Arriba ya puse la info de km77, ahora la han ampliado después de usarlo un tiempo con impresiones de conductor más vídeo de slalom y alce...
https://www.km77.com/coches/nissan/...on/nissan-juke-2020-impresiones-de-conduccion
Nissan Juke (2020) | Impresiones de conducción
Mario Garcés (
@mgarces83)
El único motor con el que está disponible actualmente el Juke es de gasolina, tiene 999 cm³ de
cilindrada, tres
cilindros y un
turbocompresor. Da una potencia máxima de 117 CV y un par máximo de 200 Nm durante un máximo de 25 segundos cuando se pisa el acelerador a fondo y se lleva seleccionada la segunda o una marcha superior (es una función llamada Over Torque). Hay disponible un sistema de selección de modos de conducción (Eco, Normal y Deportivo) que se controlan desde un mando que hay justo por detrás de la palanca de cambios (
imagen).
Cuando acudimos a la presentación internacional en Barcelona escribimos esto: «El Nissan Juke con el motor de gasolina de 117 caballos da las prestaciones suficientes para que, normalmente, no haga falta más. Como ocurre en otros motores de gasolina de poca cilindrada y tres cilindros, en ocasiones, para conseguir una buena aceleración hay que apurar las marchas. El motivo es que a bajo régimen y en marchas largas, la respuesta no es intensa. Vibra un poco al ralentí, aunque no en marcha».
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Yo, tras usar un Juke con cambio automático por nuestros recorridos alrededor de Madrid, estoy de acuerdo en que puede no hacer falta más potencia, pero con esta combinación de motor y cambio el coche me ha parecido particularmente torpe y lento. Las dos razones a las que lo achaco son que la transmisión está programada para trabajar en marchas largas y que, por tanto, hace trabajar al motor fuera de su rango óptimo de potencia, que parece estrecho. Esta versión de Juke tiene unas prestaciones acordes a su potencia, pero estos datos aislados, que sólo muestran lo que ocurre si se pisa a fondo, no dan una idea real de la capacidad de respuesta del coche en uso relajado. Salvo que se pise a fondo el acelerador con mucha frecuencia, la respuesta al acelerador es pobre.
Aparte de eso, el cambio automático de la unidad que he probado era brusco y hacía que el coche pegase tirones con relativa frecuencia, en cuanto se le solicitaba reducir varias marchas para ganar velocidad. La entrega de potencia me ha resultado incómoda, pues una presión moderada del acelerador para arrancar desde perado (salvo, quizás, usando el modo Eco), daba como respuesta un acelerón brusco que hacía difícil maniobrar con suavidad. Estas impresiones también chocan con las que tuvimos en la presentación, momento en el que dijimos que la transmisión funcionaba con suavidad. Además del funcionamiento complemente automático, es posible elegir marchas desde unas levas que hay tras el volante, que pueden venir bien para anticipar maniobras de adelantamiento y, sobre todo, para aprovechar la capacidad de retención del motor en las cuestas abajo prolongadas.
Un inconveniente que presenta el cambio automático es que aumenta el precio en 1400 euros frente al manual. El consumo de carburante también es superior según los datos oficiales homologados y las prestaciones, peores. Con el cambio manual tarda 10,4 segundos en acelerar de 0 a 100 km/h, mientras que con el automático son necesarios 11,1 s. La velocidad máxima es siempre 180 km/h (
ficha comparativa de las versiones con cambio manual y automático, con equipamiento Acenta y N-Design). Por estas razones, aun sin probar la caja manual, no me parece una opción recomendable optar por la automática.
En nuestro recorrido de consumo por autovía a una media real de 120 km/h el gasto ha sido de 7,2 l/100 km. Esta cifra es la que arrojó el ordenador de viaje pues, en dos ocasiones, mientras realizábamos el cálculo de error, se reinició el medidor sin haber tocado ningún mando (al menos conscientemente). Suponiendo que la cifra real no se aleje mucho del dato, es un consumo moderado, ni alto ni bajo en comparación con el de otros
SUV parecidos.
El Juke 2014 con el motor DIG-T de 115 caballos necesitó 8,8 l/100 km para el mismo recorrido, por lo que la mejora en consumo es grande. Los consumos medios homologados no son comparables porque están medidos con diferentes protocolos, pero el Juke 2020 que probamos pesa, oficialmente, 96 kg menos, lo cual puede justificar parte de la diferencia (
ficha técnica comparativa). Al final de
esta tabla están comparadas las prestaciones que medimos a ambos Juke. De los modelos actuales, el
Renault Captur TCe de 130 CV con cambio automático gastó 6,9 l/100 km (reales) y el
Fiat 500X 1.0 120 CV, 8,0 l/100 km. En el caso del Juke era necesario pisar a fondo en las cuestas pronunciadas, a veces sin hacer
kick-down para que redujese y a veces haciéndolo, porque sino no era suficiente para mantener la velocidad en la subida. Al menos, con el modo Eco activado, que es como hacemos la medición de consumo.
El Nissan Juke es ahora un coche más cómodo que antes pero no más cómodo que muchas de sus alternativas. Tiene una suspensión que traslada menos movimientos secos a los ocupantes, aunque tampoco se puede decir que en su ajuste haya prevalecido ofrecer la mayor comodidad si el asfalto está en mal estado. Donde más se siente es en autovías con el firme ondulado, porque en tal caso la carrocería sufre movimientos verticales cortos y rápidos especialmente molestos.
Lo bueno de que la suspensión sea firme, es que el coche balancea poco y permite negociar curvas con agilidad; el Nissan Juke tarda poco en apoyarse en las curvas y en cambiar de trayectoria. Es claramente mejor en este aspecto que el
Renault Captur 2020, cuya suspensión es más blanda y lenta de reacciones, pero se ve superado en precisión y sensación de estabilidad por el
Ford Puma 2020, aunque la dirección del Nissan es mejor. El volante tiene el tacto y la dureza adecuados para generar confianza desde el primer momento, y para guiar al coche con poco esfuerzo por el sitio deseado, sin necesidad de hacer correcciones. Al acelerar con fuerza, a la dirección le afecta poco el efecto que produce la transferencia de potencia del motor hacia el suelo. Es un defecto llamativo, por ejemplo, de un Ford Puma.
Durante la
maniobra de esquiva ejecutada con el Juke 2020 no hemos tenido sorpresas, a diferencia de lo que nos ocurrió con dos unidades distintas del
Juke 2014 (
lo contamos en este vídeo). Superamos la prueba sin derribar conos con una velocidad normal, pero si la incrementábamos, el eje delantero tendía a deslizar en dirección tangente a la trayectoria hacia la que apuntasen las ruedas delanteras (efecto de subviraje). Este tipo de respuesta es habitual en muchos coches del tipo del Juke y no supone un problema grande para el conductor mantener el gobierno del vehículo.
La frenada del Juke es estable y el pedal mantiene un tacto consistente aún cuando se le exige al coche un ritmo elevado en una carretera de montaña. La distancia en la detención desde 120 km/h ha sido excelente, de 48,9 metros, similar a la que obtenemos a veces con turismos deportivos con frenos muy potentes y muy superior a la media de la que medimos a SUV de tamaño similar, que suelen frenar en distancias de entre 52 y 55 metros. En la tabla de mediciones que acompaña a esta prueba hay muchos modelos con los que comparar.
A las velocidades habituales en autopista, el Juke no es particularmente silencioso, pues hay un claro ruido aerodinámico que, aunque no perturba mucho a los ocupantes, sí se nota con claridad. Es posible que quien quiera un coche de este tipo (
SUV) y busque que sea lo más suave y cómodo posible en vías amplias (tipo autovía) se encuentre más cómodo en un
Škoda Kamiq, aunque no en un
Mitsubishi ASX o un
KIA Stonic. Un
Mazda CX-3 es más silencioso pero su suspensión no es claramente más confortable, y un
Ford Puma es similar en calidad de rodadura y mejor en aislamiento.