Es un off topic como una casa pero considero que está bien difundir este tipo de cosas porque más vale prevenir que curar...
Resulta que una amiga compró un portatil Acer Aspire V5-571p hace un año y en un intento por quitarle la batería, acabó rompiendo la pantalla
Sobre este asunto no voy a entrar porque hay cuestiones que la mente masculina es incapaz de comprender y no tiene sentido perder tiempo en explicaciones porque cuando la cabeza, la mía, por supuesto, no da pues no da
El caso es que mi amiga es de esas personas que odia las complicaciones y, además, prefiere el placer de comprar al suplicio de mandar reparar, así que portatil nuevo al canto y se acabó el problema.
Cuando me enteré del tema, le sugerí reparar el portatil porque, al menos a mí, me da rabia tirar a la basura un equipo que sigue en garantía y conserva cierto valor al tener sólo un año. El caso es que yo acabé con el portatil e, ingenuo de mí, me puse en contacto con Acer para barajar cómo devolver la vida al pequeñín . En un principio me planteé que ellos realizaran la reparación y, de palabra, me comentaron que la sustitución de una pantalla táctil está entre 200 y 220 euros. Ojo, no era presupuesto oficial porque no me pidieron modelo, pero ese fue el precio que me dieron, a falta de presupuesto, y me pareció razonable. En cualquier caso, como seguramente luego habría que añadir portes y no sabía si el iva estaba incluido, y puesto que soy de los que gusta repararse las cosas, opté por volver a llamar y pedir precio del repuesto de pantalla para hacer yo mismo la reparación. Al volver a llamar, les suministro modelo y número de serie y ellos me localizan el sublime repuesto al precio de ¡¡¡¡429 euros!!!!. Jope, dije yo, si el portatil nuevo costó cerca de 500 euros y me han ofertado la reparación por 220... Ya, me dijo la chica que me atendía, si lo repara Acer ofertan las piezas más baratas pero este es el precio que puedo darle a usted. Dificilmente voy a adquirir el recambio a ese precio ni me plantearé comprar un ordenador de su marca en el futuro le respondí a lo que ella me dijo que me entendía perfectamente pero que poco podía hacer.
A mí estas cosas me joroban bastante, así que volví a llamar, una vez más, para pedir presupuesto oficial de la pieza, por si me planteo reclamar a consumo, y ayer me llegó por email con el ventajoso precio de 499 euros. Asumo que la diferencia son gastos de envío, aunque el presupuesto no dice nada al respecto, pero resulta demencial que el coste total de un repuesto valga lo mismo que el portatil enterito comprado hace un año.
Al final, he optado por buscar recambio fuera de Acer y he localizado las referencias en amazon uk por unos 200 euros y en un proveedor chino por 99, ambos con gastos de envío incluídos y, en el caso de este último, con las claúsulas de protección al comprador de Aliexpress. En ambos casos, una pantalla LCD original y nueva de AU Optronic que, cosas de la vida, es un fabricante de Taiwan que forma parte del grupo Acer y suministra paneles a Acer, Samsung, etc. Vamos, que probablemente estoy comprando el recambio original al otro lado del mundo con una rebaja del 80% con respecto a la tarifa de Acer España.
Nunca he comprado productos Acer pero puedo asegurar que de ese agua no beberé jamás porque una cosa es aprovecharse del consumidor y otra muy distinta tomarle por tonto.
Resulta que una amiga compró un portatil Acer Aspire V5-571p hace un año y en un intento por quitarle la batería, acabó rompiendo la pantalla


Cuando me enteré del tema, le sugerí reparar el portatil porque, al menos a mí, me da rabia tirar a la basura un equipo que sigue en garantía y conserva cierto valor al tener sólo un año. El caso es que yo acabé con el portatil e, ingenuo de mí, me puse en contacto con Acer para barajar cómo devolver la vida al pequeñín . En un principio me planteé que ellos realizaran la reparación y, de palabra, me comentaron que la sustitución de una pantalla táctil está entre 200 y 220 euros. Ojo, no era presupuesto oficial porque no me pidieron modelo, pero ese fue el precio que me dieron, a falta de presupuesto, y me pareció razonable. En cualquier caso, como seguramente luego habría que añadir portes y no sabía si el iva estaba incluido, y puesto que soy de los que gusta repararse las cosas, opté por volver a llamar y pedir precio del repuesto de pantalla para hacer yo mismo la reparación. Al volver a llamar, les suministro modelo y número de serie y ellos me localizan el sublime repuesto al precio de ¡¡¡¡429 euros!!!!. Jope, dije yo, si el portatil nuevo costó cerca de 500 euros y me han ofertado la reparación por 220... Ya, me dijo la chica que me atendía, si lo repara Acer ofertan las piezas más baratas pero este es el precio que puedo darle a usted. Dificilmente voy a adquirir el recambio a ese precio ni me plantearé comprar un ordenador de su marca en el futuro le respondí a lo que ella me dijo que me entendía perfectamente pero que poco podía hacer.
A mí estas cosas me joroban bastante, así que volví a llamar, una vez más, para pedir presupuesto oficial de la pieza, por si me planteo reclamar a consumo, y ayer me llegó por email con el ventajoso precio de 499 euros. Asumo que la diferencia son gastos de envío, aunque el presupuesto no dice nada al respecto, pero resulta demencial que el coste total de un repuesto valga lo mismo que el portatil enterito comprado hace un año.

Al final, he optado por buscar recambio fuera de Acer y he localizado las referencias en amazon uk por unos 200 euros y en un proveedor chino por 99, ambos con gastos de envío incluídos y, en el caso de este último, con las claúsulas de protección al comprador de Aliexpress. En ambos casos, una pantalla LCD original y nueva de AU Optronic que, cosas de la vida, es un fabricante de Taiwan que forma parte del grupo Acer y suministra paneles a Acer, Samsung, etc. Vamos, que probablemente estoy comprando el recambio original al otro lado del mundo con una rebaja del 80% con respecto a la tarifa de Acer España.

Nunca he comprado productos Acer pero puedo asegurar que de ese agua no beberé jamás porque una cosa es aprovecharse del consumidor y otra muy distinta tomarle por tonto.
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