excede sus conocimientos, y la contaminación del dinero y la política no ha hecho más que enturbiar aún más la ciencia atmosférica. Los mismos meteorólogos que son incapaces de predecir el tiempo que va a hacer en mi ciudad más allá de unos pocos días, ¿de verdad pueden predecir el clima del planeta para dentro de 100 años? ¿Qué meteorólogo predijo la sequía en España? Efectivamente, el clima del planeta está sujeto a multitud de factores de cuya interacción los científicos tienen una comprensión bastante pobre y que quizá jamás alcancen a desentrañar (una afirmación blasfema para el cientificismo imperante, que da por sentado que el hombre-científico es un dios omnisciente).

Fenómenos naturales y clima
Aunque nadie lo diría viendo los titulares de prensa, en España este mes de julio ha sido significativamente menos caluroso que el del año pasado. Mientras, las temperaturas máximas de las olas de calor no registran ninguna tendencia significativa (fuente: AEMET):

Temperatura-media-de-las-maximas.-desde-1975-AEMET.jpg

Como tantas veces he repetido, la meteorología local nunca puede extrapolarse al clima del planeta, pues en Australia han vivido en estos mismos meses de verano boreal (invierno austral) temperaturas mínimas históricas[12], pero lo cierto es que en el planeta este mes de julio ha sido extraordinariamente cálido (unas décimas de grado centígrado superiores a lo normal). Nadie sabe muy bien por qué, pero resulta intrigante que hace meses varios expertos previeran un aumento de temperatura en el planeta motivado por la erupción del volcán submarino Tonga en enero del 2022[13].

Nunca dejará de fascinarme el efecto que los fenómenos naturales tienen en el clima, muy superior al que provoca esa pequeña pero pretenciosa criatura llamada hombre. Generalmente, las erupciones volcánicas lanzan a la atmósfera ceniza y gases que enfrían el planeta, pero no en este caso. En lo que quizá haya sido el evento climático más significativo de nuestra era, Tonga inyectó como un gigantesco géiser megatoneladas de vapor de agua a la atmósfera. Dado que el vapor de agua es el gas de efecto invernadero más importante, algunos científicos advirtieron que esto podría provocar un temporal aumento de temperaturas que nos acercaría a la “anomalía” de 1,5°C que, según los propagandistas, sería el arbitrario punto de inflexión que desataría el Apocalipsis. Ojalá lo alcancemos pronto, porque así podremos ver que no ocurre absolutamente nada.

“El hombre que no piensa por sí mismo no piensa en absoluto”, escribió el genial Oscar Wilde. El sentido común debería sorprenderse al oír que debemos preocuparnos por una temperatura media 1,5°C superior a la que había en la Pequeña Edad de Hielo (repito, “de hielo”) y similar a la que había en tiempos medievales o en la Antigua Roma. El frío, sinónimo de muerte, mata al menos diez veces más personas que el calor, sinónimo de vida[14]. Los ecosistemas tropicales son infinitamente más ricos que los polares, las aves migran al sur en invierno en busca de climas más cálidos y los europeos del norte pasan sus vacaciones en el sur buscando climas más templados. ¿Qué prefiere la naturaleza, el calor o el frío?

Además de los volcanes (y de los ciclos de Milankovitch y un largo etcétera), otro ejemplo de poderosos fenómenos climáticos naturales son El Niño y La Niña (ENSO), que muestran la enorme y aún incomprendida influencia de los océanos en el clima del planeta. Con una profundidad media de 3.500m, los océanos están formados por una fina capa de unos 100-200m de aguas templadas (única con la que el ser humano entra en contacto) y por una gran masa de aguas profundas muy frías, hasta el extremo de que la temperatura media de los mares es de sólo 4°C. Estas dos masas intercambian flujos constantemente, pero cuando en el Océano Pacífico el flujo se ralentiza (por causas en gran medida desconocidas), la fina capa superficial no se renueva y se va calentando paulatinamente, lo que produce mayor evaporación y mayores precipitaciones y un aumento de la temperatura atmosférica, entre otros efectos. Esto es lo que se conoce como el Niño. Cuando el proceso se revierte y el intercambio de flujo entre ambas capas se acelera, el efecto es inverso: la fina capa superficial se enfría más de lo debido y se enfría la atmósfera (La Niña).

¿Quiénes se benefician del fraude climático?
Pero dejemos la ciencia, pues el cambio climático no va de ciencia, sino de poder y dinero. Como escribía Richard Lindzen, profesor en Harvard y catedrático emérito de Física Atmosférica del MIT durante 30 años, “la supuesta crisis climática no es una cuestión científica, a pesar de los inmensos intentos de invocar la supuesta autoridad de la ciencia, sino una cuestión política[15]”. En efecto, el cambio climático es sólo un pretexto para un golpe de Estado en toda regla perpetrado por un pequeño grupo de megalómanos que pretenden transformar el modelo de sociedad basado en la libertad, el crecimiento poblacional y el progreso económico en una claustrofóbica tiranía caracterizada por el empobrecimiento masivo y la reducción coercitiva de la población, su tradicional obsesión.

La falsedad del soviético “consenso” científico sobre el origen antrópico del cambio climático y sus consecuencias catastróficas es ya evidente. Hace pocas semanas, a la declaración de 1.600 científicos[16] se ha sumado el Premio Nobel de Física 2022 John Clauser al afirmar en una conferencia científica que “ni hay crisis climática alguna ni el cambio climático causa fenómenos meteorológicos extremos[17]”, tildando al IPCC como “una de las peores fuentes de desinformación” y al cambio climático como “pseudociencia”, es decir, como “una corrupción de la ciencia que amenaza el bienestar de miles de millones de personas”. No es el primer Premio Nobel en realizar manifestaciones similares[18].

¿Quiénes son los grandes beneficiarios de este movimiento reaccionario, el mayor enemigo de la Humanidad desde los totalitarismos del s. XX? Los primeros beneficiarios son las élites misantrópicas de Davos y sus organizaciones supranacionales tapadera, que sueñan con su diabólico Great Reset: su siniestra utopía es nuestra peor distopía. Así, cada vez que oigan mencionar “cambio climático” piensen en Davos, el verdadero autor intelectual de la estafa.

Otro gran beneficiario es el gigantesco negocio de las energías renovables intermitentes, ineficientes y creadas a la sombra de subvenciones e imposiciones políticas (500.000 millones de dólares invertidos sólo en 2022, pero ya saben, sólo el dinero del petróleo compra voluntades). También se benefician del timo los insaciables Estados occidentales, encantados de tener una excusa para crear nuevos impuestos (“verdes”), y desde el punto de vista geopolítico, China, el gran ganador del “cambio climático”, pues controla el negocio global de vehículos eléctricos y observa con satisfacción el suicidio de Occidente mientras sigue construyendo plantas de carbón.

Finalmente, y sin perjuicio de aquellos genuinamente convencidos por el alarmismo climático y que actúan de buena fe, podríamos mencionar el sinnúmero de activistas con pasaporte “científico” (biólogos, etc.), que han encontrado en la repetición de las letanías catastrofistas una nueva forma de expresión de sus ideas políticas anticapitalistas y, sobre todo, un filón que les da mucho más dinero y notoriedad que dar clases en un aula o publicar artículos en alguna oscura revista.

¿Y quiénes son los grandes perjudicados? Usted y yo, querido lector, los ciudadanos europeos a quienes nuestros políticos nacionales y la inepta burocracia de la UE nos hunden a plomo al abismo de la servidumbre y la pobreza
 

RADASON

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Escuela de calor 2023

Fernando del Pino Calvo-Sotelo

15 de agosto de 2023

La bisabuela inglesa de mi mujer era una señora elegante y espartana, y cuando sus hijas pequeñas se quejaban de la temperatura, contestaba impertérrita: “Nenitas, nenitas, en invierno hace frío y en verano hace calor”. Pues bien, cuando los propagandistas del cambio climático aprovechan una simple ola de calor para repetir sus cansinas letanías catastrofistas sobre el apocalipsis que nunca llega me entran ganas de repetirles: “Nenitas, nenitas, en invierno hace frío y en verano hace calor”.

A mis lectores habituales les habrá resultado familiar este párrafo inicial. En efecto, así es como comencé mi artículo Escuela de Calor en junio del 2022 ante la habitual campaña veraniega del alarmismo climático, que hiberna como los osos para resurgir con fuerza cada verano aprovechando las olas de calor propias de la estación. Dado que dicha campaña llega todos los veranos con la puntualidad de un reloj atómico he decidido mantener el mismo título cada año.

Buenas noticias: el planeta goza de magnífica salud
El fraude del cambio climático – la mayor estafa de la historia – necesita de un flujo constante de noticias alarmantes que creen un estado de miedo – como en el covid – para mantener vivo el eslogan de “salvar el planeta”. Sin embargo, el planeta goza de magnífica salud – frase que alegra a las personas normales y enfada a los abducidos – y la llamada emergencia climática simplemente no existe. Uno a uno, los grandes iconos del alarmismo climático han ido demostrándose falacias propagandísticas. La población de osos polares crece feliz[1], hasta el extremo de que en la secuela del 2017 de su famoso documental Gore no hizo mención siquiera del sanguinario depredador que había sido su estrella diez años antes.

El hielo continental de la Antártida (reservorio del 90% del hielo del planeta con una temperatura media de -57°C), se mantiene estable[2] al igual que el hielo flotante que rodea el continente antártico[3], protagonista habitual de la propaganda climática y que, tras su máximo de los últimos 40 años alcanzado en 2014 es hoy similar al que había en 1966[4]. Apuesto a que no lo leyeron en los medios, como tampoco leyeron que los corales de la Gran Barrera de Coral están en máximos de los últimos 37 años[5], que el hielo de Groenlandia es hoy superior a la media histórica[6] y que su ligera disminución en la década anterior se habría debido a causas naturales[7]. En realidad, la lógica indica que el factor principal en las variaciones de hielo flotante marino no son las pequeñísimas variaciones de temperatura atmosférica, sino la temperatura del mar, afectado por las poderosas corrientes oceánicas, horizontales y verticales.

Finalmente, el aumento del nivel de los mares continúa a su paso de caracol tras el final de la última glaciación a un ritmo de 2-3mm al año (un metro cada 500 años), los incendios forestales se han reducido un 25% en las últimas décadas[8] y los fenómenos meteorológicos extremos (sequías, inundaciones, huracanes, tornados) no muestran ninguna tendencia significativa[9]. Buenas noticias, ¿verdad?

Pero a pesar de que el planeta se encoge de hombros e incluso disfruta del ligerísimo aumento de temperaturas (a un ritmo de 0,14°C por década desde 1979), las políticas dirigidas para “combatir el cambio climático” sí están teniendo devastadores efectos reales y tangibles que la población (¡por fin!) está empezando a comprender. Efectivamente, no sólo sufre el aumento de los costes de la energía, sino que en Europa ya no podrá siquiera elegir qué coche comprar, igual que pasaba en la URSS.

Por último, el aumento del CO2atmosférico, esa fuente de vida de vida alucinantemente demonizada, alimento por antonomasia de árboles y plantas, está teniendo efectos claramente positivos, como el aumento de la producción de cereales – clave para eliminar el hambre – o su contribución al final del problema de deforestación. Así, el planeta está significativamente más verde gracias al aumento de CO2, en una pequeña parte gracias a la actividad humana. Loada sea.

La temperatura del planeta siempre ha variado
En realidad, la temperatura del planeta ha ido variando a lo largo de su historia por causas puramente naturales. El siguiente gráfico nos muestra la reconstrucción de temperatura de los últimos dos mil años en el hemisferio Norte (Ljungqvist, 2010[10]):

A-NEW-RECONSTRUCTION-OF-TEMPERATURE-VARIABILITY-IN-THE-EXTRA-TROPICAL-NORTHERN-HEMISPHERE-DURING-THE-LAST-TWO-MILLENNIA-on-JSTOR.jpg

¿Qué conclusiones podemos sacar? En primer lugar, que la temperatura del planeta es extraordinariamente estable: como pueden ver en el eje de ordenadas, las variaciones se miden en décimas de grado, lo que no está nada mal para la atmósfera de un pequeño planeta perdido por el espacio y calentado por una estrella mediana como es el Sol. En segundo lugar, observamos que las pequeñas diferencias de temperatura son cíclicas, y que estos ciclos se han producido por razones naturales mucho antes de la industrialización del planeta. En efecto, del pico de temperatura del Período Cálido Romano a comienzos de nuestra era pasamos a una época más fría alrededor del 500 d. C para subir de nuevo hacia el año 1.000 d. C (Período Cálido Medieval) y volver a caer súbitamente hasta alrededor del año 1.700 d. C, en la llamada Pequeña Edad de Hielo (que coincide con el mínimo de Maunder). Desde entonces la temperatura del planeta habría subido de nuevo hasta cifras ligeramente superiores a la de los anteriores picos. Evidentemente en 1700 la actividad humana no generaba CO2, que se mantuvo estable hasta aproximadamente 1950, por lo que ¿cómo explican los defensores del cambio climático antrópico que la temperatura del planeta aumentara desde 1700 hasta 1950 en un mundo sin industria ni aumento del CO2? ¿Cómo explican que disminuyera de 1940 a 1975 a pesar del aumento del CO2? Tampoco hay correlación temporal en series largas de escala geológica, y sin correlación, ¿cómo puede haber causalidad?

Déjenme que les cuente un secreto: hoy por hoy la ciencia no alcanza a comprender el clima, un sistema multifactorial, no lineal y caótico “que hace imposible la predicción a largo plazo[11]”, según reconoció el propio IPCC en 2001. Los científicos andan a tientas en un campo complejísimo que excede sus conocimientos, y la contaminación del dinero y la política no ha hecho más que enturbiar aún más la ciencia atmosférica. Los mismos meteorólogos que son incapaces de predecir el tiempo que va a hacer en mi ciudad más allá de unos pocos días, ¿de verdad pueden predecir el clima del planeta para dentro de 100 años? ¿Qué meteorólogo predijo la sequía en España? Efectivamente, el clima del planeta está sujeto a multitud de factores de cuya interacción los científicos tienen una comprensión bastante pobre y que quizá jamás alcancen a desentrañar (una afirmación blasfema para el cientificismo imperante, que da por sentado que el hombre-científico es un dios omnisciente).

Fenómenos naturales y clima
Aunque nadie lo diría viendo los titulares de prensa, en España este mes de julio ha sido significativamente menos caluroso que el del año pasado. Mientras, las temperaturas máximas de las olas de calor no registran ninguna tendencia significativa (fuente: AEMET):

Temperatura-media-de-las-maximas.-desde-1975-AEMET.jpg

Como tantas veces he repetido, la meteorología local nunca puede extrapolarse al clima del planeta, pues en Australia han vivido en estos mismos meses de verano boreal (invierno austral) temperaturas mínimas históricas[12], pero lo cierto es que en el planeta este mes de julio ha sido extraordinariamente cálido (unas décimas de grado centígrado superiores a lo normal). Nadie sabe muy bien por qué, pero resulta intrigante que hace meses varios expertos previeran un aumento de temperatura en el planeta motivado por la erupción del volcán submarino Tonga en enero del 2022[13].

Nunca dejará de fascinarme el efecto que los fenómenos naturales tienen en el clima, muy superior al que provoca esa pequeña pero pretenciosa criatura llamada hombre. Generalmente, las erupciones volcánicas lanzan a la atmósfera ceniza y gases que enfrían el planeta, pero no en este caso. En lo que quizá haya sido el evento climático más significativo de nuestra era, Tonga inyectó como un gigantesco géiser megatoneladas de vapor de agua a la atmósfera. Dado que el vapor de agua es el gas de efecto invernadero más importante, algunos científicos advirtieron que esto podría provocar un temporal aumento de temperaturas que nos acercaría a la “anomalía” de 1,5°C que, según los propagandistas, sería el arbitrario punto de inflexión que desataría el Apocalipsis. Ojalá lo alcancemos pronto, porque así podremos ver que no ocurre absolutamente nada.

“El hombre que no piensa por sí mismo no piensa en absoluto”, escribió el genial Oscar Wilde. El sentido común debería sorprenderse al oír que debemos preocuparnos por una temperatura media 1,5°C superior a la que había en la Pequeña Edad de Hielo (repito, “de hielo”) y similar a la que había en tiempos medievales o en la Antigua Roma. El frío, sinónimo de muerte, mata al menos diez veces más personas que el calor, sinónimo de vida[14]. Los ecosistemas tropicales son infinitamente más ricos que los polares, las aves migran al sur en invierno en busca de climas más cálidos y los europeos del norte pasan sus vacaciones en el sur buscando climas más templados. ¿Qué prefiere la naturaleza, el calor o el frío?

Además de los volcanes (y de los ciclos de Milankovitch y un largo etcétera), otro ejemplo de poderosos fenómenos climáticos naturales son El Niño y La Niña (ENSO), que muestran la enorme y aún incomprendida influencia de los océanos en el clima del planeta. Con una profundidad media de 3.500m, los océanos están formados por una fina capa de unos 100-200m de aguas templadas (única con la que el ser humano entra en contacto) y por una gran masa de aguas profundas muy frías, hasta el extremo de que la temperatura media de los mares es de sólo 4°C. Estas dos masas intercambian flujos constantemente, pero cuando en el Océano Pacífico el flujo se ralentiza (por causas en gran medida desconocidas), la fina capa superficial no se renueva y se va calentando paulatinamente, lo que produce mayor evaporación y mayores precipitaciones y un aumento de la temperatura atmosférica, entre otros efectos. Esto es lo que se conoce como el Niño. Cuando el proceso se revierte y el intercambio de flujo entre ambas capas se acelera, el efecto es inverso: la fina capa superficial se enfría más de lo debido y se enfría la atmósfera (La Niña).

¿Quiénes se benefician del fraude climático?
Pero dejemos la ciencia, pues el cambio climático no va de ciencia, sino de poder y dinero. Como escribía Richard Lindzen, profesor en Harvard y catedrático emérito de Física Atmosférica del MIT durante 30 años, “la supuesta crisis climática no es una cuestión científica, a pesar de los inmensos intentos de invocar la supuesta autoridad de la ciencia, sino una cuestión política[15]”. En efecto, el cambio climático es sólo un pretexto para un golpe de Estado en toda regla perpetrado por un pequeño grupo de megalómanos que pretenden transformar el modelo de sociedad basado en la libertad, el crecimiento poblacional y el progreso económico en una claustrofóbica tiranía caracterizada por el empobrecimiento masivo y la reducción coercitiva de la población, su tradicional obsesión.

La falsedad del soviético “consenso” científico sobre el origen antrópico del cambio climático y sus consecuencias catastróficas es ya evidente. Hace pocas semanas, a la declaración de 1.600 científicos[16] se ha sumado el Premio Nobel de Física 2022 John Clauser al afirmar en una conferencia científica que “ni hay crisis climática alguna ni el cambio climático causa fenómenos meteorológicos extremos[17]”, tildando al IPCC como “una de las peores fuentes de desinformación” y al cambio climático como “pseudociencia”, es decir, como “una corrupción de la ciencia que amenaza el bienestar de miles de millones de personas”. No es el primer Premio Nobel en realizar manifestaciones similares[18].

¿Quiénes son los grandes beneficiarios de este movimiento reaccionario, el mayor enemigo de la Humanidad desde los totalitarismos del s. XX? Los primeros beneficiarios son las élites misantrópicas de Davos y sus organizaciones supranacionales tapadera, que sueñan con su diabólico Great Reset: su siniestra utopía es nuestra peor distopía. Así, cada vez que oigan mencionar “cambio climático” piensen en Davos, el verdadero autor intelectual de la estafa.

Otro gran beneficiario es el gigantesco negocio de las energías renovables intermitentes, ineficientes y creadas a la sombra de subvenciones e imposiciones políticas (500.000 millones de dólares invertidos sólo en 2022, pero ya saben, sólo el dinero del petróleo compra voluntades). También se benefician del timo los insaciables Estados occidentales, encantados de tener una excusa para crear nuevos impuestos (“verdes”), y desde el punto de vista geopolítico, China, el gran ganador del “cambio climático”, pues controla el negocio global de vehículos eléctricos y observa con satisfacción el suicidio de Occidente mientras sigue construyendo plantas de carbón.

Finalmente, y sin perjuicio de aquellos genuinamente convencidos por el alarmismo climático y que actúan de buena fe, podríamos mencionar el sinnúmero de activistas con pasaporte “científico” (biólogos, etc.), que han encontrado en la repetición de las letanías catastrofistas una nueva forma de expresión de sus ideas políticas anticapitalistas y, sobre todo, un filón que les da mucho más dinero y notoriedad que dar clases en un aula o publicar artículos en alguna oscura revista.

¿Y quiénes son los grandes perjudicados? Usted y yo, querido lector, los ciudadanos europeos a quienes nuestros políticos nacionales y la inepta burocracia de la UE nos hunden a plomo al abismo de la servidumbre y la pobreza

Si es que no hay que ser un genio para saber todo eso. Y el día que el planeta de verdad no goce de buena salud tampoco habrá que ser muy listo para darse cuenta, aunque a los que ven la tele les va a costar bastante más. Yo a día de hoy lo veo bastante saludable, cualquiera que viva fuera de una ciudad puede darse cuenta, a pesar de las atrocidades que hace con él el ser humano. Y los astros giran y varían su posición poquito a poquito, y el sol también varía, sin embargo nuestro calendario no se mueve. En todos estos años me he dado cuenta de que el siempre cambiante clima del planeta va variando respecto al inamovible calendario, y veo por el entorno cómo llega la primavera a principios de febrero, puedes preguntarle a los pájaros, y cómo llega el verano a finales de mayo, y cómo se están empezando a caer las hojas de los árboles de la piscina donde trabajo a 15 de agosto. Y todo eso no es por la acción del hombre, que será como una china en un zapato a la que su dueño puede sacudir cuando quiera. Y hablo del planeta en conjunto, no de que se estén extinguiendo las anacondas. Y lo de los récords de temperatura, pues normal con las variaciones que gasta el clima. Lo demás, asustaviejas. Y ojo, que mejor estaría el planeta sin nosotros. Al final va a ser que no somos autóctonos del todo... Seremos un jodido experimento con barro, monos, huevos o la metáfora que os salga de las pelotas, y con nosotros a la vista está que siguen experimentando.
 
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Dani323

Forista Legendario
Si es que no hay que ser un genio para saber todo eso. Y el día que el planeta de verdad no goce de buena salud tampoco habrá que ser muy listo para darse cuenta, aunque a los que ven la tele les va a costar bastante más. Yo a día de hoy lo veo bastante saludable, cualquiera que viva fuera de una ciudad puede darse cuenta, a pesar de las atrocidades que hace con él el ser humano. Y los astros giran y varían su posición poquito a poquito, y el sol también varía, sin embargo nuestro calendario no se mueve. En todos estos años me he dado cuenta de que el siempre cambiante clima del planeta va variando respecto al inamovible calendario, y veo por el entorno cómo llega la primavera a principios de febrero, puedes preguntarle a los pájaros, y cómo llega el verano a finales de mayo, y cómo se están empezando a caer las hojas de los árboles de la piscina donde trabajo a 15 de agosto. Y todo eso no es por la acción del hombre, que será como una china en un zapato a la que su dueño puede sacudir cuando quiera. Y hablo del planeta en conjunto, no de que se estén extinguiendo las anacondas. Y lo de los récords de temperatura, pues normal con las variaciones que gasta el clima. Lo demás, asustaviejas. Y ojo, que mejor estaría el planeta sin nosotros. Al final va a ser que no somos autóctonos del todo... Seremos un jodido experimento con barro, monos, huevos o la metáfora que os salga de las pelotas, y con nosotros a la vista está que siguen experimentando.

Y eso es porque está empezando el otoño, ¿no?
También habrás observado que los dias empiezan a decrecer a finales de Mayo.

Ya lo de que yo sea un jodido experimento no lo descarto.
 

RADASON

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Y eso es porque está empezando el otoño, ¿no?
También habrás observado que los dias empiezan a decrecer a finales de Mayo.

Ya lo de que yo sea un jodido experimento no lo descarto.

Sólo te digo que pruebes a dejar de ver las noticias del clima durante unos años y observes. Y después nos cuentas lo trágico que te haya parecido, si ha sido el caso o no. Hasta que no lo hagas te vas a tragar todo lo que te cuenten al respecto los mismos de siempre
 
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Y eso es porque está empezando el otoño, ¿no?

No. Pero se acerca peligrosamente y aún estamos en agosto, hasta el tipo de luz al atardecer lo dice. Y a primeros de septiembre o incluso antes podré ver las nubes de mosquitos diminutos que en estos últimos años he observado que sólo aparecen cuando está casi finiquitado el verano, por mucho veranillo de San Miguel que venga después. Y me la pela que no me creas, yo sólo te cuento lo que vivo en un mundo siempre cambiante, en el que últimamente los animales parecen ser más listos que nosotros, igual es porque no usan calendario. Así que obsérvalos y aprende, que ellos sí que son autóctonos del todo. Nos atrofiaron los instintos y ahora nos venden lo que quieren.
 
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RADASON

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De 2015

"La creencia en el calentamiento global se ha basado por completo en cinco registros de datos oficiales.

Tres de ellos se basan en mediciones realizadas en la superficie de la Tierra, datos compilados,

  • por el Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS)

  • por la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos (NOAA)

  • por la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia,
...trabajando conjuntamente con el Centro Hadley para la Predicción del Clima, que forma parte de la Oficina Meteorológica del Reino Unido.

Los otros dos registros derivan de las mediciones realizadas por satélites, y luego compilados por,

  • los Sistemas de Teledetección (RSS) en California

  • la Universidad de Alabama, en Huntsville (UAH)
En los últimos años, estas dos formas tan diferentes de medir y recopilar la temperatura global han mostrado resultados muy diferentes entre sí.

El registro de superficie ha mostrado una tendencia creciente de temperaturas hasta mostrar el año 2014 como "el año más caluroso desde que comenzaron los registros".

Sin embargo, el RSS y el UAH por su parte no han registrado ningún cambio significativo en las tendencias de temperatura en los últimos 18 años y han establecido que el año 2014 solo ha sido el sexto año más caluroso desde 1997.

Los tres registros de superficie, son dirigidos por apasionados creyentes en el calentamiento global 'causado por el hombre' y lo más sorprendente es que, de hecho, obtienen la mayor parte de sus datos de temperaturas de superficie de la tierra de una sola y única fuente.

Esa fuente es el Global Historical Climate Network del gobierno estadounidense (GHCN), administrado por el NOAA de los EE.UU., que depende del Departamento de Comercio de Estados Unidos.

Hay dos aspectos en todo este sistema de medición de temperaturas de superficie que durante mucho tiempo ha preocupado a un creciente número de estadísticos, meteorólogos y expertos bloggers del mundo de la ciencia.

Uno de estos aspectos, es que la red de estaciones que supuestamente cubre toda la superficie del planeta y de la que extrae sus datos GHCN es realmente precaria.

Hasta el 80% de la superficie de la Tierra no está cubierta de forma fiable por estaciones de medición.

De hecho, desde 1990, el número de estaciones de registro en superficie se ha reducido a la mitad, pasando de 12.000 a menos de 6.000 y la mayoría de ellas se sitúan en zonas urbanas o lugares donde los estudios han demostrado que gracias al "efecto de isla de calor urbano", las lecturas pueden ofrecer registros de hasta 2 grados centígrados más que en aquellas zonas rurales en las que se han eliminado estaciones de registro de datos.

Para llenar estos enormes vacíos en recopilación de datos, se ha recurrido a recreaciones informatizadas para simular las temperaturas en las zonas no cubiertas, de manera que las temperaturas más altas registradas por las estaciones urbanas conducen a una previsión de temperaturas más elevadas en aquellas zonas donde realmente no se han registrado las temperaturas, contribuyendo con ello, a la creencia de un calentamiento global.

Pero aún resulta más preocupante la evidencia de que incluso estos datos extrapolados, se han sometido a nuevos "ajustes" para aún aumentar más el registro de temperaturas, de forma artificial.

Los investigadores asiduos han desenterrado un sin número de ejemplos en todo el mundo, desde los EE.UU. y Rusia a Australia y Nueva Zelanda.

En Australia, un enfriamiento de 1 grado centígrado producido durante los últimos 80 años, se convirtió mediante la manipulación de los datos, en una tendencia al calentamiento de 2,3 grados.

En Nueva Zelanda, se produjo un escándalo académico cuando los datos que mostraban que entre 1850 y 1998 no se producían cambios significativos, fueron "ajustados" para mostrar una tendencia al calentamiento de 0,9 grados por siglo.

Uno de los ejemplos de manipulación más descarados y comprobables nos los muestra Paul Homewood.

En su blog Notalotofpeopleknowthat, Homewood, se dedicó a comprobar las gráficas de temperatura publicadas oficialmente y referentes a tres estaciones meteorológicas en Paraguay, comparándolas con las temperaturas que originalmente se habían registrado en el lugar.

Homewood se centró en esas estaciones paraguayas porque entre 1950 y 2014, según datos del GISS, habían registrado un aumento de temperatura particularmente elevado de más de 1.5 grados Centígrados: el doble del aumento global aceptado para el conjunto del siglo XX.

Sin embargo, en cada caso, Homewood pudo comprobar como la tendencia mostrada por 60 años de datos reales se había invertido drásticamente de modo artificial, de modo que lo que en realidad era una tendencia hacia el enfriamiento, fue reescrito para transformarse en una tendencia que mostraba un calentamiento muy marcado.

Esto es solo uno de los muchos ejemplos de una larga práctica reconocida por observadores expertos de todo el mundo y que plantea grandes interrogantes sobre los registros oficiales de temperatura en la superficie del planeta.

Homewood no se limitó a verificar los datos de las estaciones paraguayas, sino que se dedicó a repasar los de otras estaciones meteorológicas de América del Sur.

En cada caso se encontró con los mismos ajustes sospechosos en el mismo sentido, es decir, en el de reescribir las temperaturas originalmente tomadas en los registros y cambiarlas por temperaturas más altas.

El primer reajuste de las temperaturas fue realizado por el GHCN, que es una base de datos de varios registros climatológicos de todo el mundo.

Luego esos "reajustes" o manipulaciones de los datos, fueron amplificados por dos de los principales registros oficiales de temperaturas de superficie, el Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) y el Centro Nacional de Datos Climáticos (CNDC), que utilizan las supuestas tendencias de calentamiento para estimar la evolución de las temperaturas en las amplias regiones de la tierra donde no no se toman mediciones.

Estos son los registros de datos que al final los científicos y los políticos usan para fundamentar su creencia en el "calentamiento global".

Ahora Homewood ha centrado su atención en las estaciones meteorológicas de gran parte del Ártico, entre los 51 grados oeste en Canadá y el corazón de Siberia, a 87 grados Este.

Una vez más, en casi todos los casos, se han realizado los mismos "ajustes" de registros de temperatura en el mismo sentido, es decir, reescribiendo las temperaturas originalmente medidas, hasta mostrar calentamientos artificiales de más de 1 grado Centígrado.

Esto ha sorprendido a gente como Traust Jonsson, quien pasó mucho tiempo a cargo de la investigación climática en el centro meteorológico de Islandia (y con quién Homewood ha estado en contacto).

Jonsson se sorprendió al ver cómo la nueva versión de los datos, hace desaparecer por completo lo que se llamaron "los años del mar de hielo" de Islandia en torno a 1970, cuando un período de enfriamiento extremo casi devastó la economía de su país.

Uno de los primeros ejemplos de estos "ajustes" fue expuesta en 2007 por el estadístico Steve McIntyre, cuando descubrió un artículo publicado en 1987 por James Hansen el científico (que más tarde se volvió un fanático activista climático) que durante muchos años dirigió el Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS).

Los gráficos originales de Hansen mostraban como las temperaturas en el Ártico en torno a 1940, eran mucho más altas de lo que lo han sido en cualquier momento histórico desde entonces.

Pero como Homewood revela en su blog, el Instituto Goddard, invirtió esos datos del revés, consiguiendo que las temperaturas del Ártico en los años 40 parecieran tan bajas que cualquier temperatura posterior indique un presunto proceso de calentamiento global.

El interés de Homewood en el Ártico es en parte debido a que la pérdida de hielo polar, así como la desaparición de los osos polares, se han convertido en la carta de presentación principal para defender el argumento de que estamos amenazados por un calentamiento global desbocado.

Pero él eligió ese tramo concreto del Ártico, ya que es donde el hielo se ve afectado por la llegada de agua más caliente procedente de los cambios cíclicos en las corrientes Atlánticas, un proceso que alcanzó su punto máximo hace 75 años, hacia los años 40, cuando se derritió mucho más hielo del Ártico del que se ha derretido recientemente.

Y es que la fusión del hielo del ártico, no es causada por el aumento de las temperaturas globales en absoluto, sino por los cambios en las corrientes atlánticas que impulsan agua más caliente hacia esa zona.

Lo que resulta extremadamente grave en todo este asunto, es la forma en que esta manipulación al por mayor de los datos oficiales de temperatura, algo perpetrado por el GHCN y el GISS por razones aún no explicadas, se ha convertido en una enorme manipulación científica y en el que empieza a ser el mayor escándalo científico de todos los tiempos.

Si el mundo científico es capaz de perpetrar manipulaciones de este tipo por intereses que aún desconocemos, ¿cómo y por qué deberíamos seguir confiando en ellos?

Así pues, cuando en las noticias de la tele, alguno de esos pseudo-periodistas que se dedican a repetir las instrucciones como loros, os digan que el calentamiento global es "la mayor amenaza que enfrenta la humanidad", pensad en como se están manipulando los datos para vendernos, una vez más, una gran y enorme mentira.

¿Alguna vez nos dirán la verdad sobre algo?"
 
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RADASON

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Cualquier día desaparecen los termómetros clásicos y veremos sólo la temperatura que quieran que veamos. Y si el móvil dice que 60, pues será verdad
 

Till

Pionero lavadoril
Hay una estación concreta en Lucerna donde hasta 1980, nunca hacía más de 30 grados en más de 10 ocasiones al año. Para los de letras: nunca se registraban 10 días o más de "calor", la media ponderada rondaba los 3-4 días al año. Hoy la media ponderada ya está en unos 13 días, y cada vez más años hay en exceso de 15, incluso hubo algunos con 27.

Pasar de medias de 3-4 a 13, y máximo de 8 días a 27...

No hay más ciego que el que no quiere ver.

https://www.meteoswiss.admin.ch/climate/climate-change/heatwaves-droughts-cold-and-snowfall.html

Los glaciares están desapareciendo (con lo cual vamos a tener problemas de irrigación durante los veranos en no muchos años y encima generando menos energía por fuentes pluviales), la infraestructura no está preparada para tanto calor durante tantos días - mi casa está muy bien aislada y aguanta varios días de calor, pero llega un momento donde ya no da... y aquí no tiramos de aire acondicionado... - los tiempos extremos son cada vez más frecuentes (lluvias torrenciales que antes veías una vez cada 5-6 años ahora se dan un par de veces cada verano)... vamos, que en vista de eso pretender que hagamos como los animalitos y nos adoptemos (cuando mucho animalito se muere por no poder adoptarse tan pronto a tanto cambio) es hacerse la vida muy fácil.

Pero eso sí, los mosquitos tigre ya están a gusto hasta en Suiza, y hasta en Noviembre... cojonudo oiga :finga:
 

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RADASON

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Pasar de medias de 3-4 a 13

Eso es bastante poco creíble. Sabes lo que son 10 grados de diferencia de temperatura? Otra cosa es que en el mes o los días que se comparan haya cambiado la cosa, y los 3-4 esos que dices sean antes, y los 13 también por lo que comenté del calendario inamovible, el clima y las estaciones no lo son. Y si así fuera, sería una manipulación en toda regla.

Según lo que decís algunos el clima tal como lo conocemos desde hace unos pocos milenios se habría acabado ya, o estaría a punto de acabarse. Que por supuesto es ley de la tierra que en algún momento así sea. Y sí, no hay más ciego que el que no quiere ver.
 
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