Till
Pionero lavadoril
Si dos niñas en chándal posando chupiguay afirman que es un coche deportivo, es un coche deportivo, no se discuta más
Ojo, para mí y el 99% de los mortales será más de lo que sepamos aprovechar. Con chándal o sin
Video Mercedes-AMG GT Black Series - Nurburgring 6:43,616 - Sachensring 1:26,62
- Iniciador del tema cybermad
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Si dos niñas en chándal posando chupiguay afirman que es un coche deportivo, es un coche deportivo, no se discuta más
Ojo, para mí y el 99% de los mortales será más de lo que sepamos aprovechar. Con chándal o sin
No Indixx. Un coche de calle es un carreras-leches. Lo que pasa que el personal, en ocasiones, ve muertos. Algunos todo los días.
Un carreras-cliente es un coche de carreras puro y duro, pagado por el que lo usa porque no tiene posibilidades ni monetarias ni de talento, o ambas, de que la marca le asigne un par de unidades para que gane para ella.
A ver si me explico.
Un carreras-cliente es un coche de carreras puro y duro, pagado por el que lo usa porque no tiene posibilidades ni monetarias ni de talento, o ambas, de que la marca le asigne un par de unidades para que gane para ella.
A ver si me explico.
Esto es un carreras-cliente. Vas lo pagas con tu dinerito y te partes la boca y la vida en el circuito, y fuera, para coneguir sponsors que te paguen las ruedas, las piñas y la gasola. Si eres lo suficientemente bueno, alguien se fijará en ti y lo mismo la temporada que viene te ponen dos coches a cargo de fábrica. Si quieres lo explico en checoslovaco porque mas fácil de entender... c**o a f*llar y a liar canutos no explica nadie y bien que aprendéis, coj*nes.
popular european names
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Indixx
Forista
Para que te hagas una idea, podrías estar día y medio intentándolo y no serias capaz de arrancarlo y de conseguirlo, que lo dudo, hasta te lo podrías cargar por no cumplir una serie de protocolos. Para que veas lo que se parece un carreras-cliente a un coche de calle. Por otro lado, ningún coche de calle (carreras-leches) lleva gomas, sean Sport Cup versión 37,Trofeo R o San Dios, ni líquidos de frenos que aguante más de entre 3 y 5 vueltas sin matarte, dependiendo de los parámetros del trazado trazado y manos del que pilote, por mucho que se diga lo que se diga y quien te lo diga. El que te diga que no, cumple dos requisitos: primero es tonto, y segundo, tiene ni p*ta idea de lo que habla.
Con los coches de la fábrica, nosotros rodamos con SRF para poder aguantar el día entero de tralla y que podamos frenar. Y enfriando una cada tres vueltas y parando, para que un equipo de personas controle presiones cada vez que paramos. Aún así dejamos las gomas para tirarlas y la pista y morros de los coches llenos de trozos. Las gomas de calle No sirven para eso por muy sport que sean. Los semislicks ya son otra cosa, pero no esperes milagros.
Con los coches de la fábrica, nosotros rodamos con SRF para poder aguantar el día entero de tralla y que podamos frenar. Y enfriando una cada tres vueltas y parando, para que un equipo de personas controle presiones cada vez que paramos. Aún así dejamos las gomas para tirarlas y la pista y morros de los coches llenos de trozos. Las gomas de calle No sirven para eso por muy sport que sean. Los semislicks ya son otra cosa, pero no esperes milagros.
Última edición:
Sabes que puedes contar conmigo, menos para lecciones de asuntos relacionados con el callejón de la peste y su invasión.
me ha quedado claro profe, gracias por la lección
Gulf627
Clan Leader
Exacto, como bien dice Guancho, los carrera-cliente son coches como su nombre indica de carreras en la mayoria de los casos no son matriculables. Siempre hay algunas excepciones o curiosidades como los Porsche GT3 RS que te aguantan unas 24h de Nürburgring sin despeinarse como ya ha estado documentado mas de una vez (uno de los casos fue hace ya anios que Chris Harris y otros pilotos participaron con uno de estricta serie -y lo necesario para participar- y con el matriculado y yendo en el al circuito aguanto toda la carrera y con no mal resultado.
Pero en general los carrera cliente son coches como por ejemplo la oferta de BMW Motorsport
M2 CS Racing
M4 GT4 y el nuevo GT3
Con pasta puedes pillarte uno de estos con cierto apoyo logistico y participar en carreras si tienes las licencias necesarias.
Y como se dice en el mundillo, la unica forma de hacerse millonario en el mundo del motor es comenzar como billonario.
Pero en general los carrera cliente son coches como por ejemplo la oferta de BMW Motorsport
M2 CS Racing
M4 GT4 y el nuevo GT3
Con pasta puedes pillarte uno de estos con cierto apoyo logistico y participar en carreras si tienes las licencias necesarias.
Y como se dice en el mundillo, la unica forma de hacerse millonario en el mundo del motor es comenzar como billonario.
Gulf627
Clan Leader
Y peazo de trackday car.....
*NANO*
Clan Leader
Probamos en circuito el nuevo Mercedes-AMG GT Black Series
El heredero espiritual del SLS Black Series equipa el motor V8 más potente de la historia de AMG, con 730 CV.
Desde el año 2006, la denominación Black Series hace referencia a las versiones más potentes y exclusivas de la gama AMG. En total, solo cinco modelos han formado parte de esta saga, y los requisitos son más bien pocos: tener dos puertas y someterse a una profunda transformación estética y mecánica, y a una dieta para perder peso.
Tras los SLK 55 (2006), CLK 63 (2007), SL 65 (2008), C 63 (2011) y SLS (2014), el último miembro de esta exclusiva familia es el superdeportivo de la casa, el Mercedes-AMG GT, que recibe el tratamiento Black Series y que, además, acabamos de probar en circuito.
¿Cómo es por fuera?
Exagerado. Agresivo. Cada elemento tiene una función, y hay paneles que han sido rediseñados para optimizar el flujo de aire sobre la carrocería, de cara a minimizar la resistencia aerodinámica. Las luces LED de marcha diurna, con forma de flecha, combinan bien con el contraste de color entre la carrocería Naranja Magma y el carbono expuesto, presente también en las taloneras, el techo o el enorme alerón trasero.
Las llantas posteriores son más grandes que las delanteras, de 20 pulgadas en lugar de 19, lo que lo hace todavía más agresivo y 'puntiagudo', casi listo para ser disparado. La zaga está, pues, ligeramente elevada con respecto al frontal, impresión a la que también contribuye la ligera inclinación de los cuatro tubos de escape, que no van paralelos a la carretera.
¿Y cómo es por dentro?
Como si estuviéramos en un auténtico coche de carreras. El asiento es muy bajo pero, a pesar de ello, la visibilidad hacia fuera es buena en todas direcciones, y solo está penalizada la vista posterior, por la generosa jaula antivuelco y el alerón. Las diferencias con un GT convencional son mínimas, especialmente si no equipas el Track Pack de la lista de opcionales.
Los asientos de carbono sujetan mucho y resultan algo duros, pero aun así son cómodos tanto para el circuito como para un uso en carretera, y la microfibra Dinamica, similar a la Alcantara, es muy agradable al tacto y recubre los paneles de las puertas y el volante, que por tanto tiene un excelente agarre. El sistema multimedia es el mismo del GT, y como en el GT R, hay un selector amarillo en el centro de la consola que permite ajustar el control de tracción en nueve etapas.
El placer de conducir
"Vámonos". La voz de Maro Engel, piloto alemán del DTM, es muy clara y da el inicio oficial a mi turno en la pista con el nuevo Black Series. Bajo el capó, a pocos centímetros de mis piernas, estiradas hacia los pedales, late el corazón de este GT, un bloque 4,0 litros V8 biturbo con 730 CV, potencia suficiente como para conseguir el título del AMG con motor V8 más potente de la historia. Y, al pisar el acelerador, se siente perfectamente, porque su progresión de 0 a 200 km/h es meteórica.
Para lograr semejantes niveles de potencia, los ingenieros trabajaron en los intercoolers y los turbocompresores, que en este caso son más grandes, y también en el cigüeñal del bloque de ocho cilindros, que en este caso es plano y no cruzado, una solución que reduce la vibración y aumenta el par motor a bajo régimen, además de dotarlo de un sonido totalmente diferente al 4,0 litros V8 biturbo convencional de AMG. Ofrece, además, 800 Nm de par, disponible casi de inmediato y prácticamente en todo el rango de revoluciones, entre 2.000 y 6.000 vueltas.
Para gestionar todo esto, hay una caja de cambios automática de doble embrague y siete marchas que ha sido reforzada y que engrana una marcha detrás de otra sin contemplaciones, incluso en reducciones. El Black Series gira tan plano que apenas puedes sentir sus 1.600 kilogramos de peso, una cifra algo elevada para un coche diseñado para los circuitos. En todo caso, los frenos me han resultado incansables, con un pedal de corto recorrido y muy dosificable.
A diferencia de los GT C y GT R, en este caso se ha prescindido del eje trasero direccional para ahorrar unos cuantos kilogramos, pero no en detrimento del comportamiento del coche, que es excelente gracias también a los Michelin Pilot Sport Cup 2 R de serie (de sección 285 delante y 335 detrás).
El Mercedes-AMG GT Black Series me ha sorprendido no tanto por la aceleración o por su velocidad de nave espacial, sino por la sencillez y la naturalidad con la que permite que incluso un conductor inexperto pueda ir muy rápido a sus mandos, ya que el eje trasero transmite muy bien la potencia del motor al suelo, y nunca da la sensación de que haya interrupciones.
Además, la electrónica tampoco es invasiva pero te perdona casi todo, a menos que juegues con los 9 niveles de actuación del control de tracción, una vez desactivado por completo el ESP. La diferencia entre los diferentes escalones es mínima, pero a medida que vas subiendo la permisividad del control de tracción, el GT se libera de sus grilletes en la zaga y, si te quieres divertir, puedes conseguir ángulos cada vez más amplios con el tren trasero.
Se trata de un verdadero coche de carreras, con una configuración que puede ser ajustada en función de las preferencias del piloto o de las condiciones de la pista. Los amortiguadores AMG son regulables y controlados electrónicamente desde el túnel central, en tres niveles: Comfort, Sport y Sport+. Además, se puede variar el ángulo de caída de las ruedas de forma manual, tanto en el eje delantero como en el trasero, y lo mismo ocurre con las barras estabilizadoras.
Y por último, ¿cuánto cuesta?
En España todavía no hay precios oficiales para el Mercedes-AMG GT Black Series, pero sabemos que en Alemania parte de 335.000 euros, y en Italia ronda los 358.000 euros, antes de añadir ningún opcional. El Track Pack, por ejemplo, cuesta unos 7.500 euros y añade la jaula antivuelco de titanio, arneses de cuatro puntos o extintor de incendios, mientras que la pintura Naranja Magma del ejemplar de las imágenes cuesta nada menos que 8.000 euros.
El heredero espiritual del SLS Black Series equipa el motor V8 más potente de la historia de AMG, con 730 CV.
Desde el año 2006, la denominación Black Series hace referencia a las versiones más potentes y exclusivas de la gama AMG. En total, solo cinco modelos han formado parte de esta saga, y los requisitos son más bien pocos: tener dos puertas y someterse a una profunda transformación estética y mecánica, y a una dieta para perder peso.
Tras los SLK 55 (2006), CLK 63 (2007), SL 65 (2008), C 63 (2011) y SLS (2014), el último miembro de esta exclusiva familia es el superdeportivo de la casa, el Mercedes-AMG GT, que recibe el tratamiento Black Series y que, además, acabamos de probar en circuito.
¿Cómo es por fuera?
Exagerado. Agresivo. Cada elemento tiene una función, y hay paneles que han sido rediseñados para optimizar el flujo de aire sobre la carrocería, de cara a minimizar la resistencia aerodinámica. Las luces LED de marcha diurna, con forma de flecha, combinan bien con el contraste de color entre la carrocería Naranja Magma y el carbono expuesto, presente también en las taloneras, el techo o el enorme alerón trasero.
Las llantas posteriores son más grandes que las delanteras, de 20 pulgadas en lugar de 19, lo que lo hace todavía más agresivo y 'puntiagudo', casi listo para ser disparado. La zaga está, pues, ligeramente elevada con respecto al frontal, impresión a la que también contribuye la ligera inclinación de los cuatro tubos de escape, que no van paralelos a la carretera.
¿Y cómo es por dentro?
Como si estuviéramos en un auténtico coche de carreras. El asiento es muy bajo pero, a pesar de ello, la visibilidad hacia fuera es buena en todas direcciones, y solo está penalizada la vista posterior, por la generosa jaula antivuelco y el alerón. Las diferencias con un GT convencional son mínimas, especialmente si no equipas el Track Pack de la lista de opcionales.
Los asientos de carbono sujetan mucho y resultan algo duros, pero aun así son cómodos tanto para el circuito como para un uso en carretera, y la microfibra Dinamica, similar a la Alcantara, es muy agradable al tacto y recubre los paneles de las puertas y el volante, que por tanto tiene un excelente agarre. El sistema multimedia es el mismo del GT, y como en el GT R, hay un selector amarillo en el centro de la consola que permite ajustar el control de tracción en nueve etapas.
El placer de conducir
"Vámonos". La voz de Maro Engel, piloto alemán del DTM, es muy clara y da el inicio oficial a mi turno en la pista con el nuevo Black Series. Bajo el capó, a pocos centímetros de mis piernas, estiradas hacia los pedales, late el corazón de este GT, un bloque 4,0 litros V8 biturbo con 730 CV, potencia suficiente como para conseguir el título del AMG con motor V8 más potente de la historia. Y, al pisar el acelerador, se siente perfectamente, porque su progresión de 0 a 200 km/h es meteórica.
Para lograr semejantes niveles de potencia, los ingenieros trabajaron en los intercoolers y los turbocompresores, que en este caso son más grandes, y también en el cigüeñal del bloque de ocho cilindros, que en este caso es plano y no cruzado, una solución que reduce la vibración y aumenta el par motor a bajo régimen, además de dotarlo de un sonido totalmente diferente al 4,0 litros V8 biturbo convencional de AMG. Ofrece, además, 800 Nm de par, disponible casi de inmediato y prácticamente en todo el rango de revoluciones, entre 2.000 y 6.000 vueltas.
Para gestionar todo esto, hay una caja de cambios automática de doble embrague y siete marchas que ha sido reforzada y que engrana una marcha detrás de otra sin contemplaciones, incluso en reducciones. El Black Series gira tan plano que apenas puedes sentir sus 1.600 kilogramos de peso, una cifra algo elevada para un coche diseñado para los circuitos. En todo caso, los frenos me han resultado incansables, con un pedal de corto recorrido y muy dosificable.
A diferencia de los GT C y GT R, en este caso se ha prescindido del eje trasero direccional para ahorrar unos cuantos kilogramos, pero no en detrimento del comportamiento del coche, que es excelente gracias también a los Michelin Pilot Sport Cup 2 R de serie (de sección 285 delante y 335 detrás).
El Mercedes-AMG GT Black Series me ha sorprendido no tanto por la aceleración o por su velocidad de nave espacial, sino por la sencillez y la naturalidad con la que permite que incluso un conductor inexperto pueda ir muy rápido a sus mandos, ya que el eje trasero transmite muy bien la potencia del motor al suelo, y nunca da la sensación de que haya interrupciones.
Además, la electrónica tampoco es invasiva pero te perdona casi todo, a menos que juegues con los 9 niveles de actuación del control de tracción, una vez desactivado por completo el ESP. La diferencia entre los diferentes escalones es mínima, pero a medida que vas subiendo la permisividad del control de tracción, el GT se libera de sus grilletes en la zaga y, si te quieres divertir, puedes conseguir ángulos cada vez más amplios con el tren trasero.
Se trata de un verdadero coche de carreras, con una configuración que puede ser ajustada en función de las preferencias del piloto o de las condiciones de la pista. Los amortiguadores AMG son regulables y controlados electrónicamente desde el túnel central, en tres niveles: Comfort, Sport y Sport+. Además, se puede variar el ángulo de caída de las ruedas de forma manual, tanto en el eje delantero como en el trasero, y lo mismo ocurre con las barras estabilizadoras.
Y por último, ¿cuánto cuesta?
En España todavía no hay precios oficiales para el Mercedes-AMG GT Black Series, pero sabemos que en Alemania parte de 335.000 euros, y en Italia ronda los 358.000 euros, antes de añadir ningún opcional. El Track Pack, por ejemplo, cuesta unos 7.500 euros y añade la jaula antivuelco de titanio, arneses de cuatro puntos o extintor de incendios, mientras que la pintura Naranja Magma del ejemplar de las imágenes cuesta nada menos que 8.000 euros.
Hay que ser amarillista, pelota y rimbombante para decir que un coche de 1600 kilos en vacío, llantas con 5 tornillos, control de crucero, bluetooth y pantallita para el Apple Car Play es un verdadero coche de carreras. Y claro, luego se hablan las chorradas que se hablan en los foros después de leer la prensa.
De momento, entre otras cosas, se espera que el STO tenga unos 160-180 kilos menos que este coche. Como si fueras en tu coche solo o con dos tipos de 85 kilos cada uno.
Till
Pionero lavadoril
Tiene más elementos en común con el B250e de mi mujer que con un coche de carreras... para empezar, el volante es bastante parecido, artilugios adicionales aparte
Lo que no quiere decir que lo sean, son coches de calle puros y duros, con una orientación determinada, ciertamente.
Por otra parte, no tengo datos de ello pero dudo, y mucho, que fueran de estricta serie.
Última edición:
BLUEBIRD
Forista Senior
Tiene más elementos en común con el B250e de mi mujer que con un coche de carreras... para empezar, el volante es bastante parecido, artilugios adicionales aparte
Tampoco es eso!
Son híbridos (de los buenos) sin más, están a medio camino entre deportivos de calle y coches de competición.
BLUEBIRD
Forista Senior
Es que eso de ir "de serie" es bastante relativo, de estricta serie tal y como sale de un concesionario va a ir mis coj*nes ese GT3 RS. Para el pajillazo mental que tiene más de uno, para participar llevaría como poco:
- Latiguillos metálicos, líquido y pastillas de resistencia (seguramente otros discos).
- Todo un setup hecho completo (pesos y geometrías) con la regulación que el coche ya permite de serie y si no llegan a cotas pues con truquitos varios.
- Extensión de la jaula hasta delante, sistema de cortacorriente y de extinción, arneses de verdad de 6 puntos y anchos.
- Con neumáticos que no tienen el agarre de una carrera de sprint en un circuito de GP, ni por compuesto ni por el asfalto. Nürburgring es una excepción, su asfalto y su trazado no le exige ni por asomo lo mismo al neumático y a los frenos lo que cualquier circuto de GP, y no tener ese grip también hace que las suspensiones de serie puedan dar el pego aunque no sea lo ideal. El recorrido de las suspensiones de serie hasta viene bien para tantas irregularidades.
- Y con todo y con eso, van a pasearse, pero como el coche va en manos de Walter pues a más de un manco con coches superiores lo machaca, claro. Pura promoción para que te creas que tu RS es un coche de carreras matriculado, cuando un "simple" 911 CUP es otro universo, ya ni hablemos de un R o un RSR.
Un GT3 es para ir de A a B, un RS para hacerte tus trackdays con una viabilidad y capacidad razonables, pero sin muchas ínfulas que entonces hay que pasar por los puntos antes descritos e incluso cambio de suspensión y sistema de frenos si no quieres estar tostando las pinzas de serie cada 2 por 3.
Lo tengo cristalino
Es que Yaris es mucha tela, quillo
Es lo que estoy tratando de dar a entender.
Efectivamente, el equipo de frenos va cambiado completo, si o sí.
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