Bueno, en serio.
Me crié donde vivo, y vivo desde crio en un pueblo/barrio muy cercano a los nombrados. Confirmo que lo que veo y siento por la calle hoy no es ni la mitad de la mitad que en mis tempranos años, cuando la droga se veía en cada acera, en cada descampado (no había tanto piso), lamentablemente pocos quedan de aquellos corros y batallas también. El clamor popular y el correveydile siempre nos hizo pensar que toda la droga se dispensaba y consumia en la calle. La pasada del caballo, tirados en los bordillos de los parques, el mete-saca de los pases de rueda de un R-12 "maqueao". Qué ilusos éramos, pues el monto mayor se consumia y se consume en otros círculos, fuera del alcance de escaparates callejeros. Hoy sin embargo, los barrios por la tarde están vacíos de chavales y yonkis (nosotros jugábamos al fútbol en plena via), ya no quedan apenas solares donde los chavales ejerciten la lima o tiren dardos de cerbatana a un cartón o tronco. Sin embargo, la historia se repite, hoy la nube de humo son los navajeros sudamericanos o los tiros de contrabandistas del este y mientras, los de siempre, se siguen poniendo hasta el culo como antes, a puerta cerrada, frotándose las manos y preparando la siguiente estratagema, campaña mediática o slogan publicitario para tenernos "entretenidos".
Gavira, una vez más discrepo contigo en el tema Marbella. Me encanta la ciudad y procuro escaparme siempre que puedo, me encuentro muy a gusto allí, y sin duda, tiene muchas cosas buenas. Pero no me pongas como ejemplo de nuevo el método Gil por Dios! Cuenta qué hizo Gil con los "maleantes" y drogatas! Menuda solución, nos ha joio! O los excesos de los munipas estilo batallones grises del Generalísimo! No es solución, sin duda, no es solución. Es una forma como otra cualquiera para distraer la atención y preocupar a la gente, mientras se guisa lo gordo en las cocinas de "palacio". ;-)