Según publica el diario El mundo
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El Ayuntamiento de Madrid planea prohibir el acceso de vehículos a la céntrica arteria en fechas fijas
25/11/2016 03:01
El Ayuntamiento de Madrid planea cerrar la Gran Vía al tráfico durante la Navidad. A falta de concretar los detalles del proyecto, la idea del equipo de Manuela Carmena es realizar cortes en fechas fijas, previsiblemente a partir del puente de la Constitución.
La prohibición de circulación se aplicaría en principio a todo el trazado de la céntrica arteria urbana, desde la Plaza de España hasta la calle Alcalá. La Policía Municipal se encargaría de controlar que, salvo las excepciones previstas, no pase ningún vehículo durante un horario que también está por determinar.
La iniciativa parte del Área de Medio Ambiente y Movilidad, que es el departamento municipal que tiene la potestad para hacerlo, y podría hacerse extensible también a la calle Atocha, entre la glorieta del Emperador Carlos V y la plaza de Jacinto Benavente. Fuentes del Gobierno local apuntaron que es un proyecto que «no está cerrado aún».
El cierre de la Gran Vía se haría con un dispositivo similar al que ya se organizó en el mes de septiembre durante la Semana de la Movilidad. En esa ocasión la limitación a la circulación se aplicó entre las 10.00 y las 14.00 horas, en las que los accesos a este tramo de carretera de casi dos kilómetros permanecieron vallados.
En aquella ocasión, se delimitó un ciclocarril en el centro de la calzada al que se permitió entrar a bicicletas, autobuses de la EMT, coches de residentes y taxis siempre que transportaran a viajeros en su interior, en todos los casos con un límite de velocidad de 30 km/h.
El resto del espacio se reservó para que los peatones pasearan con holgura por una de las calles más transitadas de la capital.
El objetivo del Ayuntamiento de Madrid no fue «cortar la Gran Vía para hacer cosas, sino imaginar que otra Gran Vía es posible». En concreto, se puso el foco en el 30% de los alrededor de más de 25.000 vehículos que utilizan a diario este eje para atravesar la ciudad «cuando no es ese su fin, para ello están la M-30 o la M-40».
Con independencia de la medida puntual de cortes durante el periodo navideño, el Gobierno municipal está estudiando la posibilidad de restringir el tráfico de forma permanente en esta avenida a los vecinos de la zona. Si se adoptara, la medida entraría en vigor en 2018, que es la fecha prevista para que el centro de la ciudad se convierta en una gran Área de Prioridad Residencial, que englobaría a las tres ya existentes (Las Cortes, Embajadores y Ópera).
Lo que sí es un hecho es que en el Palacio de Cibeles están trabajando ya para materializar su plan de ceder más espacio al peatón en la Gran Vía: en los dos próximos años se destinarán 3,3 millones de euros a la ampliación de las aceras a costa del asfalto.
En la campaña navideña del año pasado, el Consistorio de la capital anunció que podrían aplicarse restricciones al tráfico «en las zonas de mayor ocupación y presión circulatoria» por los colapsos que se registran en el centro de la ciudad con motivos de las fiestas. De materializarse finalmente ahora la prohibición de circular entre Plaza España y la calle Alcalá, presumiblemente no se produciría en el caso de que hubiera embotellamientos, sino en días concretos anunciados con antelación.
No sería la primera vez que se cierra la Gran Vía al tráfico por Navidad. En la de 2003-2004, Alberto Ruiz-Gallardón puso en marcha una iniciativa piloto para restringir el paso de los vehículos privados los domingos, entre las 10.00 y las 00.00 horas, aunque sólo en el tramo situado entre la calle de San Bernardo y la Red de San Luis. A partir de aquella experiencia el alcalde popular decidió extender la medida a todos los domingos comerciales de aquel año.
Tras su llegada al Gobierno municipal, el equipo de Carmena adoptó una medida similar, pero en el paseo del Prado. El lateral este permanece cerrado todos los domingos de 9.00 a 16.00 horas entre Atocha y Cibeles.
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El Ayuntamiento de Madrid planea prohibir el acceso de vehículos a la céntrica arteria en fechas fijas
25/11/2016 03:01
El Ayuntamiento de Madrid planea cerrar la Gran Vía al tráfico durante la Navidad. A falta de concretar los detalles del proyecto, la idea del equipo de Manuela Carmena es realizar cortes en fechas fijas, previsiblemente a partir del puente de la Constitución.
La prohibición de circulación se aplicaría en principio a todo el trazado de la céntrica arteria urbana, desde la Plaza de España hasta la calle Alcalá. La Policía Municipal se encargaría de controlar que, salvo las excepciones previstas, no pase ningún vehículo durante un horario que también está por determinar.
La iniciativa parte del Área de Medio Ambiente y Movilidad, que es el departamento municipal que tiene la potestad para hacerlo, y podría hacerse extensible también a la calle Atocha, entre la glorieta del Emperador Carlos V y la plaza de Jacinto Benavente. Fuentes del Gobierno local apuntaron que es un proyecto que «no está cerrado aún».
El cierre de la Gran Vía se haría con un dispositivo similar al que ya se organizó en el mes de septiembre durante la Semana de la Movilidad. En esa ocasión la limitación a la circulación se aplicó entre las 10.00 y las 14.00 horas, en las que los accesos a este tramo de carretera de casi dos kilómetros permanecieron vallados.
En aquella ocasión, se delimitó un ciclocarril en el centro de la calzada al que se permitió entrar a bicicletas, autobuses de la EMT, coches de residentes y taxis siempre que transportaran a viajeros en su interior, en todos los casos con un límite de velocidad de 30 km/h.
El resto del espacio se reservó para que los peatones pasearan con holgura por una de las calles más transitadas de la capital.
El objetivo del Ayuntamiento de Madrid no fue «cortar la Gran Vía para hacer cosas, sino imaginar que otra Gran Vía es posible». En concreto, se puso el foco en el 30% de los alrededor de más de 25.000 vehículos que utilizan a diario este eje para atravesar la ciudad «cuando no es ese su fin, para ello están la M-30 o la M-40».
Con independencia de la medida puntual de cortes durante el periodo navideño, el Gobierno municipal está estudiando la posibilidad de restringir el tráfico de forma permanente en esta avenida a los vecinos de la zona. Si se adoptara, la medida entraría en vigor en 2018, que es la fecha prevista para que el centro de la ciudad se convierta en una gran Área de Prioridad Residencial, que englobaría a las tres ya existentes (Las Cortes, Embajadores y Ópera).
Lo que sí es un hecho es que en el Palacio de Cibeles están trabajando ya para materializar su plan de ceder más espacio al peatón en la Gran Vía: en los dos próximos años se destinarán 3,3 millones de euros a la ampliación de las aceras a costa del asfalto.
En la campaña navideña del año pasado, el Consistorio de la capital anunció que podrían aplicarse restricciones al tráfico «en las zonas de mayor ocupación y presión circulatoria» por los colapsos que se registran en el centro de la ciudad con motivos de las fiestas. De materializarse finalmente ahora la prohibición de circular entre Plaza España y la calle Alcalá, presumiblemente no se produciría en el caso de que hubiera embotellamientos, sino en días concretos anunciados con antelación.
No sería la primera vez que se cierra la Gran Vía al tráfico por Navidad. En la de 2003-2004, Alberto Ruiz-Gallardón puso en marcha una iniciativa piloto para restringir el paso de los vehículos privados los domingos, entre las 10.00 y las 00.00 horas, aunque sólo en el tramo situado entre la calle de San Bernardo y la Red de San Luis. A partir de aquella experiencia el alcalde popular decidió extender la medida a todos los domingos comerciales de aquel año.
Tras su llegada al Gobierno municipal, el equipo de Carmena adoptó una medida similar, pero en el paseo del Prado. El lateral este permanece cerrado todos los domingos de 9.00 a 16.00 horas entre Atocha y Cibeles.
...yo me piro todas las Navidades 
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