Ford pierde la fe en los eléctricos grandes y lo fía todo a los pequeños
Su consejero delegado ya dejó claro a principios de verano que los coches más grandes no se pueden electrificar a un precio asequible
En las últimas horas, Ford ha cancelado definitivamente un SUV eléctrico de siete plazas que estaba previsto originalmente para 2025
22 Ago 2024
“Tenemos que volver a enamorarlos de los coches más pequeños”, advertía el consejero delegado de Ford, porque “esos eléctricos enormes nunca dejarán dinero” en caja por el alto coste de la batería. Y dicho y hecho: la marca del óvalo ha cancelado un SUV de siete plazas que quería lanzar en 2025 para centrarse en otros productos. Es la última mala noticia para el coche eléctrico y la enésima confirmación de que el optimismo general de principios de década deja paso a un realismo más agrio en todos los grandes actores del mercado.
Este nuevo SUV de Ford es un buen ejemplo de cómo han cambiado las cosas en los últimos meses: en teoría tenía que ser un vehículo de siete plazas completamente eléctrico y su llegada a la carretera estaba prevista para 2025. En abril de este año, sin embargo, anunció que el proyecto se retrasaba a 2027. Y ahora, apenas cuatro meses después, Ford lo ha cancelado definitivamente y en su lugar ha anunciado que va a fabricar un híbrido.
¿Y qué es lo que ha ocurrido para que ese eléctrico se haya cancelado? Que Ford ha constatado que es imposible vender un SUV de esas características a un precio que tenga sentido para el consumidor y que al mismo tiempo dé beneficios. De ahí que la adopción de un híbrido se perfile como el mejor compromiso, porque permite un precio de venta inferior que inmediatamente lo hace más atractivo para el gran público.
El consejero delegado de Ford, Jim Farley, ya había dejado entrever que esto podía ocurrir. Lo insinuó a principios de verano en ocasión del congreso Aspen Ideas, según recogió en su momento el The Guardian. Ahí, básicamente se rindió ante la evidencia de que un eléctrico de gran tamaño necesita una batería acorde y que esto compromete de lleno la comercialización del modelo. ¿Su solución? Priorizar vehículos más pequeños.
“Tenemos que enamorarnos de nuevo de los coches más pequeños, porque es muy importante para la sociedad y la adopción de los coches eléctricos. Ahora mismo nos encantan esos coches gigantescos, a mí también, pero hay un gran problema con el peso”.
“Para llegar a un eléctrico que sea rentable, hay que hacer cambios radicales. Lo primero que tenemos que hacer es destinar todo nuestro capital a coches que sean más pequeños, más asequibles. Los eléctricos enormes nunca dejarán dinero, porque la batería ya cuesta 50.000 dólares, incluso aunque sea LFP. Nunca serán asequibles”.
Menos de dos meses después, Ford ha confirmado que el eléctrico de siete plazas está muerto y que en su lugar apostarán por el híbrido. “Hoy en día los consumidores de coches eléctricos están más preocupados por los costes que los primeros en adoptarlos. Se fijan en el vehículo eléctrico de una forma práctica para adaptar dinero con el mantenimiento y el combustible”, reza un comunicado de la compañía.
El consejero financiero de la firma argumenta que ahí es donde entra en acción el híbrido. “Hemos estudiado el segmento y el tamaño de batería que necesita un coche completamente eléctrico, con el coste de la estructura, los precios… y no hemos podido hacer un vehículo que cumpliera nuestro requisito de dar beneficios en los primeros 12 meses desde su presentación”, ha señalado John Lawler.